En esta ciudad del noroeste de Pakistán se respira un poco mejor desde que el primer ministro electo Nawaz Sharif ofreciera iniciar un diálogo con el proscrito Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), lo que renovó las esperanzas de paz.
El TTP mantuvo aterrorizada a las Áreas Tribales Administradas Federalmente (FATA), vecinas de la provincia de Jyber Pajtunjwa, de la que Peshawar es su capital. Los ataques se intensificaron en los días previos a las elecciones del 11 de este mes, y dejaron un tendal de sangre entre dirigentes políticos de la región.
La declaración de Sharif sobre que “conversar con el Talibán no es una mala opción” generó una sensación de alivio entre residentes de esta provincia noroccidental, y en especial de FATA, que han soportado la peor parte de los atentados que se suceden desde 2001.
El portavoz del TTP, Ihsanullah Ihsan, saludó la oferta y la consideró una señal positiva. “Ideamos una estrategia sobre el curso de las acciones a tomar en respuesta a las conversaciones de paz”, dijo.
El terrorismo es el principal problema que deberá resolver el nuevo gobierno para poner a Pakistán en la senda del progreso, dijo a IPS el activista de la electa Liga Musulmana de Pakistán (LMP-N), Rehmanullah Jan.
“Perdimos 49.000 personas, entre ellas 5.000 soldados, a causa del Talibán desde 2005”, subrayó.
Otras agrupaciones también apoyaron la iniciativa. El partido Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI), encabezado por la exestrella de críquet Imran Jan, estuvo, de hecho, al frente de la campaña para dialogar con los talibanes.
Ese partido participará en un gobierno de coalición en Jyber Pajtunjwa. Pervez Jan Jattack será el ministro jefe de esta provincia.
“Le damos la mayor prioridad al establecimiento de la paz y al fin del terrorismo”, dijo a IPS. Si no se le pone fin, no hay posibilidades de desarrollo social y económico.
“El ejército lleva adelante una operación militar en FATA desde 2005”, apuntó Jattack. “Pero el resultado ha sido cero y el TTP todavía domina en la mayoría de los siete distritos tribales de FATA”, añadió.
“Si en los últimos ocho años no se lo pudo eliminar por la fuerza, mantener conversaciones parece ser la mejor opción, opinó.
Sobre la rama de olivo que Sharif ofrece ahora, el analista Said Akram, del departamento de ciencias políticas de la Universidad de Peshawar, dijo a IPS que el Talibán ofreció al gobierno en marzo de este año mantener conversaciones.
Pero el saliente gobierno del Partido Popular de Pakistán (PPP) “no demostró interés, por lo cual no hubo avances”, indicó.
Sharif, quien ya gobernó Pakistán en dos ocasiones en los años 90, triunfó en los comicios del 11 de este mes.[related_articles]
En aquel momento, el TTP pidió a Sharif, entonces en la oposición, así como a líderes religiosos como Maulana Fazlur Rehman, de Jamaat Ulema-e-Islam (JUI), y a Syed Munawar Hassan, de Jamaat-e-Islami, que fueran garantes del diálogo.
“Desde la oposición, Nawaz no fue garante, pero ahora que está en el gobierno y es primer ministro, su principal prioridad será iniciar negociaciones con el TTP”, indicó Akram.
Tanto la LMP-N como el PTI también buscaron la ayuda de Maulana Samiul Haq, jefe de otra facción del JUI y principal patrocinador del mayor seminario islámico de Pakistán, Darul Ulum Haqqania, para que facilitara las conversaciones entre el gobierno y el TTP.
Se considera al influyente clérigo como el “padre del Talibán”. “La mayoría de sus líderes son mis estudiantes”, dijo Haq a IPS. “Tengo contacto con los jefes del Talibán y la respuesta ha sido positiva”, indicó.
Pero necesitaba la garantía total, no solo de la LMP-N y del PTI, sino también del jefe de las fuerzas armadas, general Ashfaq Pervez Kayani, antes de lanzar un proceso de diálogo formal con el TTP.
“Estamos seguros de que prevalecerá la paz si el gobierno, la oposición, el ejército y el Talibán dan muestras de sinceridad”, opinó.
Mohammad Aslam Jan, profesor de estudios sobre Pakistán en la Universidad Abdul Wali Jan, con sede en Mardan, a 50 kilómetros de Peshawar, dijo que se trata de la mejor posibilidad del gobierno para controlar al TTP.
“El nuevo gobierno debe tomar en serio la oferta si quiere que haya paz”, opinó.
De hecho, la ciudadanía votó a la LMP-N y al PTI precisamente porque el PPP y la Liga Awami no lograron instaurar la paz, añadió. Los votantes vieron una luz de esperanza en los eslóganes de paz durante la campaña electoral y quedarán muy desilusionados si no logran contener el terrorismo.
La Liga Awami gobernó Jyber Pajtunjwa los últimos cinco años y se mantuvo en confrontación con el TTP, lo que costó la vida a 800 dirigentes y trabajadores en reiterados ataques. Aun así, está favor de negociar la paz con los talibanes.
“Queremos paz a toda costa y apoyaremos al gobierno porque la gente está harta del terrorismo”, dijo a IPS el portavoz de la Liga Awami, Zahid Jan.