– El Partido Verde Ecologista de México (PVEM), cuya presencia y poder político envidian sus similares de América Latina, sufrió este martes otro mazazo a su credibilidad con la difusión de un vídeo en el que aparece su líder cuando es tentado con un soborno por empresarios extranjeros.
La cadena de televisión Televisa y luego otros medios de comunicación locales difundieron imágenes en las que se observa al senador Jorge González, presidente del PVEM, y a un representante hotelero ofreciéndole dos millones de dólares por tramitar permisos de construcción de un proyecto turístico en la sudoriental zona de Cancún.
Precisamente, el municipio Benito Juárez, donde está Cancún, es gobernado actualmente por un alcalde del Partido Verde.
Sin embargo, González aseguró este martes que todo se trató de un engaño para perjudicarlo y negó que haya cometido cualquier acto de corrupción. Dijo que en esa ocasión sólo siguió la corriente a sus interlocutores para ver hasta dónde llegaban y luego hacer la denuncia ante la alcaldía, acción que asegura haber concretado.
Si hubiera tenido la intención de aceptar (el soborno) no hubiera tenido la cara de aburrido que tenía (…). Si estos señores dicen que me dieron lana (dinero), pues me dieron aire porque no he recibido nada, declaró a una radioemisora local.
A pesar de esa explicación, activistas ambientales se manifestaron molestos con el accionar del PVEM. La actuación de los verdes mexicanos da pena e indigna, dijo a IPS el presidente del ecologista Grupo de los Cien, Homero Aridjis, mientras que el director de Greenpeace-México, Alejandro Calvillo, declaró que ese partido da vergüenza.
El vídeo fue grabado los primeros días de diciembre en el marco de una cita con empresarios por el entonces militante del PVEM Santiago León, ex legislador de la Asamblea Legislativa de la capital de México.
León fue expulsado del partido por diferencias internas a comienzos de este año, pero se decidió a divulgarlo sólo ahora para mostrar la corrupción que reina en ese partido, según indicó.
También sostuvo que presentará ante la Procuraduría General de la República (fiscalía) una denuncia por tráfico de influencias contra González y su familia, a quienes señala de haber acaparado la dirección del partido. El PVEM estuvo presidido hasta 2001 por Jorge González Torres, el padre del actual jefe partidario.
Los genuinos militantes (verdes) condenan de la manera más enérgica los actos de corrupción, tráfico de influencias, malversación de fondos, mentiras sistemáticas y engaños con los que ha traicionado y defraudado definitivamente a la ciudadanía la dirigencia del PVEM.
El PVEM, fundador en 1997 de la Federación de Partidos Verdes de América Latina, es además señalado por ecologistas mexicanos como una agrupación que tiene pocos conocimientos sobre la materia que dice defender y que su funcionamiento político está basado en intereses familiares.
De los cinco senadores y 17 diputados con que cuenta este partido en México, ninguno registra en su hoja de vida experiencia ni estudios mayores en temas ambientales, comentan los activistas consultados.
Por otra parte, el Instituto Federal Electoral (IFE) multó el año pasado al partido verde mexicano por excederse en los gastos permitidos por ley para los recursos procedentes de aportes privados en la campaña electoral de 2000, en la que ganó la presidencia Vicente Fox, a quien apoyó.
En la actualidad lo investigan por tener vigentes estatutos que, según denuncias ante el IFE, permiten a los dirigentes del grupo mantenerse en sus cargos sin procesos democráticos de por medio como indican las normas.
Luego de divulgarse el vídeo que acusa a González, que a sus 31 años ya es senador y presidente del partido, Arturo Sánchez, consejero del Instituto Federal Electoral, indicó que el PVEM será investigado nuevamente.
Si se comprueba que los últimos señalamientos son ciertos, las sanciones pueden ir desde una multa hasta la perdida de su registro como partido, expresó el funcionario. Eso sin descartar una posible denuncia penal.
Dirigentes de diversos partido políticos dijeron estar indignados por el supuesto acto de corrupción y anunciaron que investigarán el asunto.
El PVEM es un partido que de ecologista no tiene nada, a ellos sólo les interesa el poder y el dinero, expresó Aridjis. Yo espero que este escándalo represente la muerte del partido verde tal como lo conocemos hoy y que de sus cenizas resurja uno verdadero que realmente sea ecologista, pues México lo necesita, añadió.
Según Calvillo, de Greenpeace, el partido verde no tiene rango de agrupación ecologista, pues no trabaja por las causas de preservación del ambiente.
El año pasado, Juan Behrend, secretario general del Partido de los Verdes en el Parlamento Europeo, manifestó al semanario Cambio que su agrupación ha perdido la confianza con el PVEM y que le ha solicitado la democratización de sus estructuras.
En cambio, la senadora Sara Castellanos, del PVEM, se defiende. Todas las acusaciones contra el partido son parte de una campaña generada tras su ruptura con el gobierno de Fox, afirmó.
En 2001, la agrupación ambientalista dio por terminado su apoyo político al mandatario con el argumento de que el gobierno incumplió con sus promesas de campaña.
El vídeo difundido sobre el presunto acto de corrupción para construir un centro turístico en Cancún, es un burdo montaje, señaló en un comunicado el mismo PVEM.
Fundado en 1986, el PVEM es hoy la cuarta fuerza política del país, detrás del tradicional Partido Revolucionario Institucional (PRI), el conservador Acción Nacional (PAN) de Fox, y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En su historia, han desfilado por los puestos directivos amigos y parientes de la familia González, que es dueña de una cadena de farmacias, firmas constructoras y distribuidores de maquinaria pesada. Además, ex militantes de ese partido sostienen que toda voz crítica interna es acallada con amenazas y expulsiones.
Aunque nunca ha superado el cinco por ciento de los votos en las elecciones, el grupo se mantiene en vigencia por diversas alianzas que ha realizado en momentos diferentes con el PRD, el PRI y el PAN.
No obstante su cuarto puesto entre los partidos mexicanos, es el único de su tipo en América Latina que tiene tal poder. El Partido Verde de Brasil es otro que reivindica las causas ambientales, pero su poder es marginal, y en Chile el Partido Verde, creado en 1988, desapareció para luego unirse al Partido Humanista.
También hay agrupaciones políticas ecologistas en Uruguay, pero sin representación política formal ni parlamentaria, y en otros países como Perú y Colombia no han logrado o buscado reconocimiento electoral. En Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Paraguay, simplemente no existen partidos políticos verdes.
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