Los mercados mayoristas en América Latina están afectados por la pandemia covid-19, lo que impulsa nuevas formas de comercialización de alimentos, señaló una encuesta divulgada este lunes 20 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Los cierres parciales y otras restricciones para el trabajo afectaron a 32 por ciento de los establecimientos mayoristas y a 22 por ciento de los mercados minoristas, de acuerdo con la encuesta de la FAO realizada durante el mes de junio.
El impacto más visible es la disminución de las compras por parte de restaurantes, hoteles y servicios similares, registrada por 95 por ciento de los mayoristas.
Al menos 52 por ciento se vieron afectados por la merma de comerciantes y operadores en los mercados, y 45 por ciento señalaron una disminución en las compras por parte de las instituciones públicas.
Por ello, 73 por ciento de los mercados mayoristas informaron que están usando aplicaciones o plataformas digitales para la comercialización de alimentos, mientras que 50 por ciento implementó convenios con empresas de entregas para realizar envíos.
Las nuevas formas de comercialización “son una alternativa para evitar aglomeraciones y abastecer de alimentos a la población, y revelan el dinamismo de los mercados para adaptarse a esta coyuntura”, señaló Joao Intini, oficial de políticas en sistemas alimentarios de la oficina regional de la FAO, con sede en Santiago de Chile.
Entre las dificultades señaladas por los mayoristas en la encuesta está la falta de recursos financieros propios para mejorar los niveles de saneamiento bajo el actual panorama de pandemia, según 42 por ciento de encuestados.
Ese contexto económico, social y sanitario es motivo de preocupación por la incertidumbre que genera, dijeron 70 por ciento de los encuestados.
Una muestra es que en 72 por ciento de los casos se registraron variaciones de precios en los productos que se comercializan, y 52 por ciento destacaron la disminución de las ventas en sus clientes minoristas, lo que muestra la volatilidad del mercado.
En el caso de los cierres, que afectaron a un tercio de los mercados, se observó que las operaciones de mercado se trasladaron al exterior de los recintos, con el consiguiente aumento de los riesgos de contagio.
La encuesta fue realizada por la FAO junto a la Federación Latinoamericana de Mercados de Abastecimiento en 64 centros de 15 países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Como la reducción de la demanda genera un “sobrante” en los mercados mayoristas de alimentos, la encuesta recogió información sobre el destino de estos excedentes, y 69 por ciento de los encuestados dijeron que los entregan directamente a instituciones de ayuda humanitaria.
En algunos casos (42 por ciento) los reparten directamente a la población necesitada, y solo 13 por ciento de encuestados dijeron arrojar alimentos sobrantes a la basura. Una cuarta parte de los mercados efectúan prácticas de compostaje con alimentos de desecho.
Intini dijo que el uso de aplicaciones digitales, el envío directo a los hogares y las donaciones de los mercados mayoristas “han jugado un papel importante en el freno a la pandemia” y son prácticas que muy probablemente permanecerán en el tiempo.
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