BUENOS AIRES – Empezaron a llegar masivamente a Argentina en la segunda mitad de 2022, meses después de la invasión rusa a Ucrania. Son mujeres rusas embarazadas que aterrizan en la capital para parir, con la ilusión de acceder al pasaporte argentino, ante el rechazo que hoy despierta en muchos países el ruso. Se investiga si son estafadas por organizaciones con falsas promesas.
“De los 985 partos que atendimos en 2022, 85 fueron de mujeres rusas y 37 de ellos fueron en diciembre. Esta tendencia continuó en enero y lo que va de febrero”, dijo a IPS Liliana Voto, Jefa del Departamento Materno Infanto Juvenil en el Hospital Fernández, uno de los centros de salud pública más reconocidos en la capital argentina, ubicado en el barrio de Palermo.
“Algunas llegan con un intérprete y otras se manejan con el traductor del teléfono. No les preguntamos cómo llegaron a la Argentina, pero es evidente que hay una organización detrás”, añade Voto.
En este país sudamericano los centros públicos de salud atienden gratuitamente a los pacientes, tengan o no documentos argentinos.
El tema explotó entre el miércoles 8 y el jueves 9, cuando las autoridades migratorias detuvieron en el aeropuerto internacional de Ezeiza a seis mujeres rusas embarazadas que acaban de aterrizar, bajo el cargo de ser “falsas turistas”.
Las seis presentaron hábeas corpus y un juez federal ordenó el viernes 10 que se autorizara su ingreso al país, luego de que pasaran, en algún caso, más de 48 horas en un sillón del aeropuerto.
La sentencia de Luis Armella señaló que la decisión de la autoridad puso a las mujeres en una situación de vulnerabilidad que afectó sus derechos “a la debida asistencia médica, a la alimentación, al aseo y al descanso” y permitió su ingreso para proteger también los derechos de los niños por nacer.
Además, el juez ordenó que, en una causa penal, se investigue si existe una organización que promueve la llegada de mujeres rusas embarazadas y estafa a las mujeres o ha cometido otros delitos. En la investigación se decretó el secreto de sumario.
“Una cosa son las redes de tráfico de personas, que hacen promesas que no son ciertas a cambios de fuertes sumas de dinero y otra cosa son los derechos de las mujeres a ingresar a la Argentina y tener sus hijos aquí. Ellas son víctimas”: Christian Rubilar.
La misma noche del viernes 10, poco después de la resolución judicial, llegaron a Buenos Aires 33 ciudadanas rusas con embarazos de entre 32 y 34 semanas, en un vuelo de Ethiopian Airlines procedente de Addis Abeba. No hay vuelos directos entre Rusia y Argentina.
Según informó la directora nacional de Migraciones, Florencia Carignano, en 2022 ingresaron a la Argentina 10 500 personas de nacionalidad rusa y 5819 de ellas eran mujeres embarazadas.
Migraciones realizó una investigación en la que entrevistó a 350 embarazadas rusas en Argentina. Así, descubrió que existe una organización que “les ofrece, a cambio de una suma importante, un paquete de turismo de parto con el pasaporte argentino como principal motivo del viaje”, detalló Carignano en Twitter.
“Argentina tiene historia y legislación que abrazan a los migrantes que eligen vivir en el país en busca de un futuro mejor. Esto no avala que organizaciones mafiosas (se) lucren ofreciendo con artilugios obtener nuestro pasaporte a personas que no quieren residir en nuestro país”, agregó.
La ley nacional da derecho a obtener de manera inmediata la residencia permanente, a los extranjeros que tengan un hijo argentino, en un trámite que demora pocos meses. Para obtener la ciudadanía es necesario acreditar dos años de interrumpida de residencia en el país, en una gestión que se realiza ante la Justicia Federal.
“La ciudadanía es un trámite difícil, que demora muchos años. Si las organizaciones les prometen a las mujeres rusas el pasaporte en pocos meses, les mienten o hay un hecho de corrupción detrás”, dijo a IPS Lourdes Rivadeneyra, coordinadora del Programa de Migrantes y Refugiados en el Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi).
