Los mercados de América Latina y el Caribe cuentan con alimentos suficientes para asegurar el abastecimiento durante la actual crisis generada por la covid-19, declararon los ministros de las áreas de agricultura y alimentación de 25 gobiernos de la región.
Sin embargo, si la pandemia se extiende en el tiempo, las cadenas de abastecimiento de alimentos estarán sometidas a mayor presión, según la declaración ministerial divulgada este lunes 6 por la oficina regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con sede en Santiago de Chile.
Según la declaración, las cosechas en los principales países productores han sido buenas y los inventarios globales de los principales alimentos están en buen nivel.
En el sector laboran 18 millones de agricultores, pescadores, ganaderos y acuicultores, y millones más en la agroindustria, el transporte, las empresas importadoras y exportadoras, y los mercados mayoristas y minoristas.
La primera medida que los ministros acordaron impulsar fue la de proveer asistencia técnica y financiera a los pequeños y medianos productores agrícolas, pesqueros, acuícolas, ganaderos, y pequeños y medianos agroindustriales, para sostener e incluso aumentar su producción en los próximos meses.
Luego, asegurar el funcionamiento regular de los mercados mayoristas locales, regionales y nacionales, sosteniendo su liquidez, el acceso a ellos de los productos y de los trabajadores, e impedir pérdidas y desperdicio de alimentos.
Abogaron por que se establezcan comités de emergencia de los sistemas alimentarios, como mecanismos ágiles que reúnan a sectores públicos y privados, para facilitar la vigilancia constante del abastecimiento, la situación de los mercados y que pueda coordinar respuestas adecuadas en tiempo real.
También propusieron fomentar el uso de plataformas y aplicaciones de comercio electrónico de alimentos, reduciendo el impacto del distanciamiento social y para favorecer cadenas con un menor número de intermediarios entre productores, comercios pequeños y medianos, y consumidores.
El caso de las cadenas logísticas que incluyan a dos o más países, se sugieren medidas de vigilancia para resolver rápidamente cualquier “cuello de botella”.
Como la oferta se ha mantenido estable en el mundo y en la región, los ministros sostuvieron que “no existen razones que justifiquen aumentos importantes en los precios internacionales de los alimentos”, y pidieron que se impida la especulación en la actual emergencia.
Los 500 parlamentarios de la región agrupados en el Frente Parlamentario contra el Hambre habían advertido el 1 de abril que “no hay razones para aumentos en los precios de los alimentos, fuera de los normales por los ciclos estacionales en cada país”.
También pidieron poner énfasis en proteger la agricultura familiar y ofrecer alternativas a los pequeños productores para el suministro de alimentos, así como mayor acercamiento de los gobiernos con científicos y universidades.
Los parlamentarios recordaron que, ya antes de la actual pandemia, más de 42 millones de latinoamericanos y caribeños, en una población de 620 millones, no cuentan con los nutrientes necesarios para llevar una vida sana y activa.
Los países cuyos ministerios suscribieron el acuerdo auspiciado por la FAO fueron, en América Latina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
De la subregión Caribe firmaron Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, y Suriname.
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