Piscicultura con energía solar alimenta a indígenas en Amazonia peruana

Primera cosecha de peces amazónicos en uno de los estanques que contribuyen a la seguridad alimentaria de las familias indígenas, empleando energía solar. La experiencia se prevé replicarse en una segunda etapa a más comunidades indígenas de dos provincias de la Amazonia peruana. Imagen: Corpi-SL

LIMA – “Con nuestra organización estamos mostrando que sí es posible hacer el camino hacia la transición energética y no depender del petróleo”, remarca en la Amazonia peruana Elaina  Shajian, presidenta de la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas de San Lorenzo (Corpi-SL).

Shajian es una lideresa awajún, uno de los 51 pueblos indígenas amazónicos de Perú, país sudamericano caracterizado por ser pluricultural y pluriétnico. Con una población estimada en 34 millones de habitantes, casi 17 % tiene un idioma nativo como lengua materna.

Pese a la estabilidad de sus cifras macroeconómicas, la pobreza afecta a cerca de la tercera parte de los habitantes de Perú, con más fuerza a la población indígena, como son los ocho pueblos que integran la Corpi-SL, en las provincias de Datem del Marañón y Alto Amazonas.

Estas son parte de las ocho que conforman el departamento amazónico de Loreto, la región más extensa del país, pues cubre 28 % de su territorio. De su población de poco más de un millón, 43 % se encuentra en pobreza según cifras oficiales y en las dos provincias donde actúa la coordinadora supera ese promedio con 52 % y 56 %.

Por los derrames de petróleo nuestra gente no tiene con qué alimentarse porque disminuyen los peces en los ríos y los que quedan están contaminados. Ahora tenemos dos estanques con más de dos millares de peces que manejamos a través de energía solar”: Elaina  Shajian.

La inseguridad alimentaria en la zona está agravada con la contaminación de las fuentes de agua por los derrames de petróleo del oleoducto Nor Peruano que atraviesa su territorio desde hace 50 años. Una realidad que motivó una experiencia que apuesta por dotar de alimentos a la población, generar ingresos propios para la organización y emplear energía solar.

“La iniciativa de la piscigranja nació de una necesidad, en diálogo con la organización Mocicc. Por los derrames de petróleo nuestra gente no tiene con qué alimentarse porque disminuyen los peces en los ríos y los que quedan están contaminados. Ahora tenemos dos estanques con más de dos millares de peces que manejamos a través de energía solar”, contó a IPS la lideresa Shajiam desde San Lorenzo, capital de Datem del Marañón.

La lideresa indígena del pueblo awajún, Elaina Shajian, presidenta de la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas de San Lorenzo, de la región de Loreto, en la Amazonia del Perú. Su organización lidera una iniciativa de producción sostenible de peces, con el soporte de energía solar. Imagen: Corpi-SL

Los efectos del cambio climático y las actividades extractivas golpean el bienestar de las poblaciones indígenas de la zona. Alimentarse es un desafío, el pescado, base de su dieta, es cada vez más escaso y caro. Es cada vez más difícil pescarlo en los ríos y su precio es inalcanzable en los mercados donde el kilo puede alcanzar más de 12 dólares, detalló la presidenta de la Corpi-SL.

El impacto en la salud y bienestar de la infancia es directo. Cifras oficiales reportan que en 2024 la anemia entre niñas y niños de seis a 35 meses residentes en áreas rurales del país, como son las dos provincias mencionadas, bordeó el 52 %, superando el promedio nacional de 43 %.

Además de ser una alternativa para mejorar su alimentación en base a decisiones autónomas y de acuerdo a las necesidades de sus comunidades, la experiencia piscícola es una evidencia local de que se puede contar con otras fuentes de energía además de los combustibles fósiles, causantes de daños ambientales y a la salud de las personas constatables en la zona.

