SAN TIAGO – Este año las economías de la región crecerán en promedio 1,8 por ciento, en vez de 2,1 por ciento como se estimó en enero, debido a la conmoción global desatada por la guerra en Ucrania, indicó un nuevo informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El conflicto en Europa oriental “abrió una nueva fuente de incertidumbre para la economía mundial y está afectando negativamente el crecimiento global, estimado en 3,3 %, un punto porcentual menos de lo que se proyectaba antes del inicio de las hostilidades”, reza el informe del organismo de las Naciones Unidas con sede en Santiago de Chile.
Se destaca que, en el ámbito regional, el menor crecimiento esperado se verá acompañado de más inflación y una lenta recuperación del empleo, con mayor volatilidad e incremento de los costos financieros para la actividad económica.
El informe fue entregado este miércoles 27, por el secretario ejecutivo interino de la Cepal, Mario Cimoli, a los embajadores del Grupo de Países de América Latina y el Caribe en la sede de la ONU en Nueva York.
El crecimiento promedio de 1,8 % para la región se desglosa en 1,5 % para América del Sur, 2,3 % para América Central y México, y 4,7 % para el Caribe.
La notable excepción es Guyana, con un crecimiento esperado de 49 %, debido a las milmillonarias inversiones atraídas por la exploración y explotación de los yacimientos petrolíferos recientemente detectados bajo aguas del Atlántico.
El crecimiento será modesto en las economías más grandes de la región, de 0,4 % en Brasil, 1,7 % en México, 3,0 % en Argentina y 1,5 % en Chile. Colombia avanzará 4,8 %, Uruguay 3,9 %, Bolivia 3,5 %, Ecuador 2,7 %, Perú 2,5 y Paraguay 0,7 %.
Venezuela, cuyo producto interno bruto (PIB) retrocedió año tras año en el período 2014-2020 hasta totalizar 80 %, tendrá un crecimiento de 5 % en 2022, según la Cepal.
En la subregión centroamericana los mejores resultados corresponderán a Panamá, con 6,3 %, República Dominicana (5,3%), Guatemala (4,2), Honduras (4,1), Costa Rica (3,7) y Cuba (3,4 %).
Y en la subregión Caribe, donde se espera una recuperación de la actividad turística, se proyecta un crecimiento de 10,5 % en Santa Lucía, de 8,5 % en Bahamas, 8,1 % en San Cristóbal-Nieves, 6,5 % en Belice, 5,9 % en Barbados, 3,7 % en Trinidad y Tobago, y apenas 2,8 % en Jamaica.
De acuerdo con el análisis de la Cepal, la dinámica del comercio mundial se ve negativamente afectada por el conflicto bélico, lo que provocaría una disminución de la demanda externa de América Latina y el Caribe.
Los principales socios comerciales de la región -Estados Unidos, China y la Unión Europea (UE)- verán tasas de crecimiento menores a las esperadas con anterioridad al conflicto.
En el caso de Estados Unidos, el crecimiento sería de 2,8 %, 1,2 puntos por debajo de lo proyectado antes de la guerra. Para China se proyecta un crecimiento de cinco por ciento (disminución de 0,7 puntos) y para la Unión Europea de 2,8 %, 1,4 puntos porcentuales menos de lo esperado antes del estallido del conflicto.
La guerra en Ucrania también provocó un aumento de precios de los productos básicos, principalmente de los hidrocarburos, algunos metales, alimentos, y fertilizantes, que se suman a mayores costos por las disrupciones en las cadenas de suministros e interrupciones del transporte marítimo.
Esas alzas han redundado en impulso a la inflación mundial, que en algunos países ha alcanzado máximos históricos en 2022. Ante la persistencia y aumento de la inflación se esperan mayores alzas en las tasas de interés de los países desarrollados.
En marzo de 2022 se estimaba la inflación regional en un promedio de 7,5 %, y muchos bancos centrales anticipan que se mantendrá elevada en lo que resta de año, en virtud de la mayor incertidumbre en el contexto externo.
En respuesta al alza de la inflación, la política monetaria de los bancos centrales de la región se ha tornado más restrictiva y además se prevé una restricción del gasto público, reduciendo el aporte de la política fiscal al crecimiento económico.
Finalmente, indica el informe de la Cepal que los mercados laborales han dado señales de recuperación, pero al desacelerarse el crecimiento económico se prevé que el ritmo de creación de empleo se reduzca y aumente la desocupación.
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