En medio de los crecientes ataques contra los activistas por los derechos humanos en el mundo y las protestas masivas en países como Francia y Serbia, los grupos de la sociedad civil instan a los gobiernos a garantizar la protección de los «valores democráticos» y de la libertad de expresión.
En Belgrado, unos 850 activistas de derechos humanos, líderes de la sociedad civil y ciudadanos comprometidos se reúnen desde este lunes 8 y hasta el viernes 12, durante la Semana Internacional de la Sociedad Civil (ICSW, en inglés), organizada por la alianza global de organizaciones de la sociedad civil Civicus y la serbia Asociación para las Iniciativas Cívicas, con el apoyo de la Red de Desarrollo de la Sociedad Civil de los Balcanes.
Bajo el lema de «El poder de la unión», ICSW 2019 «busca generar diálogos profundos entre los líderes de la sociedad civil, los defensores de la justicia social, los profesionales del desarrollo, los miembros de la comunidad filantrópica, los diplomáticos y otros sobre los nuevos desafíos globales y cómo debe ser la sociedad civil para poder darles respuesta», dijo Mandeep Tiwana, director de programas de Civicus.
«La defensa de los valores democráticos, el espacio cívico y la participación, junto con la acción ciudadana, estarán entre los temas de discusión», planteó a IPS en una entrevista desde Belgrado.
«Nuestro mensaje a los gobiernos es que el derecho a la protesta pacífica es un derecho humano básico consagrado en el derecho constitucional e internacional. Los gobiernos tienen la responsabilidad inherente de permitir el derecho a la protesta pacífica como un elemento integral de la defensa de la democracia», agregó.
La ICSW 2019 se celebra en un momento en que las organizaciones de derechos humanos, activistas y trabajadores de los medios de comunicación soportan una creciente represión en varias regiones del mundo, en una espiral que incluye arrestos, golpizas y asesinatos que han conmocionado e indignado a los observadores internacionales.
«País tras país, la democracia vive bajo ataque, con movimientos populistas y de derecha que ganan terreno y una regresión democrática incluso en países históricamente considerados bastiones de la democracia», considera Civicus, con su base en Johannesburgo.
«Se persigue a activistas, periodistas y personas que denuncian las crecientes restricciones. El aumento histórico de los líderes populistas ocasiona la erosión de las libertades fundamentales e incrementa la polarización política y siembra la división», agrega el grupo que congrega al activismo mundial.
Ante esta situación, lo esperanzador, según los representantes de Civicus, es que la sociedad civil y la ciudanía, alarmados por la situación, han comenzado a responder con «determinación renovada» a los desafíos sin precedentes que enfrenta el mundo.
Esta determinación va a centrar las deliberaciones de la ICSW, que este año cuenta con una gran participación de jóvenes.
«El encuentro de este año en Serbia llega en un momento crítico y oportuno para que la sociedad civil y los ciudadanos del mundo se den cuenta del poder de la acción colectiva unificada para desafiar una tendencia global que amenaza nuestras libertades fundamentales», dijo Lysa John, secretaria general de Civicus.
Los debates en Belgrado comenzaron con un contexto de inquietud en varios países: las concentraciones públicas masivas se mantienen en el país anfitrión, mientras en Francia los llamados “chalecos amarillos” volvieron a las alles el 6 de abril en París y otras ciudades, en la 21 semana consecutiva de manifestaciones.
Las protestas en Francia de este grupo de descontentos comenzaron en noviembre en respuesta al incremento de los combustibles, y los manifestantes aseguran que no saldrán de las calles hasta que se cumplan sus demandas de una reforma de la sociedad francesa, que quite los privilegios de las élites.
Durante las primeras semanas, grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch criticaron a la policía francesa por el uso de «fuerza excesiva» y la “mano dura” de los agentes antidisturbios para controlar el desbordamiento de las multitudes.
Pero grupos de manifestantes también han protagonizada actos de violencia, saqueos y ataques a los profesionales de los medios mientras cubrían las protestas.
De hecho, los trabajadores de los medios de comunicación a menudo se encuentran atrapados entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes cuando intentan informar sobre incidentes turbulentos.
El papel de los medios de comunicación y su relación con la sociedad civil, insiste Civicus, será un tema clave de discusión en la ICSW 2019, junto como afrontar mejor la protección de los defensores de los derechos.
«Civicus está trabajando de varias maneras para detener los ataques contra miembros de los medios de comunicación y activistas de la sociedad civil a los que se agrede por exponer violaciones de derechos o decir la verdad al poder», dijo Tiwana.
«Nos comprometemos con una amplia gama de organizaciones de la sociedad civil que apoyan la libertad de prensa utilizando varios enfoques, que van desde la investigación y el análisis participativos en profundidad hasta la sensibilización sobre los ataques a los medios de comunicación, la formación de coaliciones estratégicas y la participación directa de los responsables de la toma de decisiones a nivel nacional e internacional», añadió.
Para Tiwana, en algunos casos los esfuerzos conjuntos han contribuido a “ la liberación de periodistas y el desmantelamiento de los proyectos de ley represivos que restringen las libertades de los medios».
En otros, esos esfuerzos «han ayudado a poner las graves violaciones de las libertades de los medios en el radar de la Organización de las Naciones Unidas, mediante sus diversos mecanismos de derechos humanos», añadió.
La elección de la capital Serbia como sede de la ICSW 2019 pretende adicionalmente poner la atención sobre las protestas ciudadanas en ese país y recordar la sangrienta historia reciente de los Balcanes, para así reforzar la necesidad de mantener una vigilancia internacional especial en materia de protección de los derechos en esa región del mundo, algo importante para la sociedad civil internacional.
«Durante la década de los 90, los regímenes autoritarios produjeron conflictos, graves violaciones de los derechos humanos y genocidios. Hoy, al acercarnos a ser miembros de la Unión Europea, los mecanismos independientes de monitoreo interno e internacional muestran una disminución de las libertades de los medios, una falta de separación de los poderes y un estado de derecho en deterioro”, dijo Maja Stojanovic, de la serbia Asociación para las Iniciativas Cívicas.
«Esta región, y en particular Serbia, evidencia que cambiar leyes, estrategias o gobiernos no ofrece garantías: la democracia no existe si no se construye constantemente. Al organizar el encuentro de este año en Belgrado, enviaremos mensajes conectados con el contexto y circunstancias locales, y que al mismo tiempo reflejen ampliamente los desafíos globales”, dijo.
Antes del comienzo de la reunión, Serbia y otros cuatro países fueron incluidos en una lista de vigilancia mundial de países que han visto «una escalada de graves amenazas a las libertades fundamentales en las últimas semanas y meses», según Civicus Monitor, una plataforma en línea que rastrea las amenazas a la sociedad civil en todo el mundo.
Los ciudadanos de esos cinco países (Afganistán, Arabia Saudita, Sudán y Venezuela son los otros) sufren un aumento de las violaciones de derechos que incluyen «asesinatos, ataques contra manifestantes, restricciones a los medios y detenciones arbitrarias de defensores de los derechos humanos», según el monitor.
«Es profundamente preocupante ver amenazas crecientes a los derechos básicos en estos países», dijo Marianna Belalba, que lidera el área de Investigación del Espacio Cívico de Civicus.
«Es fundamental que esos cinco gobiernos se den cuenta de que no respetan el derecho internacional y toman medidas rápidas para respetar las libertades más básicas de sus ciudadanos en una sociedad democrática», dijo Belalba.
Civicus también está solicitando a los «Estados vecinos y organismos internacionales que presionen a esos países para que pongan fin a la represión», aseguró.
T:EG