A Estrella Mai Dizon-Anonuevo se le rompió el corazón cuando escuchó por primera vez la historia de una trabajadora del servicio doméstico migrante en Filipinas.
Aquella mujer le describió su regreso a Filipinas sin ahorros, y la distancia emocional que se había creado entre ella, sus hijas e hijos y su esposo, que quedaron atrás mientras ella trabajaba muy duro en otro país, donde pasó muchos años cuidando del hogar de otras personas.
“Te parte el alma que una madre tenga que pasar los mejores años de su vida fuera del país, lejos de su familia, y que al cabo de 20 años de sacrificio, se dé cuenta de que tomó una decisión equivocada”, señala Dizon-Anonuevo, directora ejecutiva de la Iniciativa Athika para las personas trabajadoras y comunidades en el extranjero, un proyecto apoyado por el Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres.
“Si no las ayudamos a utilizar las remesas de manera productiva, (la mayoría de ellas) lamentarán volver a sus casas”, añade.
Cada año, alrededor de 172.000 mujeres filipinas abandonan el país en calidad de trabajadoras migrantes, tratando de obtener mayores ingresos para ayudar a sus familias a salir adelante.
Las investigaciones disponibles han demostrado que las trabajadoras migrantes tienen una probabilidad mayor que los hombres de enviar dinero a sus familias, algo que puede interpretarse como una extensión del papel tradicional de cuidadoras que ejercen las mujeres en el hogar.
Uno de los principales problemas que descubrió Athika al estudiar la experiencia de las trabajadoras de hogar migrantes fue la falta de ahorro. Se detectó que estas mujeres envían una cantidad de dinero cada vez mayor a sus familias, de modo que apenas pueden ahorrar casi nada para su propio futuro.
Dado que rara vez tienen acceso a los sistemas de protección social (pensiones, prestaciones laborales y seguros de salud), esta falta de ahorro y de planificación financiera significa que al cabo de años –décadas, a veces– de duro trabajo, les espera un futuro desolador e incierto cuando regresan al hogar.
Para llenar este vacío de protección, Athika creó PinoyWISE, un programa de educación financiera en el que las trabajadoras de hogar migrantes y sus familias aprenden a establecer objetivos, elaborar presupuestos y diseñar estrategias de ahorro.
Al trabajar tanto con ellas como con sus familias, Athika está aumentando la probabilidad de que las familias logren sus objetivos financieros.
“Creíamos que la parte de establecimiento de objetivos resultaría sencilla, que en 30 minutos habríamos terminado. Pero no es tan fácil para las mujeres”, dice Dizon-Anonuevo. “Para algunas de ellas supone una llamada de atención. Se dan cuenta de que llevan años trabajando sin ningún objetivo, que en realidad no saben lo que están buscando”, añade.
Una vez que han decidido su objetivo, ya sea enviar a sus hijas e hijos a la escuela o ganar dinero para poner en marcha un negocio a su regreso, Athika trabaja con todos los miembros de la familia para que también ellas y ellos reconozcan su papel en la elaboración de presupuestos y el logro de los objetivos.
“Al principio era difícil hablar de temas financieros con mi esposo… Es algo que daña su ego”, dice Mary Ann Pascual, trabajadora en el servicio de hogar migrante de 35 años que lleva ocho trabajando en Singapur.
Al cabo de cuatro años en aquel país, Pascual visitó a su familia en la provincia de Iloilo (Filipinas), y se llevó una sorpresa: su esposo no había ahorrado nada del dinero que ella le había enviado a través de las remesas. Le dijo que había tenido que gastarlo todo para comprar comida.
Después de aquella visita, Pascual se reunió con una de las personas responsables de la iniciativa PinoyWISE, quien la invitó a participar en cursos de capacitación.
“Aprendí a valorar el dinero que ganaba y cómo enseñar a mi familia a ahorrar”, afirma Pascual. “También aprendí que deberíamos involucrar a nuestra familia y compartir nuestra situación real, además de nuestros sentimientos, para que aprecien el duro trabajo que hacemos y el valor del dinero que les enviamos”.
Desde aquella capacitación, Pascual y su familia han ahorrado lo suficiente como para invertir en una tienda de comestibles y en una bicicleta de tres ruedas [un medio de transporte muy habitual], lo que ayudará a su familia a mejorar aún más sus ingresos. Pascual planea regresar a Filipinas de forma definitiva en 2019.
Al igual que muchas trabajadoras de hogar migrantes, Pascual trabaja largas jornadas y disfruta de escasos días libres, por lo que le resulta complicado asistir a las sesiones de capacitación.
Para llegar a las mujeres como ella, Atikha creó PinoyWise iTV, una serie de televisión que se emite a través de Internet.
Consta de episodios semanales en los que los miembros de la comunidad de PinoyWise y personal especialista debaten sobre los retos y oportunidades de las trabajadoras de hogar filipinas en Hong Kong y Singapur.
A través de estas emisiones de 30 minutos de duración se da a conocer la información más actualizada y las mejores prácticas en el ámbito del ahorro, la inversión y el emprendimiento.
También se tratan otros temas cruciales para las mujeres migrantes, como el mantenimiento de los vínculos familiares. Las trabajadoras migrantes pueden ver estas emisiones en línea desde cualquier lugar, lo que les permite ahorrar tiempo y ha incrementado sus tasas de asistencia.
“Es crucial reconocer las vulnerabilidades específicas a las que están expuestas las trabajadoras de hogar migrantes, así como la necesidad de ofrecerles mejores sistemas de protección social”, señala Nancy Khweiss, directora del Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres.
“El enorme poder de la iniciativa Athika no reside solamente en que empodera a las mujeres a protegerse de la pobreza cuando sean mayores, sino en que sus familiares también se implican en el proceso, creando un entorno propicio para que estas mujeres puedan reintegrarse con éxito cuando regresen”, explica.
A través de las diversas sesiones de capacitación que organiza, PinoyWise ha llegado a casi 7.000 personas hasta la fecha. De las trabajadoras de hogar formadas, 345 ya han conseguido poner en marcha programas de ahorro y 50 han creado o ampliado negocios de producción de arroz, tiendas de comestibles, cafés Internet y cría de ganado.
Este artículo fue publicado originalmente por ONU Mujeres, como parte de sus historias sobre el Día Internacional de la Mujer. IPS-Inter Press Service lo reproduce por un acuerdo especial con ONU Mujeres.
RV: EG