Llegó la hora de las urnas para megaminería colombiana

La empresa AngloGold Ashanti Colombia gasta un grueso presupuesto para convencer a las comunidades de la zona de las bondades de la explotación de oro a cielo abierto. Este cartel en la carretera entre Ibagué, capital de Tolima, y Cajamarca es solo una muestra. Crédito: Constanza Vieira/IPS

En una experiencia inédita en Colombia, los ciudadanos de un pequeño municipio del central departamento de Tolima decidirán este domingo 28 en las urnas si avalan o no la actividad de la firma transnacional AngloGold Ashanti en la mina de oro La Colosa.

El municipio de Piedras está ubicado 96 kilómetros al oeste de La Colosa, el mayor proyecto de explotación aurífera a cielo abierto en la cordillera Central de los Andes, situado en el distrito de Cajamarca, que se llama a sí mismo «despensa agrícola de Colombia».

La empresa de origen sudafricano AngloGold Ashanti Colombia (AGA) inició a comienzos de la década pasada sus actividades en estas vertientes de bosques de niebla y sembrados campesinos.

La Colosa, que permanece en etapa de factibilidad, es el tercer proyecto global más grande de AGA, que a su vez es la tercera productora mundial de oro, con 21 operaciones en 10 países.

[pullquote]1[/pullquote]En el informe «Minería en Colombia – Fundamentos para superar el modelo extractivista«, publicado este año por la Contraloría General de la República, se calcula, sobre datos de la propia AGA de 2008, que La Colosa producirá casi 759 toneladas de oro en toda su etapa útil.

La gerenta de Comunicaciones de la firma, Sandra Ocampo, dijo a IPS que se espera obtener un gramo de oro por tonelada de material removido.

AGA calcula 20 años de vida útil a la mina, aunque puede ser mayor dado que sus técnicos indican que «continúan realizándose descubrimientos que aumentan su tamaño, tanto en la zona directa del proyecto como en los alrededores», añadió la fuente.

Así, la minera no descarta que en La Colosa haya oro para medio siglo.

Todo esto, claro, «si las exploraciones preliminares pueden avanzar» y AGA «logra conocer lo que realmente existe en la zona», indicó, en medio de esta verdadera batalla por La Colosa.

En el marco de esa puja, AGA presentó en enero una demanda contra el alcalde de Piedras, Arquímedes Ávila, porque los pobladores del municipio impedían el paso de los empleados y maquinaria. La acción judicial no prosperó.

La autoridad ambiental Corporación Autónoma Regional del Tolima llegó a detener las actividades de AGA por lo menos en tres oportunidades. La última fue en marzo, cuando anunció sanciones ante la reiteración de irregularidades.

Una piedra en la mina

Los expertos de AGA decidieron instalar las piscinas de separación del oro de La Colosa en Doima, una aldea arrocera del municipio de Piedras, cuyos habitantes comenzaron a movilizarse apenas se enteraron, en enero.

Desde entonces no cesa la protesta y, ante ello, Ávila convocó a las 2.424 mujeres y 2.681 hombres habilitados para votar en Piedras a que respondan el domingo 28 «sí» o «no» a una sola pregunta sobre las actividades mineras de AGA.

El texto, de 12 renglones, inquiere si los habitantes aceptan que se adelante la «exploración, explotación, tratamiento, transformación, transporte y lavado de materiales» provenientes de la minera aurífera a gran escala.

También si acuerdan o no el «almacenamiento» y «empleo de materiales nocivos para la salud y el medio ambiente», como cianuro y otras sustancias peligrosas, y que «se utilicen las aguas superficiales y subterráneas» de Piedras en esa actividad, que amenaza el abastecimiento del recurso para consumo humano y para la agricultura. (Ver recuadro)

La respuesta no parece plantear dudas. Naturalmente, AngloGold Ashanti dice que contestaría «no».

«La descripción incluida en la pregunta no corresponde con nuestra manera de desarrollar la minería», argumenta la firma. Dice que no ha sido escuchada y que lo del domingo no será una «decisión informada y coherente», pero sí «inducida por prejuicios».

Si participan al menos un tercio de los electores, el resultado de la consulta es de cumplimiento obligatorio, según la ley vigente sobre plebiscitos. Sin embargo, la interpretación de las jurisdicciones de la norma hace que se cierna una batalla legal.

El Ministerio de Minas y Energía sostiene que los municipios no pueden decidir sobre proyectos mineros en su jurisdicción, y que no hay consulta popular que valga si esa cartera o la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales aprueban la operación de AGA.

Hasta junio de 2012, últimos datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, 33,5 por ciento de los habitantes de Piedras tenían sus necesidades básicas insatisfechas, mientras que en Cajamarca ese indicador era de 28,34 por ciento.

La empresa se defiende y Cajamarca se divide

AGA dijo, a través de un comunicado, que la mina generaría 1.500 empleos directos y 60.000 indirectos, así como 477 millones de dólares en impuestos y regalías en los próximos 20 años.

«La Colosa es una oportunidad de oro para el Tolima…”, pues «traerá progreso y bienestar», subraya en el texto enviado a IPS.

Empero, habitantes de Cajamarca con los que habló IPS desconfían.

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Sin permiso, AngloGold usa vías privadas para penetrar con un infierno de camiones, mostró en el lugar otra mujer, también temerosa de publicar su nombre. Su restaurante se beneficia con la minera, pero ella prefiere legarles a los suyos un ambiente sano.

La irrupción de AGA, que creó la organización civil Sí a la Mina, rompió por dentro la comunidad y los líderes que no se han dejado convencer se sienten aislados.

La mayoría en Cajamarca apoya la actividad extractiva y cree que todos van a beneficiarse y, en 30 años, todo volverá a ser prístino, pues AGA ha dicho que cubrirá de verde la mina cuando se agote.

Al menos, eso es lo que los niños campesinos cuentan que les dice la minera.

Personas consultadas por IPS contaron que estos niños y niñas viven en fincas de la zona rural de Cajamarca, a donde nunca llega un auto, y caminan varios kilómetros hasta la escuela. AGA envía los sábados vehículos a recogerlos en la puerta de sus viviendas, les hace fiestas y les regala tabletas. Cuando vuelven a casa, los niños increpan a sus padres porque se oponen a la mina.

El alcalde de Cajamarca, Evelio Gómez, acepta de buen grado a la minera. Si una escuela necesita refacciones y pintura, AngloGold paga. O regala una ambulancia.

«Ya el alcalde no hace nada», dijeron a IPS en el corregimiento de Anaime, en Cajamarca, donde la mayoría de la población permanece unida contra La Colosa. Si los que resisten también son más en Piedras, se sabrá la próxima semana.

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