Un ano despues de que el Frente Patriotico Ruandes (RPF) tomara el poder en Ruanda, ex combatientes y refugiados retornados contemplan un futuro incierto, mientras el gobierno enfrenta la monumental tarea de reconstruir el pais.
Unas 100.000 personas se reunieron en el estadio nacional Remera Amhoro en Kigali para conmemorar la caida de la capital ruandesa a manos del RPF el 4 de julio del ano pasado y el fin del genocidio de la minoria tutsi y miembros moderados de la etnia hutu.
El RPF inicio su ofensiva sobre Kigali en abril de 1994, cuando la muerte del presidente Juvenal Habyarimana desato las masacres, de las que se responsabiliza a la guardia presidencial, el ejercito y las milicias hutu Interahamwe.
Superar las heridas del genocidio y reconstruir el pais tras la devastacion causada por la guerra no resulta una tarea facil.
Unos 500 jovenes tutsi estan detenidos acusados de matanzas de venganza despues de la victoria del RPF, mientras unos 44.000 hutus sospechosos de participar en el genocidio permanecen recluidos en 183 carceles y centros de detencion en condiciones descritas como atroces por organizaciones de derechos humanos.
Una masacre de hutus en Kibeho, un campo de desplazados en el sudoeste de Ruanda, cometida en abril por soldados del sucesor del RPF, el Ejercito Patriotico Ruandes, expuso al gobierno a las criticas de la Organizacion de las Naciones Unidas (ONU) y grupos defensores de los derechos humanos.
En Goma, frontera con Zaire, miembros del ejercito derrotado el ano pasado y sus milicias estarian preparandose para invadir Ruanda, mientras llegan a la region armas y municiones provenientes en general de Bulgaria y Albania, segun un informe publicado en junio por Amnistia Internacional.
Los comandantes del RPF minimizan la amenaza. "Esas fuerzas fueron expulsadas de Ruanda por una fuerza insurgente. ?Que pasaria ahora que esta organizada como un ejercito nacional?", se pregunto un comandante.
Pero aunque la esperada invasion sea detenida, la recuperacion del pais africano y la reintegracion de unos dos millones de refugiados en paises vecinos constituye una tarea monumental. (FIN/IPS/tra-en/jbk/kb/lp/ip/95
