BACADÉHUACHI, México – A unas seis horas de la frontera de Estados Unidos en la cordillera del desierto de Sonora en México, yace un depósito de litio denominado como «el más grande del mundo».
El depósito ha atraído la atención mediática desde hace unos años, pero después de que decenas de medios afirmaran que la reserva era la más grande del planeta, el servicio geológico mexicano y la cámara minera mexicana declararon que el litio en el depósito de Sonora no es una reserva significativa.
La directora del servicio geológico Flor de María Harp fue citada diciendo que el litio en Sonora es, en realidad, «sólo arcilla», haciendo referencia a que el litio de Sonora se encuentra en arcilla en lugar de salmuera; una característica que requiere tecnología especial y potencialmente costosa para extraer.
A medida que han circulado dudas sobre los yacimientos, los avances en la exploración han parecido ralentizarse por parte de Bacanora Lithium, la empresa -ahora de propiedad china y antes de Reino Unido- que posee diez concesiones en Sonora.
Mientras tanto, el debate en torno a la nacionalización del litio, impulsado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha suscitado inquietudes sobre el futuro papel de las empresas privadas en el sector.
En medio de estas incertidumbres, Diálogo Chino viajó a Sonora para ver cómo avanzaba el proyecto y escuchar a los residentes locales atrapados entre las promesas y los peligros de un potencial boom minero.
Un pueblo a la espera de un cambio
El 26 de julio, visité el campamento de exploración minera con la esperanza de obtener respuestas: ¿qué había detrás del acertijo del litio? El ganado y los cactus formados en fila acompañaban los caminos de tierra, mientras los cardenales rojos y las águilas volaban en círculos en el cielo.
El municipio de Bacadéhuachi actualmente alberga a menos de 1000 personas que han vivido el revuelo mediático alrededor de la reserva en su localidad durante los últimos dos años. Al acercarme al sitio del campamento minero pude ver como la roca que rodeaba el camino comenzó a volverse de color calcáreo.
En 2021 un informe del medio de comunicación con sede en Sonora Proyecto Puente, mostró que había actividad de exploración sustancial, al igual que las publicaciones en las redes sociales de Bacanora Lithium y su informe anual de 2021. Pero cuando llegué, el campamento minero parecía vacío y cubierto de maleza.
Al suroeste del campamento, que da a la estancia de La Ventana, largas raspaduras en tierra despejada son lo que parece quedar de la excavación que se hizo el año pasado.
Al igual que otros vecinos de Bacadéhuachi, Javier Figueroa, presidente del ejido de Bacadéhuachi (un sistema de propiedad colectiva de tierras agrícolas), quiere saber qué está pasando.
“No hemos sido informados de lo que está pasando con la mina de litio”, me dijo, y agregó que Bacanora Lithium se había acercado al ejido, que toma decisiones como un colectivo de propietarios, para solicitar el acceso a las tierras ejidales para para pasar con su maquinaria.
Figueroa dijo que las negociaciones se rompieron cuando Bacanora, la empresa que inicialmente compró la tierra, intentó dividir a los ejidatarios por la cuestión. También expresó una preocupación persistente de la población del pueblo con respecto a los costos ambientales de la minería de litio, considerando que ya se ha informado que la extracción de otros materiales en Sonora, rica en recursos, ha causado contaminación.
“Como hemos visto con otras minas en otros lugares, al final del día contaminan la agricultura… empezamos a ver deterioro ambiental en todos lados, no compensa”.
Uno de los peores accidentes mineros de México ocurrió a unos 180 kilómetros al este de Bacadéhuachi en 2014 cuando la minera Grupo México derramó casi 11 millones de galones de solución ácida de sulfato de cobre en el río Sonora. El río se contaminó, provocando enfermedades en los habitantes y matando a los animales que lo bebían; un desastre que vive en la memoria reciente de la población.
Francisco Villaescusa, conocido en la ciudad como “Pancho Paleta”, administra la tienda general en la calle principal de Bacadéhuachi, con vista a la plaza central bordeada de palmeras frente a la iglesia.
Villaescusa me dijo que muchas personas también han estado esperando que el depósito de litio devuelva la economía a la vida.
