Aunque reconoció que la corrupción y la violencia dañaron la imagen del Congreso Nacional Africano bajo su conducción, el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, pidió a los delegados participantes en la 17 conferencia nacional que lo ratifiquen en el liderazgo partidario.
Más de 4.000 delegados están reunidos desde el domingo 16 en la ciudad de Mangaung, también conocida como Bloemfontein, en la máxima instancia de análisis de programa, discusión ideológica y elección de autoridades del Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés).
En el encuentro que prosiguió este lunes 17 serán elegidos los seis máximos dirigentes del partido que gobierna Sudáfrica desde hace 18 años.
En su discurso de apertura de la asamblea, Zuma hizo varias promesas y dijo que su gobierno seguía comprometido con el cambio en el país, en un intento por convencer a los delegados a su favor, en la competencia por la dirección partidaria con el vicepresidente de Sudáfrica, Kgalema Mothlanthe.
El ANC, que comenzó como un movimiento de liberación hace un siglo para luchar contra el apartheid, régimen de segregación racial impuesto por la minoría blanca sobre la mayoría negra, aparece desgastado en la función de gobierno y, consecuentemente, afronta severas críticas en este país con 50 millones de habitantes y que es la principal economía de África.
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Asediado por problemas
Zuma se detuvo en su alocución en la baja de categoría de la economía sudafricana divulgada por agencias de calificación de riesgos financiero. Esa caída no significa que Sudáfrica esté en problemas, sostuvo.
«Queremos descartar la idea de que nuestro país se derrumba por dos bajas de categoría», señaló. «Seguimos haciendo nuestro trabajo de desarrollo y planeando la recuperación», apuntó.
El mandatario, de 70 años, espera reunir suficiente apoyo para evitar que Motlanthe le arrebate la conducción del partido.
Haru Mutasa, periodista de Al Jazeera, informó desde Bloemfontein que el discurso de apertura de Zuma se demoró más de tres horas debido a discusiones entre miembros preocupados por la posibilidad de fraude, entre otras irregularidades.
Algunos de los miembros denunciaron delegados falsos y se mostraron preocupados de que la gente recibieran entradas para participar en la conferencia, a la que solo se accede mediante invitación. Estos problemas no fueron resueltos, indicó Mutasa.
Zuma fue recibido con una cálida bienvenida de sus partidarios y algunos reclamos de cambios de detractores. Abrió la conferencia con una canción en la que elogió al expresidente Nelson Mandela, el líder histórico actualmente en delicado estado de salud.
«Insultos y gritos desde el podio si un compañero no está contento con otro no servirán de mucho para construir alianzas», dijo a la multitud.
La conferencia, que terminará el viernes, debe designar también al candidato a la Presidencia de Sudáfrica en las elecciones de 2014.
El domingo de noche, los delegados designaron a sus candidatos preferidos para los seis altos cargos del ANC.
La votación preliminar dio a Zuma una cómoda ventaja sobre Motlanthe para permanecer al frente del partido, pero se prevé que sea muy criticado por los problemas de su mandato.