Las presidentas Ellen Johnson Sirleaf, de Liberia, y Joyce Banda, de Malawi, activistas en la defensa del empoderamiento de las mujeres desde antes de asumir sus respectivos cargos, se comprometieron ahora a mejorar la situación de todas las africanas.
Dos años después de que la Unión Africana (UA) declarara la "Década de las Mujeres", ambas mandatarias se propusieron trabajar juntas para acelerar los cambios.
"Hoy es un día de regocijo para las mujeres africanas, es nuestro día, este es nuestro año y nuestra década", subrayó Banda el 29 de abril en Monrovia, con Sirleaf a su lado.
"Las dos tenemos una gran fortaleza", declaró esta última. "Juntas podemos hacer más por las mujeres para mejorar su papel en la sociedad", apuntó, y añadió que su país trabajará con el nuevo gobierno de Malawi para fortalecer a la población femenina.
Los desafíos que tienen por delante son enormes. Los indicadores de Malawi y Liberia en materia de empoderamiento de mujeres, de educación de niñas y de salud materna no son buenos, algunos de los aspectos contemplados por los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio (ODM), que deben alcanzarse para 2015.
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Según los informes realizados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en 2010, Liberia puede alcanzar los objetivos de equidad y educación, pero es poco probable que Malawi cumpla alguna de las tres metas relacionadas con las mujeres.
No hay mejor momento para avanzar en los derechos de las mujeres en África que este, remarcó Banda en su discurso.
Sirleaf, premio Nobel de la Paz, fue la primera mujer en ocupar la Presidencia de un país africano. Asumió en 2005 y fue reelegida en 2011.
Su primer gobierno se concentró en reconstruir un país devastado por dos guerras civiles (1989-1996 y 1999-2003). Pero en el segundo se comprometió a mejorar la condición femenina y priorizar la salud pública.
Banda reemplazó a Bingu wa Mutharika luego de su repentino fallecimiento el 5 de abril pasado.
Ocupaba la vicepresidencia desde 2009, pero tras un enfrentamiento con el entonces presidente fue expulsada del Partido Democrático Popular y, prácticamente, también del gobierno.
A pesar de ello se mantuvo en el cargo y en 2011 creó el Partido Popular. Tras la muerte de Mutharika, muchos legisladores abandonaron el Partido Democrático Popular y se pasaron al suyo.
Malawi y Liberia tienen grandes desafíos en materia de desarrollo. Las guerras civiles de Liberia fueron tan devastadoras que tras casi una década de finalizado el conflicto, el país sigue en proceso de reconciliación y de reconstrucción.
El último año de gobierno de Mutharika se caracterizó por el derrumbe de la economía debido a una mala gestión, que se agravó con el retiro de los donantes a raíz de violaciones de los derechos humanos.
La ministra de Género y Desarrollo de Liberia, Julia Duncan-Cassell, señaló que los avances ya pueden observarse en la cantidad de mujeres en cargos de gobierno, así como en la participación de la población femenina en el proceso democrático del país.
"En 1997, las vendedoras del mercado no sabían mucho sobre las elecciones", dijo Duncan-Cassell a IPS. "En 2005 trataron, pero votaron todas con la huella dactilar. Pero en 2011, ya la mayoría pudo escribir su nombre", apuntó.
En materia de educación, la ministra señaló que la cantidad de niñas matriculadas va en aumento hacia la paridad con los varones.
El informe del PNUD de 2010 sobre la situación de los ODM en Liberia confirma sus dichos y señala que se encamina a lograr la educación primaria universal.
En el área de salud, la hoja de ruta de cinco años lanzada en marzo de 2011, apunta a "reducir a la mitad la alta tasa de mortalidad materna e infantil" y llama a "aumentar en 50 por ciento la cantidad de parteras capacitadas en todos los niveles de atención".
Según la encuesta demográfica y de salud de 2007, mueren 994 mujeres en Liberia cada 100.000 nacidos vivos, uno de los indicadores más altos del mundo.
Banda se dedicó a fortalecer la presencia femenina en el gobierno desde su llegada a la Presidencia hace un mes al designar a ocho mujeres en su gabinete ministerial. También avanzó en el empoderamiento económico de la población femenina al introducir un programa agrícola y una iniciativa de mercado.
"Esto lo aprendí de mi hermana mayor", dijo Banda refiriéndose a Sirleaf, tras mencionar la futura iniciativa presidencial en materia de salud materna y maternidad segura.
"La mortalidad materna en Malawi es de 675 fallecidas cada 100.000 nacidos vivos", indicó Banda. "Como presidenta y madre creo que es mi obligación detener la muerte de mujeres", apuntó.
Litha Musyimi-Ogana, presidenta de la Dirección de Mujeres, Género y Desarrollo de la Unión Africana, aplaudió la asociación entre Sirleaf y Banda.
Además, en nombre del presidente de la Comisión de la UA, Jean Ping, Musyimi-Ogana dijo que la organización se comprometía a poner funcionarios y recursos a disposición de las dos jefas de Estado para que pudieran cumplir con los objetivos de la Década de las Mujeres.
* Con aporte de Massa Kanneh.