Sequías e inundaciones, devastadores huracanes y una erosión de sus suelos con dramático impacto en su seguridad alimentaria convierten a Haití en extremadamente vulnerable al cambio climático.Ese conjunto de factores agiganta el esfuerzo de adaptación a esas alteraciones climáticas. Pero el país lanzó en enero un macroplan de reforestación y gestión territorial, para comenzar a afrontar sus vulnerabilidades, explicó en una entrevista con IPS el ministro del Ambiente, Jean François Thomas.
"Por sus características morfogeológicas, nuestro país está sometido a cambios bruscos que lo exponen a una situación de gran fragilidad. Su misma condición de isla lo debilita aún más", advirtió el jefe de la política ambiental haitiana desde enero.
"El problema más grave es la deforestación masiva. Esto hace que cualquier temporal provoque graves inundaciones", dijo antes de detallar los alcances del plan, reforzado con la declaración de 2013 como Año del Medio Ambiente en Haití.
IPS: ¿En qué consiste la nueva estrategia haitiana para afrontar la crisis climática?
JEAN FRANÇOIS THOMAS: El primer eje es la educación ambiental, en la cual vamos a interactuar con el ministerio de ese ramo. Queremos llevar el tema a todos los colegios y escuelas del país, para que todos los jóvenes se sientan involucrados en el proceso. Creemos que con un buen programa de sensibilización y educación podemos producir un cambio, hacer que las conductas sean ambientalmente menos agresivas.
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El segundo eje es el de la reforestación. Lamentablemente, lo decimos con dolor, tenemos menos de dos por ciento de cobertura forestal. Si seguimos así, dentro de poco tiempo bastará una hora de lluvia para una catástrofe. Es una situación que debemos revertir y con los planes que estamos poniendo en práctica esperamos elevar la masa boscosa hasta 4,5 o cinco por ciento en los próximos tres años.
Con la ayuda de países como República Dominicana, Cuba, México y muchos otros que se sienten involucrados, vamos a ejecutar ese proceso masivo de reforestación. Ya hay acuerdos binacionales para llevarla a cabo y hacer la diferencia.
IPS: ¿Esos planes incluyen el diseño de alternativas para que las familias dispongan de un combustible distinto del carbón vegetal y la madera?
JFT: Justamente, el tercer eje de acción apunta a la búsqueda de alternativas. Nosotros no podemos castigar ni decir que vamos a cambiarlo todo, sin ofrecer a la población otras posibilidades.
Ya existen muchos estudios sobre nuevas técnicas y fuentes de energía, que incluyen los fogones mejorados, los bosques secos que podemos desarrollar y un sinnúmero de tecnologías que pueden ayudar a aliviar las presiones sobre los recursos boscosos.
IPS: ¿Y cuál es el cuarto eje?
JFT: Se trata de la vigilancia ambiental, aspecto que estuvo a mi cargo durante casi ocho años. Debemos hacer respetar las normas y leyes ya establecidas para una gestión sana del ambiente.
Hay personas que actúan para sobrevivir, pero también están los depredadores, a quienes no les preocupa preservar el ambiente, sino lucrar. De modo que tenemos que avanzar con la legislación en las manos y con todas las fuerzas del país para llevar a cabo ese proceso de vigilancia ambiental. Con esos cuatro puntos podemos hacer la diferencia.
IPS: En energía renovable, ¿en qué fuentes piensan enfocarse específicamente?
JFT: Por ejemplo, establecer centros de producción de energía solar, cuyo uso se está llevando a cabo con mucha esperanza. Incluso se están fabricando fogones solares. Todo dentro de un esfuerzo para apoyar a la comunidad y aliviar la presión sobre los recursos naturales.
IPS: ¿Haití está en condiciones de incluir la adaptación al cambio climático en sus planes de desarrollo económico?
JFT: Vamos a admitir que Haití está en situación de emergencia, pero aun así está obligado, porque no hay escape, a desarrollar mecanismos de adaptación. Ya no es ciencia ficción, es una realidad que estamos viviendo. Hay mucha preocupación en nuestro país sobre ese fenómeno y la necesidad de adaptación.
Ya se están llevando a cabo procesos para enseñar a las comunidades a adaptarse a esos cambios.
IPS: ¿Cómo contribuye la creación de la reserva de la biosfera de La Selle, que la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) declaró en febrero?
JFT: Esa reserva de la biosfera, la primera de Haití, va a permitir una mejor integración de las personas y el ambiente. No solo se va a tratar de proteger los recursos naturales, sino que también permitirá enseñar a las personas a convivir con su ambiente, buscando modos de mejorar sus condiciones de vida sin dañar el entorno. Además, proveerá muchas fuentes de trabajo.
Es también un proceso científico interesante, pero lo más importante es que ahí se le va a enseñar al ser humano a vivir, respetar y explotar con criterio el ambiente en el cual vive y del cual depende.