“Aquí no hay trabajo”, dijo. “Muchas personas se han ido para buscar trabajo en otro estado o en los Estados Unidos”. “Tal vez regresen si hay una empresa para la cual se pueda trabajar”.
Villaescusa me dijo que, desde que Telecoms Telégrafos, el servicio de telecomunicaciones administrado por el gobierno federal, cerró su tienda por la pandemia de Covid-19, él personalmente se hizo cargo de brindar servicios bancarios básicos para la ciudad, como pagos de facturas de servicios públicos y retiros de efectivo.
Entre los residentes de Bacadéhuachi con los que hablé, muchos repetían las mismas cosas: ‘aquí no hay trabajo’, ‘no hay agua’. La región se encuentra entre las más afectadas por la severa sequía en México.
Ocupando la esquina derecha de la pequeña tienda hay una vitrina con un cartel que dice «Medicina gratis».
En ausencia de un médico regular y de acceso financiero y físico a productos farmacéuticos, los residentes de Bacadéhuachi con diabetes, problemas cardíacos y gastritis a menudo encuentran alivio en el gabinete de Pancho Paleta, que se reabastece regularmente a través de una organización no gubernamental federal que redistribuye los medicamentos sobrantes de pacientes hospitalarios.
Los dueños de la mina: una línea de tiempo
El Proyecto Sonora Lithium, que comprende 10 concesiones, es operado por la empresa Bacanora Lithium, anteriormente canadiense-británica, que comenzó a comprar el terreno en 2009 y comenzó actividades menores de exploración en 2010.
La compañía instaló una planta piloto en la ciudad capital de Sonora, Hermosillo, en 2013, mientras que un estudio de factibilidad que se realizó en 2018 encontró que la minería de litio rentable podría ocurrir en los sitios.
En 2019, el gigante chino Ganfeng Lithium adquirió una participación de 29,9 % en el proyecto como inversor fundamental a medida que continuaban las actividades de exploración.
La empresa fue adquirida por Ganfeng a fines de 2021, y el director ejecutivo de Ganfeng, Xiaoshen Wang, fue nombrado presidente de Bacanora en enero.
Rafael Cabanillas, director general de programas de energía de la Secretaría de Economía del gobierno de Sonora enfatizó que aún no está claro cómo se extraerá el litio de Sonora como tal, o si requerirá un alta concentración de agua. Dijo que tanto el gobierno de Sonora como el federal están priorizando traer beneficios a Bacadéhuachi y al pueblo mexicano a través de LitioMx, la empresa nacional de litio y sus alianzas.
Mientras tanto, un reportaje del 12 de septiembre del medio mexicano N+ acusa a Bacanora de brindar «información incompleta, contradictoria y engañosa a los inversionistas y al gobierno mexicano» con respecto a la adquisición de las concesiones de Sonora por parte de la compañía, diciendo que una de las concesiones que Bacanora dice tener cubre 87 % del terreno que originalmente comprendía el proyecto, pero que actualmente no está asignado a la empresa.
N+ dice que la compañía ha utilizado la especulación para aumentar las ganancias sin extraer litio. En el informe, el senador del partido Morena y líder sindical minero, Napoleón Gómez Urrutia, también le dice a N+ que el gobierno federal está revisando todas las concesiones mineras de litio para ver si hubo algún problema con su adquisición, y que la nueva ley minera abordaría la especulación.
¿Cuál es el plan para el litio de Sonora?
Un informe anual de Bacanora de 2021 proyectó que Ganfeng designaría a un instituto de diseño chino para completar el FEED (Diseño de Ingeniería Frontal, que ocurre después de un estudio de factibilidad en proyectos mineros), “con diseños de sitios iniciales programados para el segundo trimestre de 2022”.
El informe también dijo que todas las demás actividades de ubicación del sitio de la planta se han completado; “Los trabajos para construir la carretera de construcción y el campo de trabajo inicial” han comenzado y “se espera que los trabajos en el sitio para el movimiento de tierras a granel comiencen a fines de 2022”.
