«Países en desarrollo ya hacen mucho por la biodiversidad»

Los países en desarrollo ya hacen esfuerzos extraordinarios para proteger la diversidad biológica. Es «inimaginable» que las naciones ricas no cumplan sus obligaciones de financiar su conservación, dijo a Tierramérica el embajador brasileño André Aranha Corrêa do Lago.

Los biocombustibles son increíblemente lucrativos en los países tropicales, dice André Aranha Corrêa do Lago. Crédito: Manipadma Jena/IPS
Los biocombustibles son increíblemente lucrativos en los países tropicales, dice André Aranha Corrêa do Lago. Crédito: Manipadma Jena/IPS
La conciencia mundial sobre la biodiversidad "todavía es muy baja", pese a que el Convenio sobre la Diversidad Biológica ha entregado "amplia información científica a los gobiernos", dijo Corrêa do Lago, director del Departamento de Medio Ambiente y Temas Especiales de la cancillería de Brasil y uno de los principales negociadores de la XI Conferencia de Partes (COP11) de ese tratado internacional.

Corrêa do Lago dialogó con Tierramérica en Hyderabad, centro mundial de informática y biotecnología en el sur de India, que fue sede de la COP11 entre el 8 y el 19 de este mes.

TIERRAMÉRICA: A juzgar por los resultados de la Conferencia, ¿cómo evalúa la conciencia mundial sobre la importancia de la biodiversidad biológica?

ANDRÉ ARANHA CORRÊA DO LAGO: Es mucho más baja de lo que debería ser. Pero el Convenio está ayudando a elevarla más que ninguna otra iniciativa, por ejemplo entregando amplia información científica a los gobiernos.

TIERRAMÉRICA: Uno de los puntos más polémicos es la falta de compromisos financieros. ¿Cómo se soluciona?

AACL: La solución es muy clara: que las naciones desarrolladas cumplan sus obligaciones y suministren la financiación para que el mudo en desarrollo conserve la biodiversidad.
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La diversidad biológica está globalmente conectada; no podemos aislarla en fronteras geográficas o nacionales.

Solo cuando se la incorpora al paradigma de desarrollo, se la ve como un factor importante para promover la sustentabilidad económica, social y ambiental y se reconoce su relevancia para la energía, la agricultura y tantas otras actividades humanas, es cuando se le asignan los recursos adecuados para preservarla.

TIERRAMÉRICA: Las partes del Convenio acordaron que se debe tomar en cuenta el impacto de los biocombustibles en la biodiversidad al trazar estrategias energéticas. Brasil, gran productor de etanol, saludó esa decisión. ¿Por qué?

AACL: Según nuestra experiencia, los biocombustibles tienen un impacto extraordinario en el desarrollo, porque no son costosos y su tecnología no constituye un desafío. Y ese hecho ha despertado preocupaciones en muchos círculos.

Sin embargo, necesitamos saber más, pues algunos son menos sostenibles que otros, y asegurarnos de que aporten beneficios económicos, sociales y ambientales.

En la COP los países reconocieron su gran importancia… Pero debemos considerar su impacto en la biodiversidad. Brasil apoya todo paso para reconocer que los biocombustibles pueden ser muy positivos para el sector energético y para el desarrollo sostenible.

La buena noticia para el mundo en desarrollo es que en los países tropicales estos cultivos son increíblemente más lucrativos y esa es una oportunidad que debemos aprovechar.

TIERRAMÉRICA: Antes de que los países parte del Convenio firmaran el Protocolo de Nagoya en 2010, Brasil había adoptado normas de acceso a los recursos genéticos y participación en sus beneficios y contra la biopiratería, que no funcionaron.

AACL: Así es. Como con cualquier otra ley nacional, la legislación de Brasil es insuficiente para garantizar participación en los beneficios. Ante la falta de un marco internacional, las leyes están limitadas para impedir la biopiratería más allá de las fronteras nacionales.

Cuando el Protocolo de Nagoya entre en vigor –para lo cual necesitamos que lo ratifiquen 50 países– habrá una plataforma común, reconocida internacionalmente, que hará posible el respeto de las leyes nacionales, además de suministrar asistencia, estimular la investigación científica y prevenir la piratería de recursos genéticos y de los conocimientos tradicionales sobre ellos.

TIERRAMÉRICA: Pero, a dos años de su adopción, apenas seis países lo han ratificado, y Brasil no está entre ellos.

AACL: Como primer paso, la presidenta (Dilma Rousseff) lo ha enviado al Congreso (legislativo), donde está actualmente bajo estudio. En Brasil toda ratificación de un acuerdo internacional es un proceso complejo que debe pasar por el parlamento.

En el gobierno hemos aprendido que al Congreso no le complace que el Poder Ejecutivo tenga ideas sobre cómo debe actual el Legislativo, y este está analizando el Protocolo en profundidad. Es evidente que hay una actitud positiva y que podría ratificarlo en menos tiempo del que tomaron otros procedimientos similares.

TIERRAMÉRICA: ¿Antes de la próxima COP en 2014?

AACL: Seguramente para la próxima COP.

TIERRAMÉRICA: Muchos conservacionistas sostienen que la reforma en curso al Código Forestal dañará los exitosos esfuerzos de su gobierno para reducir la deforestación.

AACL: La presidenta debió vetar el texto aprobado por el Congreso. Y es la segunda vez que lo hace. El gobierno no va a aprobar un código que contradiga los compromisos nacionales de reducir la deforestación.

El código que sigue vigente es una legislación excepcional en el mundo. Para dar una idea, en cualquier área no amazónica de Brasil, los propietarios de tierras pueden explotar 80 por ciento de ellas y el resto deben preservarlo en su estado natural. Pero en la Amazonia es al revés, 80 por ciento de las tierras privadas deben mantener sus selvas intocadas y solo se puede explotar el restante 20 por ciento.

No hay otra ley que trate tan duramente la propiedad privada para proteger un ecosistema como la Amazonia. El problema es cómo lidiar con quienes la han violado. La nueva ley debe ser muy firme en esos casos.

Pero el Código Forestal data de 1965 y desde entonces Brasil se ha transformado en una economía mucho más importante y compleja. Necesitamos una legislación que refleje esas realidades.

Hay un gran debate público en torno a esto, pero las decisiones están en manos de los legisladores, que fueron elegidos por voto popular. Todos los esfuerzos están dirigidos a convencer al Congreso que debe entregar un código equilibrado.

TIERRAMÉRICA: ¿Cuántos fondos espera obtener Brasil a través del Convenio y a qué problemas prioritarios los va a asignar?

AACL: Lo que vimos en la COP fue muy claro. Los grandes países en desarrollo, como India y Brasil, ya están invirtiendo enormemente en preservar la biodiversidad.

El primer ministro de India, Manmohan Singh, comprometió en la conferencia recursos adicionales para que su país pueda avanzar hacia las Metas de Aichi (adoptadas en 2010 para abordar las causas subyacentes de la pérdida de diversidad biológica). Es la mayor demostración de que los países en desarrollo están haciendo su parte.

Sin embargo, hay otros países que necesitan recursos adicionales. Es inimaginable que las naciones industriales no tomen esto en consideración y no encuentren soluciones para obtener la financiación que se necesita.

India y Brasil también pueden hacer más si hay recursos adicionales. La prioridad para invertirlos en mi país sigue exactamente la línea mencionada por Singh, disponer de todos los instrumentos –formación de capacidad humana y tecnológica– para mejorar el estado de la biodiversidad. No podemos seguir como hasta ahora.

* Este artículo fue publicado originalmente el 20 de octubre por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.

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