Miles de funcionarios públicos griegos marcharon en Atenas y en Salónica, la segunda mayor ciudad del país, en el marco de una huelga nacional de dos días contra los recortes laborales planificados por el gobierno.
Los colegios y los tribunales están cerrados desde el miércoles 18, mientras que los hospitales funcionan con personal reducido.
Los trenes del país se sumaron también a la huelga por cuatro horas, en tanto periodistas realizaron un paro de tres horas, en las que no se transmitieron noticias ni por radio ni televisión.
Los sindicatos griegos resisten los esfuerzos del gobierno por reducir el aparato público, en el que trabajan 600.000 personas y que muchos consideran ineficiente y corrupto. Los trabajadores alertan que los recortes solo agravarán los problemas de este país europeo, que ya lleva seis años de recesión.
Las protestas, convocadas por el sindicato del sector público ADEDY, se desarrollan en vísperas de la visita a Atenas de representantes de la llamada “troika” de la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para supervisar los avances en las reformas a las que se comprometió el gobierno.
“Ha comenzado un invierno largo, gravoso y doloroso”, señaló ADEDY, que junto al sindicato del sector privado GSEE representa a unos 2,5 millones de trabajadores en este país de 11 millones de habitantes.[related_articles]
“La verdad es que, con cada visita de la troika, nuestra dignidad nacional queda destruida. La economía y la sociedad están en ruinas”, añadió la organización.
Gobierno defiende políticas
“Grecia era el último estado soviético en la UE. Esto tenía que terminar, y lo terminaremos ahora. Esto es por el beneficio del pueblo griego”, dijo a Al Jazeera el ministro de Salud, Adonis Georgiadis.
“Seremos liberales y dejaremos que el mercado haga su trabajo, como lo hacen todos los pueblos serios y normales en el resto del mundo. ¿De qué hay que temer?”, añadió.
El gobierno planea recortar los sueldos de 25.000 funcionarios este año, en un intento de reducir el peso del Estado y así cumplir las condiciones para seguir recibiendo rescates financieros.
Se teme que muchos de los funcionarios cuyos sueldos sean recortados terminen por perder sus puestos.
El gobierno aseguró que seguirá adelante con las reformas, y prometió crear para fines de este año un seguro para los 1,4 millones de desempleados.
También anunció que intentará quitarles presión a los hospitales del país creando una red de centros de atención médica primaria. No obstante, admitió que gran parte del sector de la salud será privatizada.
“La reducción de los servicios estatales de salud y educación puede ayudar en términos generales, pero lo más seguro es que profundicen la brecha entre los que tienen y los que no”, dijo el corresponsal de Al Jazeera en Atenas, John Psaropoulos.
“Estos trabajadores, que temen perder sus empleos, saben de qué lado terminarán”, añadió.
Medidas de austeridad
Grecia depende de rescates financieros del FMI y de países europeos desde mayo de 2010.
A cambio, debió implementar una serie de estrictas medidas de austeridad para reformar su economía.
James Meadway, economista del centro de estudios independiente New Economics Foundation, de Londres, apoyó los reclamos de los manifestantes.
“Medidas de austeridad cada vez más severas han sido aplicadas en algunos países europeos, y no hemos visto ninguna recuperación seria o sostenida en esas economías”, dijo a Al Jazeera.
“Esto se debe, precisamente, a que la austeridad es lo que provoca la recesión. Se está creando un círculo vicioso en el que Grecia queda cada vez más atrapada”, añadió.
“El gobierno tiene diferentes opciones, como invertir y gastar en la creación de empleos”, apuntó. “Pero está haciendo exactamente lo opuesto”.
Publicado en acuerdo con Al Jazeera.