La poca transparencia de las normas de la actividad nuclear en Argentina crea condiciones similares a las que prohijaron el colapso de la central japonesa de Fukushima en 2011, sostuvo la organización ecologista Greenpeace.
La Autoridad Regulatoria Nuclear debe emplear “mayor rigor para exigirle a la operadora Nucleoeléctrica Argentina que realice estudios de impacto y audiencias públicas» sobre la actividad, dijo a Tierramérica el ecologista Mauro Fernández, de Greenpeace.
En una carta a la Autoridad, Greenpeace cuestionó la prolongación de la vida útil del reactor nuclear de Embalse, en la central provincia de Córdoba, que se hizo sin estudios de impacto ni audiencias públicas, aseveró.
La investigación de lo ocurrido en Fukushima reveló que el terremoto y el tsunami fueron “detonantes” de un problema vinculado a la falta de controles sobre la empresa que operaba los reactores nucleares, según Fernández.