Los ODS permitirán acortar la brecha de género

La igualdad de género, arraigada en los derechos humanos, se reconoce cada vez más como un objetivo de desarrollo clave en sí mismo y como medio para acelerar en forma transversal el desarrollo sostenible.

Pero quedan muchos desafíos por delante, a pesar de que su ámbito de acción se expandió de forma exponencial en los últimos años mediante programas dirigidos a mujeres y niñas y una mayor perspectiva de género en las actividades de desarrollo.

Las mujeres todavía soportan un acceso desigual a los recursos económicos y ambientales. También suelen afrontar numerosas barreras vinculadas a una clara discriminación, así como padecer bajos salarios o realizar trabajos no remunerados, además de ser susceptibles a la violencia machista.

A pesar de los significativos avances conseguidos por la población femenina, el hecho es que a menos que puedan gozar plenamente de sus derechos, no habrá avances en materia de desarrollo humano. Este año es crucial para impulsar la igualdad, y si la nueva de agenda de desarrollo para 2030 ha de ser transformadora, las mujeres tendrán que estar al frente y en el centro de la misma.

Uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es específico sobre la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Todos están intrínsecamente interrelacionados y son interdependientes, y con suerte se prestará atención a las cuestiones de género y se incorporará al resto de las metas.

El objetivo 5 llama a los gobiernos a lograr, más que promover, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.

Las metas propuestas abarcan poner fin a la violencia, eliminar prácticas perjudiciales, reconocer el valor de los cuidados no remunerados, garantizar la total participación de las mujeres, así como la igualdad de oportunidades, en la toma de decisiones, y realizar reformas que garanticen a la población femenina un acceso equitativo a los recursos económicos.

La nueva agenda para 2030 conlleva una idea universal con la esperanza de “no dejar a nadie por el camino”, pero para concretarlo hay que mantener la presión sobre los gobiernos para que estos honren sus compromisos.

El Fondo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDGF) tiene como eje la igualdad de género y el empoderamiento femenino en sus esfuerzos para acelerar el avance de las metas. Mediante el empoderamiento directo de las mujeres y una perspectiva de género en las acciones de desarrollo, podemos construir un futuro más igualitario y sostenible para todos.

Siguiendo los compromisos asumidos en 1995 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Mujer, en Beijing, el SDGF adoptó una estrategia doble para promover la igualdad de género e integrarla a programas con ese objetivo, a la vez que incorporar una perspectiva de género como prioridad transversal.

La incorporación de una perspectiva de género implica transformar la agenda política existente e integrarla en todos los programas y políticas.

No hay una receta para crear programas que resuelvan la desigualdad de género. Un asunto multidimensional como este está profundamente arraigado en estructuras económicas y culturales de la sociedad y requiere enfoques integrales.

Además, es necesario explorar el tema en el contexto específico de cada país para mejorar con eficacia la calidad de vida de las mujeres y niñas en todas partes.

El sector privado, junto con oenegés y gobiernos, es un actor clave para atender las causas variables de la desigualdad de género. En otras palabras, lograr la igualdad y el empoderamiento femenino es un desafío que requiere de la intervención sinérgica de diversos actores.

Por ejemplo, el fondo trabaja en Bangladesh, donde hay mujeres empleadas en el extremo inferior de la productividad.

Crear empleo y oportunidades laborales para las mujeres, así como mejorar su acceso a la protección social, contribuirá a reducir las disparidades, que se exacerban por su pobreza y su situación de vulnerabilidad.

El programa del SDGF “Fortalecimiento de la capacidad de las mujeres para aprovechar nuevas oportunidades productivas”, encabezada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), junto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), gobiernos y el sector privado, procura asistir a casi 2.600 mujeres de los hogares más pobres.

En el marco de un programa piloto, se capacita a mujeres para mantener o rehabilitar valores comunitarios clave, trabajo público y actividades de servicio comunitario.

Además, el programa se dirige a unas 2.600 mujeres en el distrito de Kurigram, con mayor incidencia de la pobreza en Bangladesh.

En especial, procura atender a aquellas que están solas porque están divorciadas, fueron abandonadas por sus maridos o quedaron viudas y/o tienen un estatus económico inferior.

El resultado se replicará en otras 1.900 mujeres en el distrito de Satkhira, y el gobierno ya se comprometió a extenderlo a otros 20 distritos más.[related_articles]

El programa de 18 meses procura:

– Ayudar a las principales beneficiarias a salir de la pobreza;
– Apoyar al capital humano con actividades para impulsar el conocimiento, capacidades y confianza;
– Mejorar la inclusión económica con capacidades vocacionales vinculadas a empleos viables;
– Proveer opciones laborales resilientes al cambio climático;
– Fomentar el ahorro o entregarlo como bono de graduación
– Facilitar las relaciones con pequeñas y medianas empresas y asociaciones público-privadas para contratar a las participantes cuando termine el programa
– Integrar la protección social, la reducción del riesgo de desastre y la adaptación al cambio climático;
– Mejorar la buena gobernanza local y desarrollar la capacidad de las instituciones estatales locales.

La igualdad de género suele considerarse como la clave para terminar lo que no se hizo con los Objetivos de Desarrollo del Milenio y acelerar el desarrollo global más allá de 2015.

Abundan las evidencias que prueban que achicar la brecha de género acelera el avance de otros objetivos. La pobreza, la educación, la salud, el empleo, la seguridad alimentaria, el ambiente y la energía sostenible no se lograrán sin atender la desigualdad de género.

Se necesita medidas urgentes para empoderar a las mujeres y las niñas, asegurarse de que tengan las mismas oportunidades para beneficiarse del desarrollo y eliminar las barreras que les impiden participar de forma plena en todas las esferas de la sociedad.

En palabras de la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, “la igualdad para las mujeres: progreso para todos”, así que emprendamos juntos este viaje.

Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad de la auora y no representan necesariamente las de IPS – Inter Press Service, ni pueden atribuírsele.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe