GINEBRA – El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó este martes 13 su preocupación por la deportación desde Estados Unidos, en lo que va de año, de un elevado número de personas a países distintos a los de su origen.
Türk dijo que “esta situación es altamente preocupante en cuanto a una amplia gama de derechos que son fundamentales tanto en virtud del derecho estadounidense como del derecho internacional”.
Ellos son “los derechos a las garantías procesales, a la protección frente a la detención arbitraria, a la igualdad ante la ley, a la protección contra la tortura u otro daño irreparable en otros Estados, y a un recurso efectivo”, precisó.
Según datos oficiales estadounidenses, entre el 20 de enero y el 29 de abril de 2025, 142 000 personas fueron deportadas desde Estados Unidos. En particular, la suerte y el paradero de al menos 245 venezolanos y unos 30 salvadoreños expulsados a El Salvador siguen sin esclarecerse.
Muchos de ellos fueron deportados en virtud del Alien Enemies Act (Ley de Enemigos Extranjeros) como presuntos miembros de grupos criminales específicos.
Están presuntamente detenidos en la cárcel Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador, “un lugar donde los detenidos reciben un trato particularmente duro, sin acceso a representación legal o a sus familiares y sin otro contacto con el mundo exterior”, indica la declaración de Türk.
Su oficina (Acnudh) ha obtenido información, a través de familiares y abogados, sobre más de 100 venezolanos que estarían detenidos en el Cecot.
Esa información indica que muchos de los detenidos no fueron informados de la intención del gobierno de Estados Unidos de deportarlos para ser detenidos en un tercer país, que muchos no tuvieron acceso a un abogado y que no pudieron recurrir la legalidad de su deportación antes de ser expulsados.
Hasta la fecha, ni las autoridades estadounidenses ni las salvadoreñas han publicado listas oficiales de los detenidos, y su situación legal en El Salvador sigue sin estar clara, recuerda Acnudh.
Muchos de los familiares entrevistados por la oficina expresaron su profunda angustia por no saber dónde, y en qué circunstancias, están detenidos sus seres queridos.
Algunos de ellos solamente se enteraron cuando reconocieron a sus familiares en vídeos publicados en redes sociales en los que aparecían en el Cecot o siendo trasladados hacia este centro.
Según la información recibida, las personas trasladadas de Estados Unidos a El Salvador no han podido hasta ahora ejercer efectivamente su derecho a recurrir su detención en ese centro.
Türk dijo que “las familias con las que hemos hablado han expresado una sensación de total impotencia ante lo ocurrido, y su dolor al ver a sus familiares calificados y tratados como delincuentes violentos, incluso terroristas, sin que ningún tribunal haya dictaminado la validez de lo que se afirma contra ellos”.
“La forma en que algunos fueron detenidos y deportados, incluso encadenados, así como la retórica degradante contra las personas migrantes, también ha sido extremadamente preocupante”, agregó el alto comisionado.
Por todo ello “saludo el papel esencial que el poder judicial, la comunidad jurídica y la sociedad civil de Estados Unidos están desempeñando para garantizar la protección de los derechos humanos en este contexto”, expresó.
Informó que “he instado al gobierno de Estados Unidos a que adopte las medidas necesarias para garantizar el debido proceso y dar efecto rápido y pleno a las decisiones de sus tribunales”.
Asimismo, ha hecho énfasis en la necesidad de “salvaguardar los derechos de los niños y poner fin a la expulsión de cualquier persona a cualquier país en el que exista un riesgo real de tortura u otro daño irreparable”.
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