Interrumpidos y casi desplazados por conflictos internos de la dividida sociedad civil cubana, han transcurrido los debates sobre el tema oficial de prosperidad con equidad en el paralelo Foro de la Sociedad Civil que se celebra entre el miércoles 8 y el viernes 10, en el marco de la VII Cumbre de las Américas.
“No he podido saber las ideas ni las posibles soluciones del área porque ninguna de las dos mesas que me interesaban, ‘Participación ciudadana’ y ‘Gobernabilidad’, se han desarrollado”, lamentó la documentalista cubana Yaima Pardo, de 35 años, en conversación con IPS.
Abucheos, desacreditaciones, arengas, retiradas y hasta mediaciones de agentes del orden en los diferendos entre participantes cubanos pro y contra el gobierno socialista de Raúl Castro, entorpecen el encuentro, que entregará recomendaciones ciudadanas a los 35 jefes de Estado y de Gobierno en la cita continental de dos días, que se inaugura este viernes 10.
El gobierno y la sociedad civil de Cuba se estrenan en esta cita cimera continental, que se realiza en la capital panameña, de la que el país estaba excluido. Su participación se facilitó por la exigencia de los países latinoamericanos en la cumbre anterior, en 2012, y por el deshielo entre La Habana y Washington, formalizado el 17 de diciembre.
“Cuba necesitaba prepararse más para un escenario como este. Me preocupa la imagen que estamos dando”, valoró Pardo, autora de cintas como “Offline” (2013), sobre el limitado acceso a Internet en su país y quien se interesa en “generar más participación social a través de las nuevas tecnologías”.
A su juicio, “también inciden (en la situación) debilidades organizativas del encuentro, que no reconocen los problemas internos cubanos”.
La Organización de Estados Americanos (OEA) suspendió a Cuba en 1962, en una medida que levantó formalmente en 2009, lo que permitió que en la cumbre de Panamá participen por primera vez los 35 países del continente.
Además del encuentro de los mandatarios, en el marco de la VII Cumbre se realizan junto con el foro de los movimientos sociales, otros tres de rectores universitarios, jóvenes y empresarios. Todos ellos debaten sobre el tema central de la cita cimera: “Prosperidad con equidad: El desafío de cooperación de las Américas”.
En el foro social coincidieron por primera vez todos los segmentos de la compleja y polémica sociedad civil cubana.
Las clasificaciones más amplias incluyen las asociaciones fraternales, culturales y deportivas; sociales de masas; iglesias y congregaciones religiosas; organizaciones no gubernamentales de desarrollo; centros de investigación y publicaciones académicas; proyectos comunitarios; cooperativas, nuevos actores económicos y grupos disidentes.
Participa una delegación de 68 representantes de las 2.200 entidades registradas en el cubano Ministerio de Justicia. Mientras unos 20 opositores políticos, incluso de la llamada diáspora, representan a esta franja, que actúan sin permiso legal en la nación caribeña.
Y con presencia más reducida están presentes otros actores sociales, que intentan desmarcase de la polarización y pasiones ideológicas a favor o en contra del gobierno de La Habana, como Pardo, el bloguero Norges Rodríguez e integrantes del proyecto de debate político Cuba Posible, adscrito al Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo Cuba.
Rita María García, Roberto Veiga y Lenier González, coordinadores de Cuba Posible, abandonaron el miércoles 8 el foro para no regresar, según indicaron en un comunicado. “Realmente ha sido muy irregular y dudoso el procedimiento de quienes debían facilitar la participación de la sociedad civil cubana en la Cumbre”, opinaron.
Lo cierto es que los enfrentamientos entre algunos cubanos dificultaron, y hasta desplazaron, los debates con un enfoque continental sobre educación, trabajo decente, energía, desarrollo sostenible, ambiente, migración, seguridad, participación ciudadana y gobernabilidad democrática.
“En la mesa de educación, llamamos a la paz, tranquilidad y diálogo (a los cubanos) porque estos espacios son para poder decirles a nuestros gobiernos que cosas no funcionan”, indicó a IPS la secretaria general de la Red de Organizaciones No Gubernamentales de Personas con Discapacidad y sus Familias, Ana Fisher.
Vestida con sus hábitos de la católica orden franciscana, la panameña Fisher compartió desde su silla de ruedas que su organización, “en materia de derechos humanos, propone enfatizar en el acceso a la salud y educación porque son dos ejes claves para las personas con discapacidad”.
“Sin salud y educación gratuitas, las personas discapacitadas quedamos excluidas de todas las oportunidades para mejorar la calidad de vida”, dijo la dirigente de la red con 40.000 integrantes de 18 países y con estatus consultivo en la OEA. [related_articles]
Conformada al norte por dos países industrializados, Canadá y Estados Unidos, y por 33 países latinoamericanos y caribeños que constituyen la región más desigual del planeta, América es un continente que tiene pendiente consolidar lazos de cooperación y relaciones equitativas entre las dos partes.
De los debates a puertas cerradas, trascendió que desde Colombia se presentaron proyectos para cuando culmine el diálogo de paz en La Habana entre el gobierno y la guerrilla, mientras México abordó el flagelo de la prostitución infantil y activistas de Haití revisaron la situación de la nación más pobre del continente.
También se analizó el limitado futuro laboral para los 106 millones de jóvenes entre 15 y 24 años que viven en América Latina y el Caribe.
Un ejemplo es el de la estudiante universitaria guatemalteca de química Andrea Zurdiga pronto tendrá que buscar su primer empleo en un contexto precario y desventajoso para el mayor número de jóvenes en la historia latinoamericana.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la tasa de desempleo urbano entre los jóvenes latinoamericanos y caribeños llegó a 14,9 por ciento en 2012. La proporción triplica la cifra de los adultos desocupados y duplica la tasa general de desempleo promedio en la región, de 6,7 por ciento, apuntó el organismo.
“Para lograr prosperidad con equidad, los países deben invertir más en ideas y en lo local”, propuso Zurdiga, quien presentó el proyecto Coco Química en un stand de iniciativas ecológicas, alcaldías y organizaciones globales y regionales, dentro del foro de jóvenes.
“Es cierto que nos falta más acceso a la educación para poder proponer ideas pero, cuando tenemos un proyecto, es muy difícil materializarlo”, lamentó a IPS la representante de un equipo que por interés y recursos propios estableció procesos químicos para obtener papel y otros derivados de la cáscara de coco.
“De pronto tenemos temor de quedarnos toda la vida con el proyecto en la carpeta”, compartió.
Durante la jornada inaugural de la cumbre de los gobernantes, este viernes 10, se prevé que los presidentes Raúl Castro, de Cuba, y Barack Obama, de Estados Unidos, acaparen la atención con el encuentro llamado a escenificar el acercamiento iniciado en diciembre, que dejó atrás más de medio siglo de encono entre los dos vecinos.
Editado por Estrella Gutiérrez