ULÁN BATOR – La joven Gereltuya Bayanmukh aún recuerda los sucesos de su infancia que la inspiraron a convertirse en activista climática. De niña, visitaba a sus abuelos en una aldea a 20 kilómetros de la frontera entre Rusia y Mongolia, en el norte del país.
Le alegraba ver cómo en cada asentamiento los pobladores nómadas abastecían sus yurtas, sus viviendas portátiles tradicionales, con energía solar.
«Recuerdo ver a los vecinos con un panel solar y una batería para acumular energía. Encendían las luces y veían la televisión con energía solar. Hoy en día, incluso tienen refrigeradores», cuenta.
Pensaba que los pastores habían tomado una decisión consciente sobre su estilo de vida y comprendían la necesidad del momento ante la inminente crisis climática: cambiar a energías renovables y construir un futuro más seguro.
“Esta fue la razón por la que me convertí en activista climática”, dice ahora.
Aunque su idea de que su comunidad lograría la autosuficiencia con energía renovable fuera ingenua, los hallazgos sobre lo que implicaba este sistema revelaron algo más.
“Más tarde supe que los paneles solares estaban parcialmente subvencionados por el gobierno como parte del programa nacional de energía solar para 100 000 hogares nómadas”, dice.
Lo que percibió resultó ser un programa nacional de energía renovable del gobierno de Mongolia para los pastores nómadas.
El programa, denominado Programa Nacional de Electricidad para 100 000 Gers (el nombre mongol para las yurtas) Solares, introducido en el año 2000, proporcionó a los pastores sistemas solares fotovoltaicos portátiles para sus hogares que complementan su estilo de vida nómada tradicional.
Al menos 30 % de la población de Mongolia, de unos 3,7 millones, está compuesta por pastores nómadas. Antes del año 2000, cuando entró en vigor el programa, los pastores tenían acceso limitado o nulo a la electricidad moderna.
Para 2005, el gobierno logró equipar a más de 30 000 familias de pastores gracias a fondos de varios países donantes.
Sin embargo, el esfuerzo de electrificación a gran escala para los pastores comenzó a estancarse.
El informe de auditoría aduanera de 2006 a mitad del periodo de implementación del programa y elaborado por el Comité Permanente de Medio Ambiente, Alimentación y Agricultura del Parlamento, arrojó revelaciones alarmantes.
En su fase inicial, el programa estuvo mal gestionado: no hubo control sobre el proceso de distribución, y algunas unidades entregadas a zonas locales terminaron en manos de no residentes que incumplían el contrato. Se incumplió el número previsto de generadores, se malversaron los fondos del programa y no se pudieron reembolsar los préstamos dentro del plazo contractual.
Sin embargo, en la tercera fase (2006-2012), el programa logró ampliar su implementación con el apoyo de varios donantes internacionales, incluido el Banco Mundial.
“Al principio, pensé que era fantástico que hubiéramos empezado con la transición a las energías renovables, dando acceso a energías renovables a un precio más bajo. Y eso que era 1999. Tenía solo cuatro años. Creo que estábamos en camino de construir un futuro como este. Como lo visualizamos aquí: el futuro del nomadismo verde”, asegura Gereltuya.
Sin embargo, añade, “mi optimismo se desvaneció cuando leí el informe de auditoría de mitad de período y descubrí que el programa había tenido una gestión (tan) deficiente como la primera parte. Solo con la ayuda de los socios internacionales el programa tuvo un buen resultado”.
Gereltuya es cofundadora y directora de la junta directiva de su oenegé, Green Dot Climate (GDC, en inglés), que se centra en empoderar a los jóvenes como activistas climáticos y en crear conciencia y desarrollar habilidades prácticas para la acción climática.
Uno de los lemas de su organización es la de cambiar las actitudes y prácticas de los jóvenes y del pueblo mongol en torno a los problemas del cambio climático, así como a las soluciones.
En 2024, GDC logró llegar a más de medio millón de mongoles, incluyendo nómadas, ayudándolos a ser más conscientes del medio ambiente y empoderando a los jóvenes para que sean activistas climáticos, creadores y protagonistas.
“El año pasado, llegamos a más de medio millón de mongoles. Nuestra comunidad juvenil Punto Verde ha registrado más de 100 000 acciones climáticas individuales”, detalla la activista.
Como resultado, añade, “se ahorraron más de 700 000 kilogramos de CO₂, 25 litros de agua y 80 000 kilovatios-hora de energía”.
“Nuestro objetivo es alcanzar un millón de acciones colectivas, una comunidad más fuerte y un mínimo de 50 proyectos climáticos colaborativos en Mongolia”, aseguró Gereltuya en 2023 durante su discurso como delegada de su país en la Cumbre Un Mundo Joven, que reúne a jóvenes líderes de todo el mundo para debatir sobre problemas globales.
Los nómadas de Mongolia en el sistema energético actual
Mongolia, como país, depende en gran medida del carbón para la producción energética, que representa 90 % de su producción.
