Un nuevo libro sobre clases, razas e inteligencia ha provocado en los Estados Unidos un debate turbulento y aspero, del tipo de los que parecen prosperar entre los norteamericanos.
El libro "The Bell Curve: Intelligence and Class Structure in American Life" ha enfrentado a los blancos conservadores con un amplio grupo de adversarios, que incluye a blancos liberales y afroamericanos.
La obra, que en una traduccion libre podria titularse "La curva de la campana: inteligencia y estructura de clase en la sociedad norteamericana", merecio abundantes comentarios en la prensa de Estados Unidos y de Europa.
Escrito por el sociologo Charles Murray y por Richard Herrnstein (un psicologo de Harvard fallecido hace dos meses), el libro presupone que la inteligencia es hereditaria y que las diferencias etnicas y de clase con respecto al cociente intelectual se originan en los genes.
En consecuencia, sugieren los autores, si un grupo se encuentra en la base de la escala social, no es debido a la inequidad del entorno sino a que esa gente es inferior por naturaleza y los programas sociales para ayudarla constituyen un desperdicio de recursos. Los autores aspirarian a la abolicion del sistema estatal de ayuda social.
Segun Murray y Herrnstein, los asiaticos del este ("japoneses y chinos y tal vez tambien coreanos) tienen un cociente intelectual mas alto que los blancos. Y a su vez, los blancos norteamericanos cuentan con un coeficiente mas elevado que los afroamericanos.
Tal diferencia, sostienen, obedece mas a los genes que al entorno. Los autores presentan una artilleria de datos dudosos y contradictorios para reforzar su afirmacion.
"En la actualidad es mas un debate politico que intelectual", afirmo la psicologa social Marie Stewart, residente en Gran Bretana.
"Si se sigue la historia de esta polemica, se vera que estalla en distintas epocas, como durante la lucha de los anos 60 por los derechos civiles en Estados Unidos, durante el periodo nazi y mas lejos aun en los tiempos de la abolicion de la esclavitud. Aparece cuando un grupo pretende encontrar argumentos para reprimir o para continuar reprimiendo a otros grupos", sostuvo Stewart.
"En terminos cientificos, es todo lo opuesto a un argumento decir que hay elementos geneticos en una estructura tan compleja como la inteligencia, pues por supuesto los genes inciden pero solo son una pequena parte de una cuestion mas global", Steward dijo a IPS.
"El resultado de los tests de inteligencia se ve influenciado por el entorno", agrego. "En efecto, el mismo cociente de inteligencia es un fenomeno cultural definido. Algunas sociedades valorizan otras habilidades que no merecen atencion en Estados Unidos o en las sociedades europeas".
Mientras Murray y Herrnstein ofrecen cifras destinadas a respaldar el valor del factor genetico, ellos mismos paradojalmente piden a los lectores que no juzguen a los individuos por puntuaciones de grupos.
Proponen imaginariamente que un lector, a quien presumen blanco, se entere un dia de la noticia, tambien supuesta, de que las diferencias entre negros y blancos en las puntuaciones de los tests de conocimiento, se originan en razones geneticas.
Y a continuacion imaginan que el mismo lector se encuentra horas despues al azar con un afroamericano. En ese caso, los autores recomiendan a su lector que actue "como si nada ha cambiado" pues "solo suministramos datos, pero esto no significa que usted deberia tratar a alguien en forma diferente".
La recomendacion de los autores lleva a una pregunta: ?para que escribir un libro sobre ese tema si no significa nada?
Por otro lado, como cuestiono un critico, el libro omite referirse a las diferencias de cociente de inteligencia entre grupos de blancos de paises distintos.
Por ejemplo, en Irlanda del Norte los blancos catolicos obtienen menor puntuacion que los blancos protestantes en las pruebas de inteligencia. Queda la duda de si esa diferencia se origina en los genes o en las injusticias de la sociedad.
Los criticos temen que los racistas usen "The Bell Curve" para justificar su racismo, que los empleadores se valgan del libro para mantener a los pobres en la situacion en que se encuentran y que los politicos citen sus "descubrimientos" como excusa para interrumpir la ayuda a quienes mas la necesitan.
En efecto, el argumento del cociente de inteligencia ha sido utilizado varias veces en el pasado para excluir a ciertos sectores.
En 1912, las autoridades de inmigracion de Estados Unidos recurrieron a los resultados de tests de inteligencia para justificar las deportacioners de inmigrantes "debiles mentales" entre quienes incluian a italianos, hungaros, judios y rusos, que eran considerados inferiores al tipo nordico preferido.
En la actualidad, gente como Murray y Herrnstein quisiera que el gobierno de Estados Unidos terminara con la ayuda social del estado porque ellos consideran que estimula a los pobres y a las mujeres de "bajo cociente intelectual" a tener mas hijos.
Esos ninos, suponen los autores, viviran en los barrios centricos de las ciudades y creceran para cometer crimenes y para atacar a los elegantes y a los acomodados.
Tales puntos de vista ignoran las advertencias del Alfred Binet, el inventor frances que desarrollo el primer test de cociente intelectual en 1905.
En esa epoca, Binet subrayo que su proposito habia sido ayudar a los maestros en el reconocimiento de los ninos con dificultades de aprendizaje y previno contra el uso del test para medir la inteligencia en su conjunto.
La cuestion deja una preguntqa: Que pueden hacer quienes son blanco de esas argumentaciones sociales?
"El precio de la libertad es la vigilancia eterna. Aquellos que soportan ataques deben estar en vigilancia permanente si pretenden proteger suu dignidad y, en consecuencia, su libertad", sostiene en Bruselas la academica Annie-Rose Kitchin.
"Nunca se debe admitir que la gente salga impune con esos argumentos. Ningun abatimiento, desilusion o desesperacion justificaran nunca la falta de reaccion o la confusion para permitir que se utilicen argumentos seudocientificos con fines politicos", dijo Kitchin. (FIN/IPS/tra-en/amck/hvdb/ae/94) (Sigue el Servicio)
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