GINEBRA – El trabajo a distancia o teletrabajo puede traer beneficios pero también repercusiones sobre la salud de quienes laboran y requieren por ello medidas de protección, señaló un informe entregado este miércoles 2 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“En los casi dos años transcurridos desde el inicio de la pandemia, ha quedado muy claro que el teletrabajo puede aportar fácilmente beneficios para la salud, pero también puede tener un efecto nefasto”, expuso la directora del departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, María Neira.
Hacia qué lado se incline la balanza, dijo Neira, “depende totalmente de que los gobiernos, los empleadores y los trabajadores trabajen juntos, y de que haya servicios de salud laboral ágiles e imaginativos, a fin de poner en marcha políticas y prácticas que beneficien tanto a los trabajadores como al trabajo”.
El nuevo informe de la OIT y la OMS recoge como beneficios del teletrabajo la mejora del equilibrio entre la vida laboral y la personal, la posibilidad de un horario flexible y de realizar actividad física, la reducción del tráfico de vehículos y del tiempo en desplazamientos, y la disminución de la contaminación atmosférica.
Todos esos elementos pueden mejorar la salud física y mental y el bienestar social.
El teletrabajo también puede suponer un aumento de la productividad y una reducción de los costos operativos para muchas empresas.
Sin embargo, el informe advierte que, sin planificación, organización y asistencia en salud y seguridad adecuadas, el teletrabajo puede tener repercusiones importantes en la salud física y psicológica y el bienestar social de los trabajadores.
“En los casi dos años transcurridos desde el inicio de la pandemia, ha quedado muy claro que el teletrabajo puede aportar fácilmente beneficios para la salud, pero también puede tener un efecto nefasto. Hacia qué lado se incline la balanza depende totalmente de que los gobiernos, los empleadores y los trabajadores trabajen juntos”: María Neira.
Puede derivar en aislamiento, agotamiento, depresión, violencia doméstica, lesiones musculoesqueléticas y de otro tipo, fatiga ocular, aumento del consumo de tabaco y alcohol, exceso de tiempo sentados ante una pantalla, y nocivo aumento de peso.
El informe describe el papel que deberían desempeñar los gobiernos, los empleadores y los trabajadores, así como los servicios de salud laboral, para promover y proteger la salud y seguridad de quienes trabajan a distancia.
“Tenemos la posibilidad de incorporar nuevas políticas, prácticas y normas de apoyo que garanticen que millones de personas que realizan trabajo remoto tengan un trabajo saludable, feliz, productivo y decente”, sostuvo Vera Paquete-Perdigão, directora del departamento de Gobernanza y Tripartismo de la OIT.
Entre las medidas que deben poner en marcha los empleadores figuran velar por que los trabajadores reciban el equipo adecuado para completar las tareas del trabajo, y proporcionar la información, las directrices y la formación pertinentes para reducir el efecto psicosocial y de salud emocional del teletrabajo.
Igualmente, formar a los directivos en la gestión eficaz de los riesgos, la gestión a distancia y la promoción de la salud en el lugar de trabajo; y establecer el “derecho a la desconexión” y días de descanso suficientes.
Según el informe, los servicios de salud laboral deben estar capacitados para prestar asistencia en salud ergonómica, mental y psicosocial a quienes trabajan a distancia, mediante tecnologías digitales de telesalud.
Entre las recomendaciones prácticas figuran debatir y formular planes de trabajo individuales para el teletrabajo, y aclarar las prioridades; ser claros con respecto a los plazos y a los resultados previstos; acordar un sistema que anuncie la disponibilidad para trabajar, y garantizar que los directivos y los compañeros respeten el sistema.
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