La FAO reclama paz para garantizar el acceso a los alimentos

El director general de la FAO, Qu Dongyu, quien luce un tocado típico indonesio, habló a los ministros de Agricultura del Grupo de los 20 en su reunión en la isla de Bali (Indonesia) y planteó la necesidad de un fondo que garantice el acceso a los alimentos en 62 países de bajos ingresos. Foto: Harriansyah/FAO

BALI, Indonesia – Los conflictos y las recesiones en la economía son y seguirán siendo los principales impulsores de las crisis alimentarias y se requiere de paz para encararlas, expuso este miércoles 28 el director general de la FAO, Qu Dongyu, en una reunión de ministros de Agricultura del Grupo de los 20 (G20).

“Los costos humanos, sociales y económicos de los conflictos son siempre inmensos. La paz es una condición previa para la resiliencia de los sistemas agroalimentarios nacionales e internacionales”, dijo Qu, titular de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El aumento de los precios de los alimentos tendrá “implicaciones devastadoras” para la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, resaltó Qu, al exponer que “los precios de los alimentos son muy altos para los consumidores y los de los insumos son muy altos para los agricultores”,

En agosto, el índice de precios de los alimentos de la FAO, que tiene como base 100 el promedio del valor de las exportaciones del sector en 2014-2016, bajó por quinto mes consecutivo y promedió 138 puntos, 1,9 % menos que en julio, pero todavía está 7,9 % por encima de su valor un año antes.

Los precios y las cadenas de suministro de los alimentos y los insumos, especialmente cereales, aceites comestibles y fertilizantes, han acusado el impacto de la guerra en Ucrania, desatada con la invasión rusa del 24 de febrero, del endurecimiento del crédito y de la inflación en sectores como la energía.

El G20, de grandes economías industrializadas y emergentes, prevé abordar esos temas en su próxima cumbre, los días 15 y 16 de noviembre en esta isla indonesia, con base en los borradores que prepare la cita de dos días de sus ministros de Agricultura.

“Los costos humanos, sociales y económicos de los conflictos son siempre inmensos. La paz es una condición previa para la resiliencia de los sistemas agroalimentarios nacionales e internacionales”: Qu Dongyu.

Qu elogió la Iniciativa de Granos del Mar Negro, que facilita las exportaciones de Rusia y Ucrania a pesar de la guerra, como “un importante paso adelante”, pero consideró que “debe complementarse para mejorar el acceso a los alimentos de los países más vulnerables”.

El curso de la guerra en el este de Europa, junto con su impacto en la economía mundial, ha afectado de modo directo a países de África oriental y el Medio Oriente que han sido tradicionales clientes de sus cereales, aceites y fertilizantes.

La FAO ha propuesto un servicio de financiación de la importación de alimentos para permitir que 62 países de bajos ingresos que son importadores netos de alimentos, y hogar de casi 1800 millones de personas, financien necesidades urgentes y se comprometan a invertir más en sistemas agroalimentarios sostenibles.

La adopción de la propuesta, también asumida por el Fondo Monetario Internacional (FMI), ofrecería una forma de acción rápida para aumentar la resiliencia de los sistemas agroalimentarios, expuso Qu.

Otras acciones a corto plazo incluyen aumentar la disponibilidad de fertilizantes, con su exención de sanciones relacionadas con la guerra, y la eficiencia de su uso.

“Debemos evitar que una crisis de acceso a los alimentos también se convierta en una crisis de disponibilidad de alimentos”, dijo Qu.

Luego, hacia el mediano plazo, se requieren más ciencia e innovación, inversiones en infraestructura para reducir las desigualdades, y reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos.

La FAO recuerda que, en todo el mundo, 14 % de los alimentos se pierde en la cadena de suministro antes de la venta al por menor y otro 17 % se desperdicia en la venta al por menor y el consumo.

Las estrategias a más largo plazo implican mejorar los sistemas para aumentar la productividad, acelerar el comercio, y encontrar soluciones innovadoras para abordar las limitaciones de suministro de fertilizantes inorgánicos.

Sobre ese aspecto, Qu planteó que las tecnologías digitales pueden hacer que los mercados y el comercio alimentario y agrícola sean más eficientes e inclusivos, al fomentar el espíritu empresarial innovador y mejorar los medios de vida de los agricultores y de todos quienes viven en zonas rurales.

A-E/HM

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