Perú apura plan para medir y proteger sus recursos naturales

El crecimiento económico de Perú se asienta en su gran capital de recursos naturales, que nutren más de 50 por ciento de su producto bruto y 80 por ciento de las exportaciones. Ante esa importancia, el gobierno encara un proyecto para valorizar y financiar la protección de ese patrimonio.

La selva es una de las zonas con más riqueza natural a proteger. Crédito: Milagros Salazar/IPS
La selva es una de las zonas con más riqueza natural a proteger. Crédito: Milagros Salazar/IPS
Fernando León, asesor sobre incentivos económicos en la Iniciativa para la Conservación en la Amazonía Andina (ICAA), indicó a Tierramérica que, "atado a la física, hay una infraestructura natural que el Estado debe proteger".

A modo de ejemplo, señaló que, "si en un proyecto de agua potable solo te preocupas por los tubos y la infraestructura y no por conservar las cuencas que proveen el recurso que pasará por los tubos, ¿qué se va a potabilizar para la población?".

Este especialista fue titular, hasta fines de 2011, de la Dirección General de Evaluación, Valorización y Financiamiento del Patrimonio Natural del Ministerio del Ambiente, que planteó la necesidad de impulsar proyectos de protección de estos bienes en el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP).

Su sucesor en la repartición, Roger Loyola, quien continúa con este empeño, informó que para fines de este año prevé que el llamado "SNIP verde" ya empiece a ejecutarse.
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Loyola y su equipo avanzan en coordinación con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que tiene a su cargo el SNIP, en la elaboración de los lineamientos, el marco conceptual y los términos que se van a manejar en los proyectos ambientales.

Este proceso implica un desafío para los técnicos, porque hay que demostrar que estas iniciativas tienen rentabilidad económica para el país, explicó. Por ejemplo, demostrar el beneficio económico de proteger una especie en extinción, añadió.

En esta etapa, se impulsan proyectos de diversidad biológica, cambio climático, ordenamiento territorial y áreas naturales protegidas, todas áreas que trabaja el Ministerio del Ambiente (Minam).

Fuentes de la Dirección General de Política de Inversiones del MEF indicaron a Tierramérica que "lo primero que se está haciendo es evaluar cuáles de todos estos proyectos califican como inversión pública".

Después que se unifiquen los conceptos al interior del Minam con miras a que sirva de referencia a los otros sectores y se compatibilice los conceptos ambientales y económicos, se trabajará en las pautas y guías metodológicas para la elaboración y aprobación de los proyectos.

El biólogo Sandro Chávez, coordinador nacional de Foro Ecológico y exjefe del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas, consideró que es positiva la iniciativa del SNIP verde.

Sin embargo, Chávez advirtió a Tierramérica que el gobierno no debe "caer en el error de diferenciar la inversión pública solo para proyectos de conservación cuando el componente ambiental debe estar incorporado en todos los proyectos que presenten los sectores del Estado para garantizar que sean sostenibles".

León, en contraste, señaló que los proyectos específicos que impulsa el Minam deben verse como una primera etapa, debido a que le tocó comprobar, cuando impulsaba el SNIP verde como funcionario público, que no es fácil convencer al Ministerio de Economía que dé ese paso.

El asesor de la ICAA consideró que, pese a las resistencias, en el MEF ya se impulsan proyectos verdes.

Recordó que, en septiembre pasado, en un taller regional sobre financiamiento de políticas públicas y conservación de la diversidad biológica en la Amazonia andina, Mónica Muñoz Nájar, de la Dirección General de Política de Inversiones del MEF, anunció que existen 15 proyectos ambientales en el SNIP.

En este banco de iniciativas, destaca un proyecto del gobierno de la norteña región de San Martín para recuperar servicios ecosistémicos que proveen de agua a la población.

Loyola aseguró que existe una gran expectativa de los gobiernos regionales para presentar proyectos ambientales al SNIP verde. En ese marco, León consideró que las iniciativas deben ser priorizadas ni bien arranque este nuevo sistema, "porque lo que consumimos en las ciudades tiene conexión con el ámbito rural, con lo que existe en el interior del país".

Los expertos consideran que deben realizarse reportes permanentes en los que se evidencie los beneficios que otorgan los recursos ambientales y cuánto se pierde si se los maltrata para desterrar esa idea de que la naturaleza es gratuita e infinita.

En un análisis sobre la situación ambiental de Perú de 2007, el Banco Mundial concluyó que los daños al ambiente que se producen en este país tienen un costo económico de 3,9 por ciento del producto interno bruto (PIB) y afectan principalmente a los más pobres.

Se estima, en este informe, que "el impacto de la degradación ambiental para los pobres en relación a los no pobres es 20 por ciento más alto en términos de impacto por cada 1.000 personas y 4,5 veces más alto en términos de impacto por unidad de ingreso".

En agosto comenzó a funcionar en Perú un comité intersectorial integrado por 28 instituciones y liderado por el Instituto de Estadística e Informática (INEI) para establecer las cuentas verdes en degradación ambiental, agua y bosque, con la asesoría técnica del Minam.

En ese ámbito "se buscará incorporar las variables ambientales a la contabilidad nacional", explicó Araceli Urriola, especialista en cuentas ambientales de la Dirección General de Evaluación, Valoración y Financiamiento del Patrimonio Natural. "Lo que se dice la oferta y la demanda (en términos ambientales) de todas las actividades económicas", agregó ante la consulta de Tierramérica.

México, Guatemala y Colombia han presentado avances interesantes al respecto, aseguró Urriola. Sin embargo, en Perú, este proceso de valorizar los beneficios y las pérdidas de la naturaleza, de establecer un PIB verde, apenas comienza. Se espera que los miembros del Comité se reúnan antes de fin de mes para elaborar un plan de trabajo, informó el INEI a Tierramérica.

"Los impactos ambientales son acumulativos y no se sienten de inmediato. Esto ha hecho que algunos gobiernos no le den importancia a conservar y preservar. Por eso, al valorizar el daño ambiental, se quiere alertar sobre la importancia de conservar porque de lo contario lo pagaremos mañana", puntualizó Loyola.

* Este artículo fue publicado originalmente el 12 de enero por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.

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