En cuanto a la transición justa, el gobierno de Ulán Bator aspira a una cuota de energía renovable de 30 % de su capacidad instalada para 2030, tal como se establece en la Política Estatal de Energía 2015-2030.
Este país de Asia oriental, enclavado entre China y Rusia, también se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 22,7 % para 2030, mientras que el sector energético representa 44,78 % de las emisiones totales en 2020, según el Segundo Informe Bienal de Actualización de Mongolia.
La GDC de Gereltuya ha estado mapeando los sistemas energéticos de Mongolia durante los últimos años. A partir de 2024, el sector eléctrico de Mongolia depende de plantas de cogeneración (CHP) y de importaciones de Rusia y China para satisfacer su demanda de electricidad.
Solo 7 % de su energía instalada total proviene de fuentes renovables, y el Sistema Energético Central representa más de 80 % de la demanda total de electricidad.
Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.
«Hemos descubierto que unos 200 000 hogares siguen sin contabilizarse en los cálculos de la red eléctrica centralizada. Es probable que se trate de las mismas familias nómadas o de generaciones posteriores que probablemente adoptaron sus primeros sistemas solares hace al menos dos décadas», explica la activista.
Gereltuya afirma que su organización comparó meticulosamente los datos recientes sobre hogares citados por la Comisión Reguladora de Energía de Mongolia con los del número total de hogares según el Servicio de Información Estadística de Mongolia para encontrar las cifras faltantes.
Un camino lento hacía la menor dependencia de los fósiles
Si bien Mongolia se ha comprometido a aumentar su cuota de energía renovable a 30 % para 2030, aún está muy rezagada en la carrera por alcanzar este objetivo.
En la presentación de su contribución determinada a nivel nacional (NDC, en inglés) enviado en 2020 a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc), Mongolia fijó su objetivo de mitigación en una reducción de 22,7 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030.
Estableció incluso que esa meta podría subir hasta 27,2 % si se implementan medidas de mitigación condicionales, como la captura y el almacenamiento de carbono y la tecnología de conversión de residuos en energía.
Además, si se determinan acciones y medidas para reducir las emisiones de GEI con base en sus bosques, el objetivo total de mitigación se elevaría a 44,9 % para 2030.
“En lugar de centrarse en descarbonizar su economía basada en el carbón, Mongolia optó por centrarse en los procesos de secuestro y absorción de carbono para reducir sus emisiones», lamenta la activista.
A su juicio, «esto sugiere que, a pesar de nuestras numerosas promesas, políticas y esfuerzos previos para integrar las energías renovables, podríamos terminar en un escenario descontrolado».
Eso representa «un caso de mala gobernanza, estancamiento y círculos viciosos”, dijo Gereltuya.
Recomendaciones para el sector energético de Mongolia
La organización GDC ha participado activamente en la encuesta «Mes de la Tierra 2025», cuyo objetivo es recopilar recomendaciones específicas de los jóvenes del país para la nueva NDC que el gobierno mongol va a presentar en la COP30, la cumbre climática que se celebrará en Brasil en noviembre.
Gereltuya comparte algunas recomendaciones que, en su opinión, pueden ayudar a mejorar los sistemas energéticos del país.
En cuanto a la demanda, los hogares sin conexión a la red eléctrica deberían actualizar y mejorar sus sistemas de energía solar, especialmente ahora que las soluciones son mucho más económicas y eficientes.
Según el Informe sobre el Clima y el Desarrollo de Mongolia de 2024 del Banco Mundial, se estimó que la tarifa residencial promedio de electricidad en Mongolia era 40 % inferior a la recuperación de costos, y los subsidios representaban 3,5 % del producto interno bruto (PIB) del país en 2022.
La falta de recuperación de costos obstaculizó los esfuerzos para mejorar la eficiencia energética y la inversión en energías renovables. En este contexto, quienes están conectados a la red eléctrica deberían pagar más por su consumo de energía para reflejar el costo real de la producción energética y apoyar las tarifas de alimentación de energías renovables.
Debería haber un voto ciudadano responsable que exija mejores políticas e implementaciones, y no que las negocia por ganancias a corto plazo.
En cuanto a la oferta, es necesario detener de inmediato los nuevos proyectos de combustibles fósiles: hay al menos seis proyectos de este tipo en marcha, incluyendo un proyecto internacional en el marco de la actual Política de Reactivación Energética de Mongolia.
En segundo lugar, la infraestructura eléctrica de Mongolia necesita mejoras significativas. Como este año el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la infraestructura del país es obsoleta, ineficiente y está fuertemente subsidiada.
En tercer lugar, se debe aprovechar al máximo la capacidad energética instalada, que se encuentra en tan solo 30 %, debido en gran medida a la ineficiencia de la infraestructura.
En cuarto lugar, se debe quintuplicar la capacidad total de energía renovable para satisfacer la demanda, lo que significa 15 veces la energía producida en plena demanda. Y se debe eliminar gradualmente la energía basada en carbón, reemplazándola por energía totalmente renovable.
T: MLM / ED: EG