La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) elogió a Bolivia por reducir sus cultivos de coca por cuarto año consecutivo. Según un nuevo informe del organismo, esas plantaciones disminuyeron 11 por ciento en 2014, en comparación con el año anterior.
Se trata del último Monitoreo de Cultivos de Coca del Estado Plurinacional de Bolivia, que fue presentado el martes 18 en La Paz.
La superficie ocupada por los cultivos se redujo de 23.000 hectáreas en 2013 a 20.400 en 2014, llegando a su punto mínimo desde que la UNODC, con sede en esta capital austriaca, inició en 2003 estos monitoreos.
En la presentación del estudio, el representante de la UNODC en Bolivia, Antonino De Leo, elogió los esfuerzos del gobierno por la continua reducción del área utilizada para plantar coca (materia prima de la cocaína) durante los últimos cuatro años.
Entre 2010 y 2014, subrayó, esa superficie disminuyó más de un tercio, durante un acto en que participó el presidente del país desde 2006, Evo Morales.
Mediante el uso de imágenes satelitales y monitoreo de campo, se detectaron reducciones en las dos principales áreas de cultivo. Las regiones de Los Yungas de La Paz y Trópico de Cochabamba juntas constituyen 99 por ciento de las áreas cultivadas con coca en el país.
Entre 2013 y 2014, estas dos áreas redujeron su superficie cultivada con coca en 10 por ciento y 14 por ciento respectivamente. Y en el norte de La Paz, el centro político del país, las áreas de cultivo pasaron de 230 a 130 hectáreas, señala el informe.
[related_articles]En Bolivia hay 22 áreas protegidas, que representan 16 por ciento de la superficie del país, donde los cultivos de coca están prohibidos por ley. En 2014 se detectaron 214 hectáreas de plantaciones de coca dentro de seis áreas protegidas, de las cuales 59 por ciento se encontraban en el Parque Nacional Carrasco.
En febrero de 2013, Bolivia volvió a acceder a la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, con una reserva sobre la hoja de coca. Esta reserva permite masticar, consumir y usar la hoja de coca en su estado natural con fines culturales y medicinales, así como su cultivo, comercio y posesión en la medida necesaria para estos propósitos lícitos.
El Servicio de Información de las Naciones Unidas recordó desde Viena que “la actual legislación nacional, que data de 1988, establece que el área cultivada con coca no debe exceder las 12.000 hectáreas”.
Añadió que “en los últimos años, el gobierno boliviano delineó las zonas donde los cultivos de coca están permitidos dentro de las tres áreas de cultivo cocalero del país: Los Yungas de La Paz, el Trópico de Cochabamba y el Norte de La Paz”.
La reducción de la superficie bajo cultivo de coca en 2014 se explica principalmente por los esfuerzos del gobierno por reducir el excedente de cultivos cocaleros en las áreas permitidas –lo que se conoce como “racionalización”– y para erradicarlos en las áreas prohibidas, agregó.
Un proceso basado en el diálogo y liderado por el gobierno contó con la participación de los sindicatos de cultivadores de coca en la implementación de la estrategia nacional para reducir el excedente en las áreas permitidas. Otro factor importante fue el abandono de los viejos plantíos cocaleros en Los Yungas de La Paz, debido a la drástica caída de sus rendimientos.
Entre 2013 y 2014, el área erradicada bajó dos por ciento en todo el país. Mientras, en el ámbito provincial, se erradicaron unas 7.400 hectáreas en la región de Trópico de Cochabamba, 3.200 en Los Yungas de La Paz y Norte de La Paz, y 526 en Santa Cruz y Beni.
El potencial de producción de hoja de coca en el país se estimó en 33.100 toneladas en 2014. Entre 2013 y 2014, el valor total de la misma bajó de 294 millones de dólares a 282 millones.
El valor total de la producción de hoja de coca en 2014 representó 0,9 por ciento del producto interno bruto general de Bolivia, y 8,8 por ciento de su producto interno bruto agrícola.
En 2014 se comerciaron unas 19.800 toneladas de hoja de coca en los dos mercados autorizados, Villa Fátima y Sacaba.
Eso equivale a 60 por ciento de la producción total de la misma.
Noventa y tres por ciento de la hoja de coca comerciada legalmente lo fue en Villa Fátima, y el siete por ciento restante en Sacaba. El precio promedio en esos mercados aumentó seis por ciento desde 2013, pasando a 8,3 dólares por kilogramo el año pasado.
Editado por Kitty Stapp