“Corpi-SL es como el papá de los pueblos indígenas, alberga a 579 comunidades a las que ahora puede mostrar que se puede caminar hacia la transición energética. No es solo un discurso o hablar, sino que vean que hay soluciones propias para garantizar nuestra alimentación de hoy y para el futuro, y sin depender del petróleo para contar con energía que nos permita desarrollar nuestras iniciativas y replicarlas”, remarcó Shajian.

Vista de los paneles solares instalados por el equipo técnico de la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas de San Lorenzo, en la región amazónica de Loreto, en Perú, en en alianza con el Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático, para impulsar la piscicultura sostenible en sus comunidades. Imagen: Corpi-SL

Energía solar como aliada

En el fundo (finca agrícola) Yachaykuna (escuela del saber, en lengua kichwa, uno de los pueblos amazónicos), un área de 51 hectáreas propiedad de Corpi-SL, ubicado cerca de San Lorenzo, funcionan las dos piscigranjas del centro de engorde de peces, con la energía solar como aliada clave.

La iniciativa cuenta con el apoyo del Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (Mocicc), plataforma de la sociedad civil peruana con 16 años de trabajo promoviendo respuestas concretas a la crisis climática y el desarrollo de las comunidades.

Augusto Durán, coordinador de su área de transición energética, dijo a IPS en la sede de la institución, en Lima, que es importante articular las propuestas de políticas públicas con el trabajo en los territorios donde se viven las afectaciones de las actividades extractivas como la del petróleo.

Fue así como se tejió la propuesta con Corpi-SL para implementar un proyecto piloto que permitiera aprovechar el espacio en el que tiempo atrás se intentó sembrar peces y que no prosperó, entre otras razones, porque el fundo carecía de energía eléctrica.

“Acordamos implementar una pequeña planta de paneles solares que en una primera etapa dotara de energía eléctrica al centro de engorde de peces. Y para completar la experiencia de transición energética, esa energía renovable sería una alternativa al petróleo”, indicó Durán.

Detalló que con el centro energizado y habiendo habilitado la primera poza, se compraron 3000 alevines de dos especies amazónicas: paco (Piaractus brachypomus) y gamitana (Colossoma macropomum). Con la segunda poza, se distribuyeron los peces en  un mayor espacio y se les mantuvo con alimento balanceado, lo que hizo que engordaran hasta alcanzar los 600 gramos.

Tras seis meses de haber sembrado los peces en sus dos estanques piscícolas, integrantes de los ocho pueblos indígenas que conformar una corporación en la Amazonia peruana compartieron el 14 de junio en una finca colectiva un almuerzo con las dos especies cosechadas: paco y gamitana. Imagen: Corpi-SL

Su sabrosura se disfrutó con la primera cosecha realizada el 14 de junio, en un almuerzo de confraternidad, tras la asamblea del consejo ampliado de las 31 federaciones que conforman la Corpi-SL. Habían pasado seis meses desde la siembra de los primeros peces.

Durán destacó el funcionamiento del sistema: se instalaron seis placas solares con 900 kilovatios sobre una estructura de cuatro patas, mientras que en la caseta de seguridad del fundo se colocaron las baterías que almacenan la energía solar durante el día y se redistribuye en las noches.

“El sistema es automático, apenas sale el sol se produce energía eléctrica, que poco a poco se almacena en tres baterías grandes que pueden alimentar electrodomésticos, una congeladora, televisor, la radio, iluminar el área y dar mantenimiento a los dos equipos de oxigenación y otros de las cochas (estanques)”, añadió.

También explicó que las baterías, de litio, tienen una vida útil de 10 años extensibles a 20 con un buen cuidado, mientras que los paneles pueden durar más de una década.

“El kit de paneles, baterías, conversor y cables costó cerca de seis mil soles (1675 dólares). Es una gran inversión porque permite tener energía a bajo costo para desarrollar iniciativas productivas y replicarlas”, puntualizó Durán.

El fundo carecía de energía eléctrica y si tuvieran que pagar por el servicio el costo sería en promedio 28 dólares mensuales, por lo que en seis años ya habrían recuperado su inversión.

Augusto Durán, coordinador de transición energética de Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático, en su oficina en Lima. El especialista cree prioritario avanzar hacia una transición energética que tome en cuenta la situación diferenciada de los territorio de Perú, en particular las comunidades indígenas amazónicas. Imagen: Mariela Jara / IPS

 Energía las 24 horas

Para hacer sostenible la experiencia, Corpi-SL elaboró un plan que incluye la venta del paco y de la gamitana en restaurantes y mercados locales, y con los ingresos adquirir otros 3000 alevines para ir reponiendo e incrementando la cosecha, así como ir fortaleciendo la propia organización.

“Una segunda etapa del proyecto considera un centro de levante (cría) de alevines que también funcionará con paneles solares”, adelantó Durán.

La propuesta incluye la capacitación a las federaciones que son base de la Coordinadora para que puedan contar luego con sus propios centros de engorde de peces y seguir así multiplicando la iniciativa.

Alan Ruiz, técnico de Corpi-SL, está a cargo de la producción de peces, del acondicionamiento de los estanques, siembra, monitoreo y cosecha, y de capacitar a las comunidades donde se realizará la transferencia de esta tecnología.

También desde la urbe de San Lorenzo, precisó a IPS que la base es que cuentan las 24 horas del día con la energía fotovoltaica a través de los paneles solares.

Sobre los planes de la organización, sostuvo que el proyecto es contar con un centro de reproducción de peces amazónicos, y no solo de engorde, así que será necesario repotenciar los paneles y baterías para poder atender las nuevas demandas que se requerirán.

“La energía solar es un aliado en la acuicultura, el movimiento indígena maneja peces amazónicos y nos ayuda a mejorar procesos en las diferentes etapas del cultivo y producción”, subrayó.

Una de las fuentes de agua donde se sembraron alevines de dos especies de peces amazónicos para su engorde y posterior cosecha, en una iniciativa de una coordinadora de pueblos indígenas con respaldo de energía solar, en la provincia de Datem del Marañón, en la región amazónica de Loreto, en Perú. Imagen: Corpi-SL

Transición energética justa y popular

Dejar los combustibles fósiles y apostar por energías renovables es parte de la agenda del Mocicc como parte de dos de sus prioridades: impulsar la caída de los gases de efecto invernadero y detener la pérdida de ecosistemas en la Amazonia, que está afectando la calidad de vida de sus habitantes.

Así lo detalló en diálogo con IPS Micaela Guillén, coordinadora nacional de la institución.

“Es urgente una transición energética justa, con decisión de la gente. Por eso decimos transición energética justa y popular. Implica un proceso para que tengan energía en sus comunidades, junto con remediación, reparación, mejora de las condiciones de vida en zonas impactadas”, dijo.

Sustentó que así surgió la idea construida junto con Corpi-SL de que la demanda política de transición energética no puede desvincularse del tema económico.

“Hablamos de estas comunidades que son históricamente dependientes de la extracción del petróleo por las economías que se generan alrededor, y de la posición del Estado de que la única forma de poder seguir brindándoles apoyo es mantener la situación extractiva actual”, afirmó.

Guillén resaltó que así como el centro de engorde de peces, existen en la Amazonia otras experiencias de economías alternativas haciendo frente a la precariedad en que están sus comunidades por el extractivismo.

Ante esa realidad, “sigue sorprendiendo la posición del Estado de negar la posibilidad de estas economías locales, de la dinamización de alternativas incluso para un tema de alimentación”, dijo.

Cuestionó la falta de voluntad política del gobierno, reiterada en el último discurso presidencial de la mandataria peruana Dina Boluarte, ampliamente rechazada por la población.

“Habló de seguir expandiendo las actividades extractivas, vinculadas además a la transición energética del norte global, cuando allí están haciendo cambios de la matriz de energía pero no de la matriz de consumo”, recordó Guillén.

Criticó que “van por renovables, pero para poder abastecer la cantidad de energía que demandan las grandes empresas, las ciudades, necesitan paneles solares y hélices eólicas en cantidad”.

ED: EG

 

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