Cuando la tierra tiene sed, las personas tienen hambre

Un hombre camina por tierras agrícolas en la aldea de Mirusuvil, en el norteño distrito de Jaffna en Sri Lanka. Unas 122.000 personas sufrieron el impacto de las severas sequías, según los últimos datos del gobierno. Crédito: Amantha Perera/IPS.

Al observar los campos abrasados de la provincia Norte de Sri Lanka, cualquiera podría pensar que la tierra no recibe agua desde hace años. De hecho, eso no está muy lejos de la realidad.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) destinó en septiembre 2,5 millones de dólares para ayudar a cientos de miles de personas sumidas en una sequía que se prolonga ya 11 meses y sin fin a la vista.

Una mujer parada en su terreno desecado en el oriental distrito de Batticaloa, una de las regiones arroceras más grandes de Sri Lanka, que sufrió el impacto de una sequía de 11 meses. Crédito: Amantha Perera/IPS.
Una mujer parada en su terreno desecado en el oriental distrito de Batticaloa, una de las regiones
arroceras más grandes de Sri Lanka, que sufrió el impacto de una sequía de 11 meses. Crédito: Amantha Perera/IPS.

Un hombre está parado en medio de un arrozal abrasado en el norteño distrito de Kilinochchi, en Sri Lanka. Se prevé que la cosecha de arroz de este país sufra una pérdida histórica de 17 por ciento, respecto de las cuatro millones de toneladas registradas en 2013. Crédito: Amantha Perera/IPS.

Un hombre está parado en medio de un arrozal abrasado en el norteño distrito de Kilinochchi, en Sri Lanka. Se prevé que la cosecha de arroz de este país sufra una pérdida histórica de 17 por ciento, respecto de las cuatro millones de toneladas registradas en 2013. Crédito: Amantha Perera/IPS.

Más de la mitad de las personas afectadas por la sequía están en las provincias del Norte y Este de Sri Lanka, dos de las más pobres.

Una mujer lleva un pañuelo para cubrir su cabeza del calor sofocante en el norteño distrito de  Jaffna, en Sri Lanka, donde las temperaturas pueden llegar a 40 grados centígrados de día. Crédito: Amantha Perera/IPS.

Una mujer lleva un pañuelo para cubrir su cabeza del calor sofocante en el norteño distrito de Jaffna, en Sri Lanka, donde las temperaturas pueden llegar a 40 grados centígrados de día. Crédito: Amantha Perera/IPS.

Una mujer carga leña en la zona de Pillumalai, en el oriental distrito de Batticaloa, en Sri Lanka,  golpeado por la sequía. La población sufre una crisis hídrica debido a que el principal reservorio, el tanque Vakaneri, está prácticamente seco. Crédito: Amantha Perera/IPS.
Una mujer carga leña en la zona de Pillumalai, en el oriental distrito de Batticaloa, en Sri Lanka, golpeado por la sequía. La población sufre una crisis hídrica debido a que el principal reservorio, el tanque Vakaneri, está prácticamente seco. Crédito: Amantha Perera/IPS.

 

El PMA informó el 1 de septiembre que los suministros, que incluyen raciones de arroz y se distribuirán entre las personas damnificadas, ascenderán a 2,3 millones de dólares. Además, el programa de asistencia también ofrecerá 277.000 dólares en efectivo a las familias necesitadas.

El lecho de un reservorio seco en el sudoriental distrito de Moneragala, en Sri Lanka, donde los  agricultores dicen que la falta de lluvias desde fines de 2013 prácticamente devastó sus tierras cultivables. Crédito: Amantha Perera/IPS.

El lecho de un reservorio seco en el sudoriental distrito de Moneragala, en Sri Lanka, donde los agricultores dicen que la falta de lluvias desde fines de 2013 prácticamente devastó sus tierras cultivables. Crédito: Amantha Perera/IPS.

Una niña bebe agua de una botella en el oriental distrito de Batticaloa, en Sri Lanka, donde unas 220.000 personas sufren el impacto de la sequía. Crédito: Amantha Perera/IPS.
Una niña bebe agua de una botella en el oriental distrito de Batticaloa, en Sri Lanka, donde unas 220.000 personas sufren el impacto de la sequía. Crédito: Amantha Perera/IPS.

La sequía afectó a 1,6 millones de personas, de las cuales 190.000 necesitan alimentos de forma urgente. Además, preocupa la seguridad alimentaria de otras 700.000 más.

Un tractor avanza por la calzada seca al costado de una carretera sobre un terraplén en el  norteño distrito de Kilinochchi. Funcionarios consultados por IPS dijeron que la zona necesita nueve millones de rupias (unos 69.000 dólares) por semana de asistencia a causa de la sequía. Crédito: Amantha Perera/IPS.
Un tractor avanza por la calzada seca al costado de una carretera sobre un terraplén en el norteño distrito de Kilinochchi. Funcionarios consultados por IPS dijeron que la zona necesita nueve millones de rupias (unos 69.000 dólares) por semana de asistencia a causa de la sequía. Crédito: Amantha Perera/IPS.

Si bien la situación actual requiere atención y asistencia inmediata, el PMA alertó que las personas afectadas también requerirán ayuda a largo plazo para adaptarse a la variabilidad climática.

Un hombre usa una bomba industrial en la zona de Karadiyanaru, en el oriental distrito de Batticaloa, en Sri Lanka. Los especialistas alertan sobre el uso de poderosas bombas de agua en esa región árida, que somete a la napa freática a una presión excesiva. Crédito: Amantha Perera/IPS.
Un hombre usa una bomba industrial en la zona de Karadiyanaru, en el oriental distrito de Batticaloa, en Sri Lanka. Los especialistas alertan sobre el uso de poderosas bombas de agua en esa región árida, que somete a la napa freática a una presión excesiva. Crédito: Amantha Perera/IPS.

El Banco Mundial estima que el riesgo anual de los desastres ambientales en Sri Lanka asciende a 380 millones de dólares al año. El peor de estos, hasta ahora, fueron las graves inundaciones de 2010 y 2011, cuando los daños se ubicaron alrededor de los 50.000 millones de dólares.

Una mujer trata de rescatar lo que queda de su cultivo de frijol chino antes de que la escasez de agua destruya todo el terreno en la zona de Pillumalai, en el distrito de Batticaloa, en Sri Lanka. Según estimaciones oficiales, la producción agrícola probablemente caiga 10 por ciento este año a causa de la sequía. Crédito: Amantha Perera/IPS.
Una mujer trata de rescatar lo que queda de su cultivo de frijol chino antes de que la escasez de agua destruya todo el terreno en la zona de Pillumalai, en el distrito de Batticaloa, en Sri Lanka. Según estimaciones oficiales, la producción agrícola probablemente caiga 10 por ciento este año a causa de la sequía. Crédito: Amantha Perera/IPS.

Editado por Kanya D’Almeida / Traducido por Verónica Firme

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