EEUU reconoce riesgos financieros del cambio climático

El subsecretario de Agricultura, Michael Scuse (izquierda), habla con productores sobre los efectos de la última sequía. Crédito: Jacob Maxwell/USDA
El subsecretario de Agricultura, Michael Scuse (izquierda), habla con productores sobre los efectos de la última sequía. Crédito: Jacob Maxwell/USDA

Por primera vez, una oficina auditora del gobierno de Estados Unidos añadió el cambio climático a la lista de las grandes amenazas financieras del país. También alertó que este país no estaba preparado para afrontar el fenómeno.

Las advertencias, que llegaron en medio de una renovada discusión pública sobre el recalentamiento planetario, podrían ofrecer una nueva oportunidad para lograr un mayor involucramiento de algunos congresistas conservadores, que niegan la responsabilidad humana en el fenómeno climático.

"Los impactos y los costos del desastre climático incrementarán en importancia, conforme los eventos que consideramos ‘raros’ se hagan más comunes e intensos", alerta el informe de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés), presentado el 14 de este mes.

"Sin embargo, el gobierno federal no está bien posicionado para afrontar esa contingencia fiscal", añade.

La lista de "altos riesgos" de la GAO incluye 30 ítems con un particular enfoque en temas de defensa y salud.
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Sin embargo, la lista de este año se destaca especialmente por la inclusión del riesgo financiero que supone el cambio climático para el país.

"Esto es de gran importancia, y sigue las tendencias que ya se registran en el sector privado y en el gobierno local", dijo a IPS el director de comunicaciones sobre cambio climático del independiente Fondo de Defensa del Ambiente, Keith Gaby.

El riesgo financiero del gobierno federal es grande porque cerca de 30 por ciento del país, incluyendo una gran cantidad de infraestructura destinada a proteger a las poblaciones urbanas, podría verse amenazado por cambios imprevistos y drásticos en los sistemas climáticos.

Además, el gobierno administra dos grandes fondos de seguros que podrían verse particularmente presionados para cubrir daños por desastres naturales, alerta la GAO.

En los últimos años han crecido los llamados a que el gobierno asuma sus responsabilidades en casos de desastres. Pero este aún no destina partidas específicas en su presupuesto para este tipo de circunstancias.

La GAO indicó que las declaraciones de desastres crecieron en forma sostenida hasta alcanzar un récord de 98 en 2011 (contra 65 en 2004), requiriendo un total de 80.000 millones de dólares

Esta cifra fue casi igualada el año pasado por un solo desastre ambiental, cuando la tormenta Sandy azotó el noreste del país y se necesitaron más de 60.000 millones de dólares para recuperar las zonas afectadas.

Ese huracán, la severa sequía del verano boreal pasado y las directas menciones al cambio climático hechas por el presidente Barack Obama en su último discurso del Estado de la Unión pusieron al fenómeno en el tapete en este país.

"El clima está claramente de nuevo en la agenda, y a lo grande", dijo IPS el director de comunicaciones de 350.org, grupo ambientalista que realizó una gran movilización el domingo 17 en Washington.

"El informe claramente señala los puntos clave a los que nos hemos referido sobre los riesgos del cambio climático, así como la continua dependencia del país respecto de los combustibles fósiles", indicó.

Si bien Washington realizó algunas actividades de adaptación ante el cambio climático, los auditores de la GAO señalaron que estas fueron solo circunstanciales.

La falta de una completa estrategia de adaptación se debe a que el tema está sumamente politizado, lo que ha causado una parálisis legislativa.

La GAO se negó a expresarse sobre la política o sobre las responsabilidades ante el recalentamiento planetario.

Sin embargo, es claro que los auditores creen que la adaptación requerirá de acciones políticas para reducir los gases de efecto invernadero y otras causas del fenómeno.

Por ejemplo, hacen referencia a las conclusiones de otras oficinas del gobierno, señalando que "la vulnerabilidad de la de la nación se puede reducir limitando la magnitud del cambio climático a través de acciones para limitar las emisiones de gases invernadero".

Pero la decisión de concentrarse en los efectos y en la economía en vez de en las causas podría ser útil para que algunos legisladores conservadores se unan a los esfuerzos.

"Esto claramente abre la puerta para la conversación entre quienes están preocupados por los gastos y los futuros déficits y los que trabajan directamente contra el cambio climático, atrayendo también a aquellos concentrados en temas de energía y a políticos locales en todo el país", dijo Gaby.

"Particularmente, debido al dinero gastado en el Sandy, los que combaten el déficit están despertando y diciendo que tenemos que luchar contra esto. No están cambiando su postura básica sobre el cambio climático, sino que están involucrándose en el tema de una forma que podría permitir un avance en las conversaciones", destacó.

Este enfoque ya permitió algunos avances políticos. Al ser presentado el nuevo informe el jueves 14, el jefe del Comité Investigador de la Cámara de Representantes, Darrell Issa, del opositor Partido Republicano, elogió los hallazgos del estudio.

"Nosotros en el gobierno federal debemos supervisar cómo se mitiga lo que la naturaleza nos está haciendo o nos puede hacer, y ese tema no es de ningún partido en particular", dijo Issa.

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