Mientras tanto, un cronograma de desarrollo del proyecto en el sitio web de Bacanora afirma que los artículos de larga duración, que probablemente incluyan equipos y materiales importados, «se pedirán para su entrega a Sonora a finales de 2022 y principios de 2023», mientras que la «primera puesta en marcha de la planta de litio [está] prevista para finales del cuarto trimestre de 2023».
No obstante, subraya que estas fechas están sujetas a cambios.
Intenté numerosas veces concertar una entrevista con un portavoz de Bacanora para obtener una actualización sobre el estado actual del sitio y los planes a seguir, pero no recibí respuesta. Las solicitudes de comentarios de Ganfeng tampoco fueron respondidas.
Está claro que la empresa tiene la intención de continuar con la operación minera en Sonora. Contrataron a un superintendente de sostenibilidad y relaciones comunitarias y también anunciaron un gerente de proyecto. Sin embargo, hay pocos indicios de progreso en el sitio de la mina, ya que el campamento no parece más que una gran mancha de maleza y no se ve personal ni maquinaria de la empresa.
Un residente de Bacadéhuachi dijo que en las últimas semanas parece haber movimiento nuevamente en el proyecto, y algunos residentes respondieron consultas de presuntos familiares del personal de la empresa sobre casas disponibles para alquilar.
Nacionalizando el litio
López Obrador venía emitiendo declaraciones sobre la propiedad de México sobre el litio desde hace tiempo desde el descubrimiento de la mina, y decretó la creación de la estatal minera de litio, que se conocerá como Litio para México, abreviado como LitioMX el 23 de agosto. El 30 de agosto se anunció que la empresa tendrá su sede en Hermosillo con el gobierno del estado de Sonora.
“El litio es un mineral estratégico que debe permanecer bajo el control de la nación”, dijo el mandatario en una conferencia de prensa. “El litio importa mucho a quienes actúan como hegemonías. No podemos dejar este mineral estratégico al mercado”, agregó.
La propiedad de las concesiones también ha estado en el centro de atención, ya que México aprobó recientemente una ley para nacionalizar el litio como mineral estratégico para el país, lo que potencialmente prohibiría la propiedad extranjera de concesiones mineras de litio.
Esta medida también ha traído al gobierno de López Obrador un conflicto con sus socios comerciales norteamericanos, quienes afirman que esto viola el T-MEC .
Rafael Cabanillas , director general de programas de energía de la Secretaría de Economía del gobierno de Sonora, enfatizó que es temprano para el proyecto estatal. Dijo que una relación entre Bacanora y LitioMx “no se ha establecido”, pero espera que, en el futuro, LitioMx tenga relaciones con “universidades y centros de investigación, así como con empresas privadas”.
El decreto dice que LitioMx “dirigirá y controlará las actividades necesarias para la producción, transformación y distribución de productos derivados del litio, para lo cual podrá asociarse con otras instituciones públicas y privadas”, y el presidente López Obrador dijo en una reciente conferencia de prensa que se fomentaría la inversión privada en las operaciones de la empresa estatal.
El presidente también ha dicho que el litio de Sonora estará ligado a una economía local en energías renovables.
Candidatos políticos y funcionarios del partido Morena, de López Obrador, llegaron a Bacadéhuachi ante de las elecciones revocatorias de marzo de este año para hacer campaña, diciendo que el litio será nacionalizado y traerá prosperidad al pueblo.
Dejaron un cartel pintado que decía: ‘México no es tierra conquistada, eso se acabó, México se queda con el litio de Sonora’.
A medida que México ocupa este lugar posiblemente ambivalente en la transición de energía verde: nacionalizar el litio mientras se permite la explotación extranjera de su depósito insignia; minimizando la rentabilidad del litio en Sonora Lithium Project mientras resalta sus beneficios para la economía y la soberanía mexicanas: los residentes de Bacadéhuachi solo esperan no quedarse atrás.
Javier Romero, un residente de Bacadéhuachi, dijo que se sentía escéptico acerca de pensar en el litio como una salvación para el pueblo. “Dicen que es el oro nuevo, para hacer las baterías eléctricas”, me dijo mientras ajustaba los cables de la batería de su auto de décadas en la calle. “Lo creeré cuando lo vea”, sentenció.
Este artículo se publicó originalmente en la plataforma informativa Diálogo Chino.
RV: EG
