Jamaica está en campaña contra el plástico

Niños en Kingston se unen a la campaña para mermar el consumo de plásticos y recolectar y reutilizar sus residuos, para favorecer al ambiente, la vida de las comunidades y la industria turística que sostiene la economía. Foto: Pnuma
Niños en Kingston se unen a la campaña para mermar el consumo de plásticos y recolectar y reutilizar sus residuos, para favorecer al ambiente, la vida de las comunidades y la industria turística que sostiene la economía. Foto: Pnuma

Autoridades y empresas de Jamaica lanzaron una fuerte campaña para disminuir el uso del plástico y recoger sus desechos, a fin de contar con un ambiente más sano y limpio, favorecer su industria turística y ofrecer nuevas oportunidades a sus comunidades, indicó este martes 26 un informe del Pnuma.

Mientras se prohíben algunos plásticos de un solo uso, se estimula a los residentes de barriadas afectadas a recoger los residuos, incluso con recompensas materiales, y a transformarlos en otros bienes de uso, según destacó el Pnuma (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente).

Cada septiembre, hasta 2019, en el Día Internacional de Limpieza Costera en Jamaica, el plástico ha sido el material más recolectado, y los principales 10 artículos recogidos eran empaques desechables de plástico y poliestireno (espuma), desde botellas hasta envoltorios de alimentos.

Un mal lejos de ser solo jamaiquino: cada año, en todo el mundo, más de ocho millones de toneladas de plástico terminan en los océanos, y el Caribe es el segundo mar más contaminado por ese material en el mundo, después del Mediterráneo, éste afectado principalmente por partículas, los microplásticos.

De las 800 000 toneladas de residuos residenciales que Jamaica genera anualmente, se estima que 15 por ciento son plásticos, y si bien tres cuartas partes se eliminan en sitios de desecho legales, el resto a menudo termina en desagües, ríos, barrancos, playas y, en última instancia, en el océano.

Jamaica, isla de 10 991 kilómetros cuadrados y tres millones de habitantes, posee paradisíacas playas que son un poderoso imán para el turismo, que aporta 50 por ciento de los ingresos en divisas y una cuarta parte de los empleos del país.

La Autoridad de Gestión de Residuos Sólidos de Jamaica (Nswma en inglés) estableció que la basura que termina en las aguas costeras de este país afecta sus industrias de turismo y pesca, y el 1 de enero de 2019 el gobierno lanzó un plan nacional de prohibición de plásticos desechables, en tres fases.

La fase final, que se aplica a bolsas de plástico desechables de 60 cm por 60 cm y pajillas o pitillos desechables, comenzó el 1 de enero de 2021, con un período de gracia de seis meses al sector privado, mientras se avanza en un programa de sensibilización y educación sobre la materia.

Un ejemplo del programa, respaldado por el Pnuma, es la capacitación de residentes de Rae Town, un barrio costero de esta capital, para que encuentren soluciones innovadoras al problema del plástico, como reciclaje creativo, oportunidades de generación de ingresos e iniciativas de protección ambiental.

Se ha capacitado a guardianes ambientales en la comunidad para prevenir el manejo inadecuado de los desechos, arrastrados hasta la hondonada donde se encuentra el barrio costero, y el país acaba de recibir el primer camión dedicado exclusivamente a recolectar plástico.

En colaboración con 360 Recycle, una empresa social local que fabrica y vende productos de plástico reciclado, los residentes de Rae Town hacen desde macetas hasta mobiliario para áreas de juego para niños, y efectúan concursos para encontrar nuevas formas de reutilizar los desechos plásticos.

Edson Carr, planificador de la Nswma, dijo que el proyecto de Rae Town tiene como objetivo “cambiar la forma en que los residentes perciben el plástico y manejan los residuos. El éxito implicará que la comunidad adopte las mejores prácticas”.

El plan también acogió un reciente proyecto piloto de recompensas por reciclaje de plástico en colaboración con el supermercado Lee’s Food Fair, uno de los más grandes de Kingston: los clientes obtienen “eco-recompensas” por cada 10 libras (4.5 kilos) de plástico que traen para reciclar.

Con el lema de “no plástico” escrito sobre un pizarrón, se anima a las personas a comprometerse públicamente a reducir su consumo de este material.

En América Latina, las bolsas, pitillos o pajillas y otros artículos plásticos de un solo uso ya fueron proscritos o están en camino de serlo por gobiernos nacionales o locales en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Perú y Uruguay.

A-E/HM

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