Los jefes de Estado y de gobierno reunidos en la XV Conferencia Iberoamericana en la ciudad española de Salamanca rechazaron este sábado la injerencia de Estados Unidos en esta comunidad, al ratificar un texto objetado por Washington.
El viernes por la noche, cuando la Declaración Final y los comunicados especiales que debían firmar los gobernantes eran todavía borradores, el Ministerio de Relaciones Exteriores de España recibió un llamado formal del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos manifestando "inquietud" y rechazando que en esos textos se condenara el bloqueo impuesto por Washington a Cuba.
El texto objetado señala que los mandatarios reiteran "el más enérgico rechazo a la aplicación de leyes y medidas contrarias al derecho internacional como la (estadounidense) Ley Helms-Burton (que estrechó el bloqueo político y económico de más de cuatro décadas contra La Habana) y exhortamos al gobierno de Estados Unidos de América a que ponga fin a su aplicación".
Además, los firmantes piden "al gobierno de Estados Unidos de América que cumpla con lo dispuesto en 13 sucesivas resoluciones aprobadas en la Asamblea General de las Naciones Unidas y ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene contra Cuba".
Enterados de la presión ejercida por el Departamento de Estado, los mandatarios ratificaron el empleo de la palabra bloqueo, aunque el representante de Nicaragua se manifestó partidario de aceptar la propuesta de Washington, pero sin plantear un apoyo formal a la demanda estadounidense.
El presidente de Chile, Ricardo Lagos, informó en rueda de prensa que se ratificaría el texto y aclaró que "bloqueo es la palabra utilizada siempre en la ONU para referirse a este tema".
De esta manera, la Cumbre cambió la expresión que había utilizado desde su quinta edición, cuando se introdujo por primera vez la condena al "embargo," y lo hizo basada en una resolución de la ONU aprobada en 2003.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, comentó acerca de este incidente que, "como decía el Quijote, que ladren los perros, luego cabalgamos" y agregó que "lo más importante es que la Comunidad Iberoamericana se pronuncie contra ese bloqueo criminal".
El canciller de Uruguay, Reinaldo Gargano, dijo a IPS que Estados Unidos no se debería sentir aludido por lo que se haga, diga y resuelva en las cumbres iberoamericanas, ya que las decisiones adoptadas son de países soberanos. Para su homólogo argentino, Rafael Bielsa, la inquietud de Estados Unidos "está un poco sobredimensionada", según dijo en rueda de prensa.
Las autoridades iberoamericanas también firmaron un documento reclamando a Estados Unidos la extradición del cubano Luis Posada Carriles, un terrorista anticastrista acusado de hacer volar un avión de pasajeros sobre el mar Caribe en 1976, matando a 73 personas.
A fines de septiembre, un juez estadounidense de migraciones rechazó el pedido de extradición formulado por Venezuela, país donde Posada Carriles estaba preso en espera de condena cuando se fugó, dos décadas atrás.
Tras haber sido indultado en Panamá en 2004, donde cumplía condena por un intento de atentado contra Castro, Posada Carriles había ingresado ilegalmente a Estados Unidos meses atrás.
Este asunto también parece haber exasperado a Washington. Pero en la Cumbre Iberoamericana del año pasado, celebrada en Costa Rica, se había votado por unanimidad un comunicado especial sobre terrorismo en el que se expresó la "profunda preocupación" por el indulto en Panamá al grupo del que formaba parte Posada Carriles.
La Declaración Final firmada este sábado, día de clausura del encuentro, señala la voluntad común de reafirmar "el compromiso de la Comunidad Iberoamericana con el derecho internacional y con un multilateralismo eficaz, al que queremos contribuir de manera relevante".
Por ello, se comprometen "a apoyar activamente una amplia reforma del sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que, sobre la base de los principios de eficiencia, participación, transparencia, representatividad, igualdad soberana y democratización, potencie su papel en la prevención de amenazas, el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales y la promoción del desarrollo económico y social".
Este punto fue una ratificación expresa de la voluntad iberoamericana de afirmar su presencia en el escenario internacional y depender menos de lo que decida la "unipotencia", señaló a IPS un miembro de la delegación venezolana.
En su declaración, los mandatarios dejan constancia de que la democracia es un factor de cohesión iberoamericana, por lo que consideran necesario desarrollar una agenda "que refuerce la calidad de nuestras democracias y su capacidad de responder a las expectativas de los ciudadanos en términos de protección de sus derechos y satisfacción de sus necesidades socioeconómicas".
En esa línea, subrayan que "nada es más urgente que lograr un desarrollo sostenible y enfrentar los desafíos de la pobreza y la desigualdad", para lograr lo cual se comprometen con los Objetivos de la ONU para el Milenio y encomiendan a la Secretaría General de la Cumbre el seguimiento de nueve acuerdos específicos.
Entre ellos figuran el respaldo a iniciativas encaminadas a eliminar el hambre y la pobreza, el canje de deuda por educación y "preparar un estudio que permita tener en cuenta las diferencias que existen dentro de la Comunidad Iberoamericana con el fin de aplicar el principio de solidaridad para resolver las asimetrías existentes".
Al respecto, Lagos recordó la experiencia de la Unión Europea, ya que en este bloque "unos reciben y otros ponen fondos", lo que se debería hacer también en la Comunidad Iberoamericana, pues en ésta igualmente hay países con diferentes grados de desarrollo, y por eso los más avanzados deben apoyar a los más débiles con acciones concretas y aporte de fondos no sujetos a devolución ni intereses.
En cuanto a las migraciones, tras señalar que son un fenómeno global, los mandatarios expresan que la gestión del mismo está vinculada a la capacidad para diseñar "un marco iberoamericano de migraciones basado en la canalización ordenada y la regularización inteligente de los flujos migratorios, la cooperación contra el tráfico y la trata de personas y la responsabilidad de cada país".
Por ello se comprometen a coordinar políticas comunes, desarrollar un programa de acciones públicas y políticas estatales conjuntas y promover el valor de la diversidad y el respeto a la dignidad humana.
En ese plano, encargaron a la Secretaría General la convocatoria a un encuentro sobre migraciones.
Un punto muy destacado fue el papel que deberá jugar la Secretaría General Iberoamericana y en especial, su responsable, el economista uruguayo Enrique Iglesias.
La diversidad, la dimensión y el carácter euro-americano de la Comunidad Iberoamericana le otorgan "un gran potencial como socio activo en el escenario internacional". Por eso, decidieron acciones para que la Conferencia Iberoamericana se incorpore a la ONU en calidad de organismo observador.
La próxima reunión se realizará en Uruguay. El presidente de ese país, Tabaré Vázquez, dijo a IPS que en ella esperan "tratar lo que políticamente surja en ese momento" y, sobre todo, "evaluar el cumplimiento de los acuerdos aprobados en Salamanca".
También se anunció que en 2010 la Cumbre se llevará a cabo en Argentina y se agradeció el ofrecimiento español de celebrar en la ciudad de Cádiz el encuentro de 2012, que coincidiría con la conmemoración de la aprobación en esa ciudad de la primera Constitución española, en 1812.