LÍBANO: Liga Árabe interviene en debate por alto al fuego

Analistas libaneses destacaron la unidad mostrada por los cancilleres de la Liga Árabe, que decidieron enviar una delegación conjunta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para representar los intereses de Líbano en el conflicto con Israel.

Crédito: UN Photo/Eskinder Debebe
Crédito: UN Photo/Eskinder Debebe
Pero también coincidieron en que la intervención es un poco tardía, y que será más simbólica que efectiva.

"Creo que la decisión de las naciones árabes llega en este momento porque la guerra ha durado mucho más de lo que se esperaba. Se dieron cuenta de que ha pasado casi un mes, pero el conflicto continúa y la resistencia del (movimiento islamista chiita) Hezbolá (Partido de Dios) también", dijo a IPS el analista Talal Atrissi, de la Universidad Libanesa, de Beirut.

"Además, los gobiernos árabes también se dan cuenta de que crece la popularidad del Hezbolá y de su líder, (Hassan) Nasrallah. Por eso se sienten obligados a reunirse y a decir que están listos para encontrar una solución y detener la guerra", añadió.

Los ministros árabes, reunidos de urgencia el lunes en Beirut, acordaron enviar al foro mundial una delegación integrada por los cancilleres de Emiratos Árabes Unidos y de Qatar —único país árabe que integra actualmente el Consejo de Seguridad— y por el secretario general de la Liga, Amr Moussa.
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Estos presionarán para introducir cambios en el borrador de una resolución, propuesto el sábado por Estados Unidos y Francia, que llama a un alto al fuego en Líbano.

Los delegados árabes defenderán las demandas del primer ministro libanés Fouad Siniora, quien considera el documento inclinado a favor de los intereses de Israel.

El borrador llama al Hezbolá a detener todas sus operaciones militares y a Israel a detener su ofensiva en Líbano, pero no hace mención de un retiro de las tropas israelíes, una de las principales exigencias de Beirut.

El gobierno libanés anunció el lunes que estaba dispuesto a enviar 15.000 soldados para controlar el sur del país, donde opera el Hezbolá, y así facilitar la salida de las fuerzas israelíes.

El despliegue del ejército libanés para controlar al grupo islamista ha sido una de las principales demandas de Israel.

Sin embargo, Beirut no ha hablado de desarticular al movimiento, mientras que la resolución llama al "desarme de todos los grupos armados en Líbano".

El gobierno libanés no puede cumplir esa resolución "porque no quiere enfrentarse con el Hezbolá ni con la comunidad chiita en este momento. Pero algo se tiene que hacer", sostuvo el analista político libanés Elie Fawaz.

Por su parte, Michael Young, editor de la página de opinión del periódico libanés The Daily Star, coincidió en que desarmar al Hezbolá sería algo muy difícil.

"Hay un consenso de que si el conflicto termina hoy y el Hezbolá sale fortalecido, desestabilizará al país. Pero si el grupo sale demasiado debilitado, también lo desestabilizará", señaló.

Mientras, el Hezbolá sigue lanzando misiles contra el norte israelí, y el lunes los bombardeos de Israel mataron a por lo menos 45 personas. Cinco de estas víctimas fatales se encontraban en un populoso barrio chiita del sur de Beirut, donde los residentes usaron sus propias manos para cavar fosas y enterrar a los muertos.

Dos edificios de apartamentos fueron impactados por lo que testigos describieron como misiles israelíes. Muchos libaneses se habían mudado a ese barrio porque lo consideraban más seguro, ya que aún no había sido atacado.

Otros barrios chiitas de la capital libanesa, conocidos por ser bastiones del Hezbolá, habían sido evacuados en las últimas semanas.

Se creía que los residentes del barrio chiita atacado el lunes eran más simpatizantes del presidente del parlamento libanés, Nabih Berri, y del chiita Movimiento Amal, que de Nasrallah.

Sin embargo, en algunos apartamentos dañados por los bombardeos se encontraron afiches del líder del Hezbolá junto a otros de Berri.

El presidente del parlamento dijo el domingo que se oponía al proyecto de resolución de la ONU porque permitiría que las fuerzas israelíes permanecieran en tierra libanesa en forma indefinida.

"Podemos concluir que el ataque israelí fue un mensaje a Berri, porque rechazó la resolución. Los israelíes quieren dejar en claro que si te opones a la resolución tendrás más destrucción y muerte", sostuvo Atrissi.

Alí, un integrante del Hezbolá que no quiso dar su apellido, dijo estar confiado en que el movimiento islamista no será derrotado.

"Ni el líder de Arabia Saudita ni de Jordania ni ningún otro puede determinar el futuro. Todas las decisiones importantes son tomadas por Nasrallah", señaló, mientras patrullaba un barrio en el sur de Beirut.

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