Erradicar la pobreza, el hambre y la malnutrición que afectan a los pueblos indígenas es el objetivo central del trabajo conjunto que desarrollarán el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas para América Latina y el Caribe (FILAC) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Mirna Cunningham, presidenta de FILAC, y el representante regional de la FAO, Julio Berdegué, firmaron un memorando de entendimiento durante la tercera jornada de la Conferencia Regional de la FAO, desarrollada entre el 5 y el 8 de marzo en la ciudad jamaiquina de Montego Bay.
La colaboración de FILAC y la FAO buscará mejorar el desarrollo de las políticas públicas enfocadas en los pueblos indígenas de la región.
Las partes promoverán la implementación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP, en inglés), mejoras en la gobernanza de los recursos naturales y el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes indígenas en la región.
FAO y FILAC pondrán énfasis especial en acciones que fomenten la participación y empoderamiento de los pueblos indígenas y que generen bienes públicos que los beneficien, según sus especificidades.
También trabajaran para dar formación y capacitación a líderes e instituciones de los pueblos indígenas y movilizar recurso para programas conjuntos que permitan avanzar hacia las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Una colaboración respetuosa con los derechos indígenas
La FAO y FILAC trabajaran para asegurar que las acciones y proyectos conjuntos que se promuevan en la región incorporen el Consentimiento Libre, Previo e Informado, un derecho reconocido en UNDRIP, que les permite dar o negar su consentimiento a un proyecto que los afecte a ellos o sus territorios.
El consentimiento libre les permite negociar las condiciones bajo las cuales se diseñan, implementan, supervisan y evalúan los proyectos, consentimiento que puede ser retirado en cualquier etapa.
“Queremos que las organizaciones de los pueblos indígenas sean muy activas en los proyectos de la FAO en esta región. Pero no sólo como beneficiarios, sino como colaboradores directos en todas las etapas. Con esto queremos asegurar que oímos sus voces y trabajamos con codo a codo”, explicó Berdegué.
Mayores índices de inseguridad alimentaria
Mapuche, aymara, Kolla, quechua, Guaraní, senu; los múltiples pueblos indígenas de América Latina y el Caribe forman parte del legado cultural, social, agrícola e histórico de la región.
“Las mujeres, hombres y niños indígenas de nuestra región sufren algunos de los índices más altos de hambre y pobreza en toda América Latina y el Caribe. Tenemos que generar soluciones a su medida, específicamente diseñadas, con su participación activa, si queremos alcanzar hambre y malnutrición cero”, dijo el representante regional de la FAO.
Panamá FAO y PNUD impulsan los sistemas productivos de los pueblos indígenas
Cerca de 20 por ciento del territorio panameño corresponde a comarcas y corregimientos de los pueblos indígenas, donde de acuerdo a la Encuesta de Niveles de Vida, la pobreza afecta a 96,7 por ciento de las personas y la desnutrición crónica a 72 por ciento de los niños y niñas menores de cinco años.
Para mejorar la seguridad alimentaria de los pueblos indígenas, a mediados de 2017, el Gobierno de Panamá, la FAO y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) establecieron una alianza para impulsar los sistemas productivos en los territorios indígenas.
En el marco de este acuerdo, la FAO está trabajando con 10 comunidades indígenas del país, brindando asistencia técnica para restaurar sus sistemas productivos, rescatar los productos locales de alto valor cultural y mejorar la disponibilidad y calidad de los alimentos.
Pesca de pequeña escala en territorios indígenas
El 70 por ciento de la costa caribe centroamericana es territorio indígena autónomo reconocido por los Estados.
Confirmando esta importancia, la FAO y FILAC están trabajando con pescadores artesanales de América Central y con autoridades de los territorios indígenas para apoyarlos a implementar las Directrices Voluntarias de la Pesca de Pequeña Escala (DVPPE) en sus territorios, de acuerdo a sus sistemas de gobernanza tradicional y cosmovisión, y a fomentar la creación de una Red Centroamericana de Pescadores Indígenas.
Este artículo fue publicado originalmente por la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe. IPS lo distribuye por un acuerdo especial de difusión con esta oficina regional de la FAO