El general Guillermo Garin se convirtio hoy en el segundo hombre del ejercito de Chile, detras del ex dictador Augusto Pinochet, al jurar como nuevo vicecomandante de esa rama castrense.
Garin, considerado un "hombre de confianza" de Pinochet, sustituyo en el cargo al general Jorge Lucar, quien fue condecorado por su superior al acogerse a retiro este jueves, luego de ejercer la vicecomandancia por cinco anos.
El nuevo vicecomandante podria acceder en 1997 a la maxima jerarquia del ejercito, ya que en ese ano se cumplira el extenso periodo que se asigno el ex dictador para comandar la principal rama de las Fuerzas Armadas chilenas.
Pinochet, quien tiene 77 anos de edad, ejerce la jefatura del ejercito desde agosto de 1973 y en tal condicion encabezo el regimen militar de casi 17 anos de duracion.
En el marco de la transicion democratica iniciada en 1990 con el gobierno de Patricio Aylwin, Pinochet se acogio a una controvertida disposicion constitucional transitoria para ratificarse como comandante del ejercito hasta 1997.
Segun la Constitucion que el propio Pinochet hizo aprobar en un referendum en 1980, los presidentes civiles carecen en Chile de facultades para remover a un comandante de una rama uniformada.
El cambio en la vicecomandancia coincide con una creciente preocupacion en torno a la fase final del proceso por el asesinato en 1976 en Washington de Orlando Letelier, quien fuera canciller del derrocado gobierno de Salvador Allende.
Los principales inculpados en el crimen son el general retirado Manuel Contreras y el brigadier Pedro Espinosa, condenados en primera instancia a siete y seis anos de reclusion, respectivamente.
Contreras era en 1976 el jefe maximo de la Direccion de Inteligencia Nacional (DINA) y, segun denuncias, existen ahora presiones del ejercito sobre la Corte Suprema de Justicia y el gobierno para impedir que sea enviado a la carcel.
Lucar, en su ultima conferencia de prensa como vicecomandante, dijo este miercoles que en el ejercito no hay inquietud, sino preocupacion por la suerte de Contreras, en tanto se trata de un caso que "afecta a un miembro de la institucion".
El ahora ex jefe militar descarto la posibilidad de que el ejercito realice demostraciones de fuerza en apoyo a los ex cabecillas de la DINA, similares al "ejercicio de enlace" de diciembre de 1990 o al "boinazo" de mayo de 1993.
El primer episodio fue un sorpresivo acuartelamiento general del ejercito, en tanto el segundo consistio en el desplazamiento de fuerzas especiales (o boinas negras) fuertemente armados en el frontis del edificio de las Fuerzas Armadas, en las cercanias del palacio presidencial de La Moneda. (FIN/IPS/ggr/dg/np/94
