Como sucede en otras partes de Camboya, la escasez de lluvias en la sudoccidental provincia de Kampong Speu puede perjudicar la producción de alimentos. “La sequía afecta en gran medida a los cultivos”, indicó Vann Khen, un agricultor de 48 años del distrito de Amlaing.
El padre de tres hijos cultiva maíz para el consumo de su familia, además de producir arroz, vacas, cerdos, pollos y patos para la venta.[pullquote]3[/pullquote]
Lo que agravaba la situación de los agricultores de Kampong Speu, ubicada 65 kilómetros al oeste de la capital, Phnom Penh, y con una población de 700.000 habitantes, es que un canal de agua de 770 metros de longitud, construido durante la dictadura de los Jemeres Rojos (1975-1979) necesitaba una reparación urgente para que los agricultores pudieran acceder al agua de lluvia.
En cada sistema de riego, una zona de mando normalmente permite a los agricultores el acceso al agua. Pero en muchos casos, la falta de mantenimiento, la destrucción debido a las inundaciones o los animales, y el incorrecto funcionamiento de las alcantarillas o compuertas puede impedir ese acceso, destacan funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Camboya.
En otros casos, si el sistema de riego no se construye correctamente o si hay una mala nivelación del terreno, el agua no fluye. Por lo tanto, quienes no tienen acceso al agua dependen principalmente de la lluvia. Durante los períodos de escasez y de sequía, estos agricultores padecen las consecuencias.
Kampong Speu ha sufrido el otro extremo de las condiciones meteorológicas, con inundaciones y tormentas. Pero la provincia experimentó graves sequías en 1987, 1999, 2000 y en los últimos dos años.
«En 2015 y 2016, al igual que sucedió en otros países, Camboya se vio afectada por (el fenómeno meteorológico de) El Niño, con consecuencias en la producción de cultivos», informó Proyuth Ly, de la FAO, en diálogo con IPS.
Los periodos de sequía son el «riesgo más importante» que amenaza a la agricultura en Kampong Speu, según el funcionario. El sector es uno de los más afectados por la sequía, y esta perjudica particularmente a los pequeños agricultores. Se calcula que el fenómeno afecta a decenas de miles de hogares cada año, y que «millones» de dólares se dedican a salvar vidas y recuperar los medios de producción, expresó.
«La cosecha del año pasado no fue buena. Solo obtuve unos 500 dólares en total», explicó Phal Vannak, de 28 años y con tres hijos, que cultiva principalmente maíz y arroz.
Con el maíz solo ganó 100 dólares debido al retraso de las lluvias.
Vannak es el presidente de un Grupo de Agricultores Usuarios de Agua del sistema de riego de Kampong Speu, que tiene como miembros a 500 hogares de seis pueblos.
«Los agricultores no estaban contentos (en 2015) porque necesitaban el agua para sus arrozales», destacó.
Después de una solicitud de ayuda del ministerio de Agricultura, Bosques y Pesca camboyano, la FAO, con fondos de la Comisión Europea, rehabilitó el canal.
“La FAO en Camboya rehabilitó el canal para asegurar que el agua fluyera correctamente hacia los agricultores necesitados. Eso implicó la rehabilitación del corredor de canal, el fortalecimiento de las laderas, la construcción o rehabilitación de las compuertas”, explicó Etienne Careme, el funcionario a cargo de las operaciones.
El proyecto, de tres meses de duración y a un costo de 80.000 dólares, se concluyó en diciembre, e incluyó la creación de software para capacitar a los grupos de agricultores en la gestión del agua.
Hoy en día, aunque Kampong Speu sigue experimentando un período de sequía, el arroz crece en campos verdes.[related_articles]
El sistema de riego se conecta de un arroyo situado a unos 32 kilómetros de la montaña Aoral, la fuente principal, y puede suministrar agua a 400 hectáreas de arrozales.
«El agua salvó a este cultivo de arroz», aseguró Ly en un reciente viaje a Kampong Speu para supervisar el sistema de riego e informarse sobre las necesidades de los agricultores.
Vannak afirmó que la cosecha de esta temporada ya superó a la de 2015. «Cuando me enteré que el canal estaba siendo reparado me alegré mucho porque algunas personas ya no tienen agua para salvar sus cultivos», manifestó, tomando un puñado de maíz en un campo.
Khen también expresó su alegría. «Podemos abrir o cerrar la compuerta del agua. También la pequeña compuerta nos permite regular el agua y distribuirla mejor a los agricultores de la comuna», señaló.
Careme dijo que la restauración del sistema de riego mejoró la producción de arroz. «Permite una mejor producción y por lo tanto aumenta los ingresos por venta de arroz», subrayó el funcionario.
Traducido por Álvaro Queiruga