Cuba y la Unión Europea (UE) limaron asperezas al avanzar este fin de semana en su proceso de acercamiento, si bien la normalización de las relaciones pasa por la eliminación definitiva de las sanciones del bloque a este país vigentes desde 2003.
Aunque suspendidas temporalmente en 2005, las medidas dispuestas por la UE en reacción al arresto de 75 opositores constituyen el principal obstáculo para mejorar el vínculo, coincidieron en La Habana el canciller cubano Felipe Pérez Roque y el comisario del bloque para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria, Louis Michel.
Ambos funcionarios expresaron este sábado, en conferencia de prensa conjunta, un moderado optimismo sobre el futuro de las relaciones entre La Habana y Bruselas.
Michel, quien desde el jueves realiza su tercera visita oficial a Cuba, expuso su postura favorable al cese de las sanciones, pero aclaró que "es el Consejo (órgano que reúne a representantes de todos los gobiernos de la UE) el que debe decidir", y que para ello hace falta "unanimidad" entre todos sus miembros.
Sin identificar países, consideró que "solamente unos pocos miembros" de la UE tienen aún dudas o "están titubeando" al respecto.
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A su vez, Pérez Roque reiteró que para avanzar hacia la normalización de las relaciones y establecer un diálogo político abierto que abarque todas las cuestiones, incluidos los derechos humanos, resulta imprescindible el levantamiento definitivo de las sanciones.
Entre ellas, figuran la limitación de las visitas oficiales de alto nivel a Cuba, la reducción de la presencia diplomática del bloque en los actos culturales en este país y la invitación a representantes de la oposición a las fiestas nacionales de las embajadas de las naciones de la UE en La Habana.
Ni Michel ni Pérez Roque se refirieron ante la prensa al documento denominado "Posición común" de 1996, según la cual el bloque europeo se propone "fomentar el proceso de transición hacia el pluralismo democrático y el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales en Cuba, así como el aumento y la mejora duraderos del nivel de vida del pueblo cubano".
La agenda oficial del funcionario europeo incluía entre la tarde de este sábado y la mañana del domingo una entrevista con el vicepresidente cubano Carlos Lage y una reunión con los embajadores europeos en este país, así como visitas al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y a la Escuela Latinoamericana de Medicina.
El viaje de Michel responde a una invitación de la cancillería cubana. Fuentes europeas no descartaban que antes de su regreso, hacia el mediodía del domingo, fuera recibido por el presidente Raúl Castro, quien sucedió a su hermano Fidel el 24 de febrero.
"La pregunta es si se entrevistará con opositores", insistió ante IPS un diplomático europeo que pidió no ser identificado. La disidencia interna no es reconocida legalmente por La Habana, que consideran a todo opositor un asalariado de Estados Unidos al servicio de la política hostil de ese país hacia Cuba.
Hace menos de dos semanas, el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano (que tiene, entre otras funciones, las de un canciller), se abstuvo de entrevistarse con disidentes durante una visita de varios días a Cuba, lo cual causó malestar en ese sector.
El viaje de Michel fue precedido por la adhesión de Cuba, el 28 de febrero, al Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales y al Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, tratados aprobados por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas y en vigor desde 1976.
Según analistas, aunque suscritos con reservas "en cuanto al alcance y aplicación" de algunas cláusulas, estos dos acuerdos internacionales establecen un marco de referencia relevante en materia de derechos humanos y su adhesión expresa una apertura por parte del gobierno cubano.
Otros signos positivos en esa dirección incluyen la visita, el año pasado, del relator especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, Jean Ziegler, y el establecimiento, también en 2007, de un mecanismo permanente de diálogo sobre derechos humanos con España.
Michel coincidió en La Habana con el presidente venezolano Hugo Chávez, quien llegó en la noche del viernes invitado por el presidente Raúl Castro y procedente de República Dominicana, donde participó en la XX Cumbre del Grupo de Río que diluyó la crisis política que envolvió la semana pasada a Colombia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.