Las Naciones Unidas condenaron el cierre de Internet y el bloqueo al acceso a las redes sociales durante la actual crisis política de Sudán, y funcionarios responsables en el área de derechos humanos expresaron su temor de que arrecie la represión contra la libertad de expresión en el turbulento país del noreste de África.
Aristide Nononsi, experto independiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la situación de los derechos humanos en Sudán, y otros dos funcionarios especiales, dijeron en un comunicado el lunes 8 que el bloqueo de la red por parte los proveedores de Internet estaba sofocando la libertad de expresión y la de asociación en Sudán.
«En las últimas semanas, hemos continuado recibiendo informes sobre el bloqueo de Internet de las plataformas de redes sociales por parte del Consejo Militar de Transición (TMC, en inglés)», dijeron los expertos, en referencia a la cúpula castrense que gobierna Sudán desde que el 11 de abril Omar al Bashir fue forzado a dimitir como presidente, tras 25 años en el poder, tras meses de movilizaciones en su contra.
«El cierre de Internet es una clara violación de la ley internacional de derechos humanos y no puede justificarse bajo ninguna circunstancia. Instamos a las autoridades a que restauren inmediatamente los servicios de Internet», añadieron los suscriptores del pronunciamiento de la ONU.
Además de por Nononsi, la declaración fue firmada por el relator especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación, Clement Nyaletsossi Voule, y por el relatos especial de la ONU sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión, David Kaye.
Los tres funcionarios dijeron que el operador móvil Zain-SDN estaba detrás del «esquema de bloqueo más extenso» y que tenía cerrado el acceso a todas las redes sociales clave, que se usan para compartir noticias y organizar protestas. Añadieron que otros proveedores, como MTN, Sudatel y Kanartel, también redujeron el acceso a la red de Internet.
«El cierre de Internet forma parte de un esfuerzo más amplio para reprimir la libertad de expresión y la asociación de la población sudanesa, y para reducir las protestas en curso», denunciaron los tres expertos.
A su juicio, «restringir o bloquear el acceso a los servicios de Internet no solo afecta negativamente el disfrute de los derechos a la libertad de expresión, reunión y participación, sino que también tiene graves efectos en las demandas de los manifestantes con respecto a los derechos económicos y sociales».
Los militares al mando en Sudán ordenaron el apagón de Internet como medida de seguridad el 3 de junio, cuando las fuerzas de seguridad mataron a decenas de manifestantes cuando finalizaban una acampada de protesta ante la sede del Ministerio de Defensa, en el centro de Jartum, la capital del país.
El apagón digital ha afectado a la mayoría de los usuarios con conexiones móviles o fijas y según informaciones procedentes de Sudán está perjudicando la economía y las operaciones humanitarias en la nación africana con unos 40 millones de personas.
Los periodistas sudaneses también han expresado su preocupación sobre el trato que están recibiendo durante la crisis política en curso.
El 20 de junio, el periodista Amar Mohamed Adam fue arrestado por las Fuerzas de Apoyo Rápido, un grupo paramilitar bajo el MTC, antes de ser entregado a los servicios de inteligencia, según la Red de Periodistas de Sudán.
A fines de mayo, el MTC también ordenó el cierre de las oficinas de la televisión internacional qatarí Al Jazeera en Jartum, cuando efectivos de varios organismos de seguridad se presentaron en las instalaciones y confiscaron sus equipos de transmisión.[related_articles]
Sherif Mansour, un coordinador regional del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), un grupo internacional de monitoreo y apoyo de estos profesionales, calificó como una «señal preocupante» las actuaciones contra los medios de comunicación y los periodistas, y consideró que integran una estrategia diseñada «para suprimir la cobertura de los eventos favor de la democracia».
El CPJ demando al MTC «revertir el curso de su actuación» contra la libertad de expresión y el derecho a la manifestación y a la libre opinión.
Los manifestantes, que con sus protestas lograron la salida de Al Bashir, exigen desde la instauración del MTC que los militares den paso a un gobierno de mayoría civil como paso previo a unas elecciones democráticas.
Además, ahora, los organizadores del movimiento de protesta exigen la restauración de los servicios de Internet como una de las condiciones para volver a la mesa de negociaciones con el MTC, tendiente a formar un gobierno de transición compuesto por civiles y militares.
En la primera semana de julio surgieron esperanzas de un gran avance, después de que los jefes militares y líderes de protesta de Sudán anunciaron que habían llegado a un acuerdo sobre el tema en disputa de un nuevo órgano de gobierno en conversaciones encaminadas a poner fin a la crisis política interna.
Al parecer, ambas partes alcanzaron un acuerdo para instituir un Consejo Soberano Conjunto que gobierne el país hasta la celebración de unas elecciones, que podrían ser en un plazo de entre nueve meses y tres años.
Ambas partes dicen que un impulso diplomático por parte de Estados Unidos y sus aliados árabes fue clave para acabar con un enfrentamiento que había provocado temores de una guerra civil total en Sudán.
T: MF