Los derechos en Argentina
“Una cosa son las redes de tráfico de personas, que hacen promesas que no son ciertas a cambios de fuertes sumas de dinero y otra cosa son los derechos de las mujeres a ingresar a la Argentina y tener sus hijos aquí. Ellas son víctimas”, afirmó a IPS Christian Rubilar, abogado de tres de las seis mujeres que fueron detenidas en Ezeiza.
Rubilar recordó que la Constitución Nacional garantiza los derechos esenciales “para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”, lo que, naturalmente, incluye a las mujeres. Añadió que no existe en la legislación la figura del falso turista, por lo que Migraciones se excedió en sus atribuciones al no dejarlas ingresar.
Argentina es un país que se nutrió de olas de migración europea desde fines del siglo XIX y hasta la mitad del siglo XX. Ello marcó en su ciudadanía y en su legislación el respeto a los derechos de los migrantes, considerándose una tierra de acogida de extranjeros en problemas, como en años recientes los venezolanos, llegados en forma masiva.
Desde el 24 de febrero de 2022, cuando el presidente Vladimir Putin decidió invadir Ucrania, comenzó una masiva salida de población de Rusia, con los que algunos han hablado de un tercer éxodo histórico, luego del que siguió a la Revolución Rusa, en 1917, y a la caída de la Unión Soviética, en 1989.
Aunque no hay datos oficiales, recientemente el diario inglés The Guardian estimó entre 500 000 y un millón de personas las emigradas desde el comienzo de la guerra. Se van por temor a ser enviados al frente de batalla, por estar enfrentados al gobierno o por las consecuencias de las sanciones económicas internacionales, entre otros motivos.
Según se puede comprobar rápidamente en una búsqueda en internet, en Argentina funcionan organizaciones que prometen a mujeres rusas que tengan a sus hijos en el país sudamericano que ellas y sus maridos, como padres, podrán obtener la ciudadanía en poco tiempo.
“Parto en Argentina. Ayudamos a mudarse a Argentina, obtener la residencia permanente y un pasaporte, lo que abre la entrada sin visa a 170 países del mundo”, anuncia la página web de RuArgentina, que ofrece un paquete que incluye alojamiento en Buenos Aires, asistencia médica, ayuda de un traductor y gestión de documentos, entre otros servicios a embarazadas.
El creador de RuArgentina es un ruso residente en Argentina, Kirill Makoveev, quien habló en un canal de TV y afirmó que “las razones por la que nuestros clientes vienen a la Argentina son varias; algunos buscan el pasaporte porque el pasaporte ruso es tóxico ahora. Entonces, nosotros decimos que acá hay una Constitución nacional y leyes migratorias que te permiten obtener este pasaporte sin romper la ley”.
En la embajada rusa en Buenos Aires no respondieron la consulta de IPS, pero las embarazadas no han sido defendidas por la comunidad rusa en la Argentina.
“No vienen a la Argentina como inmigrantes, para trabajar y buscar un mejor futuro, como hicieron muchos rusos en distintas oleadas de inmigración. Vienen a usar a la Argentina como trampolín para irse a países de Europa Occidental o a Estados Unidos”, señaló a IPS Silvana Yarmolyuk, directora del Consejo Coordinador de Organizaciones de Compatriotas rusos en Argentina, que agrupa a 23 instituciones de la colectividad de todo el país.
Yarmolyuk, nacida en Argentina e hija de padre ucraniano y madre rusa, afirma que quienes están viniendo son personas de buen nivel económico que aprovechan la apertura de la Argentina para recibir extranjeros:.
“Solo el pasaje de Rusia a la Argentina cuesta unos 3000 dólares”, advierte y expresa sus temores por la situación: “El peligro es que esto contribuya a aumentar la extensión de la rusofobia, que nos está dañando a todos”.
ED: EG