Jayantha Dhanapala, ex secretario general adjunto de la ONU para Asuntos de Desarme (1998-2003) y firme defensor de un mundo sin armas nucleares, recibirá el Premio al Logro Internacional por el Desarme Nuclear, que patrocina la agencia de noticias Inter Press Service (IPS).
Dhanapala “contribuyó enormemente con la construcción de cimientos sólidos sobre los cuales algún día la comunidad mundial cumplirá esta gran ambición”, dijo Randy Rydell, hasta hace poco alto funcionario para Asuntos Políticos en la Oficina de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para Asuntos de Desarme.
Poco le faltó al galardonado por desmantelar artefactos nucleares con sus propias manos, bromeó Rydell.
Desde 2007 el también exembajador de Sri Lanka preside las Conferencias Pugwash sobre Ciencia y Asuntos Mundiales, Premio Nobel de la Paz 1995. Precisamente, ese año Dhanapala desempeñó un rol crucial en la Conferencia de los Estados Partes del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
El galardón de IPS es coauspiciado por la organización no gubernamental budista Soka Gakkai Internacional, con sede en Tokio, que lidera una campaña mundial para abolir las armas atómicas. Será presentado el 17 de este mes en una ceremonia oficial en la ONU.
El acontecimiento, al que asistirán altos funcionarios del foro mundial, embajadores y representantes de los medios de comunicación y la sociedad civil, es organizado por la Asociación de Corresponsales de la ONU (UNCA).
“Cuando el Tratado de No Proliferación se extendió indefinidamente en 1995, la persona más responsable de convertir el desarme nuclear en una obligación legal permanente fue el embajador Jayantha Dhanapala”, dijo Douglas Roche, exsenador y exembajador canadiense para temas de desarme, además de profesor visitante en la Universidad de Alberta, en diálogo con IPS.
Según Roche, la “magistral diplomacia” de Dhanapala –que estableció un nexo entre los poderosos estados nucleares y el mundo no nuclear– fue la responsable de delinear tres promesas específicas.
Primero, los esfuerzos sistemáticos y progresivos hacia la eliminación de las armas atómicas. Segundo, un Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares en 1996. Y tercero, una primera conclusión de las negociaciones para una prohibición de los materiales físiles.
“Jayantha elevó la norma global y creó conciencia mundial en cuanto a que las armas nucleares son incompatibles con la plena implementación de los derechos humanos”, dijo Roche es presidente fundador de la Middle Powers Initiative y fue presidente del Comité de Desarme de la ONU en la 43 Asamblea General del foro mundial, en 1988.
Jonathan Granoff, presidente del Global Security Institute (GSI), señaló a IPS que “nadie ha hecho más para preservar y fortalecer el sistema legal internacional que restringe la propagación de las armas nucleares y fija claramente el punto de referencia para la eliminación universal de las armas nucleares que el embajador Jayantha Dhanapala”.
“Su liderazgo en el Departamento de Asuntos de Desarme de la ONU y como presidente de la Conferencia de Revisión y Extensión de 1995 tuvo sus raíces en un punto de vista que claramente guía su vida”, agregó.
Cuando era un joven estudiante, durante la Crisis de los Misiles en Cuba, se preguntó “cómo podían las dos superpotencias del momento colocar a millones de ciudadanos inocentes, en estados no nucleares y no alineados, ante el peligro de explosión, radiación, efectos climáticos y genéticos de semejante intercambio de armas”, recordó Granoff.
Dhanapala se dedicó incansablemente a concientizar a naciones, organizaciones e individuos, así como a darles poder para que actuaran en base a la noción de que entre las armas nucleares y la civilización hay una sola opción: o unas o la otra, destacó.
“Su trabajo en la arena internacional ha ejemplificado la fusión de aspiraciones idealistas basadas en valores universales y políticas prácticas informadas por las limitaciones de las realidades políticas y el poder”, dijo Granoff, quien también es un alto asesor del Comité sobre Control de Armas y Seguridad Nacional de la Asociación de Abogados Estadounidenses.
También fue crucial a la hora de revivir el interés de la ONU en la cuestión “desarme y desarrollo”, en una época en que el gasto militar estaba volviendo a aumentar, en la post Guerra Fría, mientras las necesidades sociales y económicas quedaban sin satisfacer en vastos sectores del mundo.
Dhanapala se desempeñó como director del Instituto de las Naciones Unidas de Investigación sobre el Desarme (1987-1992), cuya base financiera amplió con éxito, igual que sus áreas de estudio, para incluir los desafíos no militares a la seguridad.
[related_articles]También fue miembro de dos de las comisiones internacionales más influyentes para la promoción del desarme nuclear: la Comisión de Canberra (1996) y la Comisión de Armas de Destrucción Masiva, o Comisión Blix (2006).
Luego recibió una concesión de la Fundación MacArthur que le permitió publicar su libro “Multilateral Diplomacy and the NPT: An Insider’s Account”.
Entre las varias instituciones cuyos consejos asesores ha integrado figuran el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz y el Centro de Ginebra para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas. También fue presidente honorario de la Oficina Internacional por la Paz.
En todos los cargos que ocupó durante su carrera, dijo Rydell, Dhanapala inspiró a sus colegas para luchar de modo persistente por los intereses de la comunidad mundial, aunque hubiera que enfrentar grandes obstáculos.
“Un día, el desarme nuclear finalmente se logrará de este modo”, agregó.
Roche señaló a IPS: “Si los estados nucleares hubieran cumplido con los estándares fijados por el embajador Dhanapala, hoy el mundo sería un lugar más seguro”.
Los anteriores galardonados con el Premio al Logro Internacional de IPS por sus aportes a la paz y el desarrollo incluyen al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2008), al exsecretario general de la ONU Kofi Annan (2006), al Llamado Mundial a la Acción Contra la Pobreza (2005), al Grupo de los 77 (G-77) países en desarrollo (2000), al exsecretario general de la ONU Boutros Boutros-Ghali (1995) y al expresidente finlandés Martti Ahtisaari (1991).
Editado por Kitty Stapp