ESPAÑA: Desempleados unidos para no ser vencidos

Asociaciones y movimientos de desempleados en España plantean alternativas a los cauces oficiales de búsqueda de trabajo, en medio de una crisis económica que hasta ahora dejo sin empleo a más de cinco millones de personas.

"Todo ha fallado, y emprendo un nuevo camino", dijo a IPS el ingeniero de telecomunicaciones José del Moral, sin trabajo desde hace un año e integrante del Movimiento Desempleados (Movides), una organización sin ánimo de lucro que apuesta al autoempleo.

Movides "no es una forma de protesta, sino una búsqueda de alternativas", declaró a IPS el promotor de la iniciativa, Fernando Matas.

La organización opera en esta ciudad del sur de España, animando a desempleados a formar equipos para crear y poner en marcha proyectos empresariales.

En España, 24,3 por ciento de la población activa no tiene trabajo, lo que constituye la tasa más alta de desempleo de la Unión Europea. Entre los jóvenes, el paro roza 50 por ciento.

El gobierno derechista del presidente Mariano Rajoy, en el poder desde diciembre, aprobó el 10 de febrero por decreto una radical reforma laboral que es muy aplaudida por los empresarios y rechazada por sindicatos y los dos mayores grupos opositores: el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) e Izquierda Unida.

Coinciden en criticar que no va generar empleo y que mutila de manera permanente muchos de los derechos laborales conquistados por los trabajadores durante la democracia. Pero la reforma va a ser refrendada sin problemas por el parlamento, porque el gobernante Partido Popular cuenta con mayoría absoluta.

"Estoy buscando trabajo por todos lados", contó a IPS al relatar su experiencia Víctor García, un español de 36 años, padre de dos hijos. Trabajaba en el hundido sector de la construcción y ahora él y su mujer están desempleados y endeudados durante 30 años por la hipoteca de su vivienda.

García, quien acudió el lunes 12 a unas jornadas organizadas en Málaga por Movides, recordó cómo, antes de que estallara la crisis en 2008, le llamaban para trabajar y él mismo podía fijar su salario. Ahora sobrevive gracias al respaldo de familia y amigos, y debe recurrir a los servicios asistenciales. "No tengo para comer", dice.

Dieciocho por ciento de los beneficiarios de ayudas sociales en España son menores de 35 años, publicó el martes 13 el diario El País, que no tienen derecho a la contribución del paro o que ya se les venció.

La situación es "extrema" en los hogares con todos sus miembros desempleados, alerta el informe "Exclusión y desarrollo social en España 2012", elaborado por la Fundación para el Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada y presentado por la organización católica Caritas Española.

Antes del comienzo de la crisis, las familias sin ningún contrato laboral sumaban 2,5 por ciento del total y ahora aqueja a 10 por ciento de hogares, "creciendo a un ritmo incluso superior que el de la propia tasa de paro".

El país sufre "una erosión de las familias de clase media y baja que se precipitan por una cascada en la que acaban perdiéndolo todo", advirtió este mes el secretario general de Caritas, Sebastián Mora.

"Hay que poner freno al despropósito que estamos viviendo", dijo rotundo Luis Fernández, extrabajador de la construcción y presidente de la Asociación Nacional de Desempleados (Adesorg), creada en 2009 y con más de 15.000 asociados.

La reforma laboral del gobierno "no conduce a nada, no genera puestos de trabajo y asegura la precariedad de los empleos que se creen cuando la economía fluya", dijo a IPS.

"Hay que buscar alternativas", subrayó el presidente de Adesorg, quien reconoce que las asociaciones creadas por desempleados funcionan también cómo "terapia de grupo".

"Es un antidepresivo", afirmó Matas sobre Movides, cuya sede es su casa.

Se trata también de levantar el ánimo de los desempleados, "de romper con la dinámica de quedarse en casa frustrados", ante la imposibilidad de encontrar trabajo, sostiene Manuel Clayseed, integrante del movimiento social Marea Roja.

Clayseed, desempleado en la isla canaria de Tenerife, frente a la costa noroeste africana, explicó a IPS que el movimiento surgió en las redes sociales, ante la falta de expectativas para los desempleados.

El grupo comenzó a convocar el 9 de cada mes a los parados ante las oficinas de empleo de toda España "para proponer ideas y recoger otras nuevas". Tras la satisfactoria respuesta del pasado día 9 en 35 ciudades, ahora pretende operar como punto de encuentro con otros colectivos locales de desempleados.

Entre otras ideas, el grupo propone la creación de cooperativas de consumo, la repoblación de pueblos abandonados o la banca alternativa.

En Madrid ya se han cedido tres terrenos para cultivos, reveló Fernández, de Adesorg, entidad integrada en la plataforma Democracia Real Ya, uno de los motores de las movilizaciones del 15 de mayo de 2011, que generaron el movimiento 15M.

El colectivo Parados Unidos defiende desde Tenerife la creación de comedores sociales para desempleados, reclama una "contrarreforma laboral" y protesta contra el rescate millonario a la banca privada por parte del gobierno español, apuntó Clayseed.

Sonia González, técnica de autoempleo en una asociación malagueña dedicada a la orientación laboral, dijo a IPS que estas iniciativas populares tienen el valor de que "proponen soluciones".

Para Maricel Baliani, una argentina con cinco hijos afincada en esta ciudad sureña desde hace una década, es preciso "buscar otra vuelta a pesar de la crisis".

Baliani, miembro de Movides junto a su marido Juan González, trabaja la mitad del año como jefa de cocina en un restaurante y el resto trata de impulsar un proyecto de talleres de cocina para niños.

González, quien distribuye prensa en su propia camioneta, consideró que Movides es "un movimiento creado ante la pasividad de los gobiernos (central, regional y municipal) y los sindicatos".

"Se me ha negado mi derecho a salir adelante", lamentó a IPS el cubano Rando Roca Mursuli, de 35 años, sin empleo desde que llegó a España el 8 de abril de 2011 en el avión que trasladó a los últimos 37 presos políticos excarcelados por el gobierno de La Habana, en acuerdo con el de Madrid.

La dominicana Celeste Núñez contó a IPS que vive desde hace seis años en España, donde tuvo varios empleos. Pero ahora no encuentra trabajo y medita volver a su país, donde residen sus tres hijos.

"La crisis fundamental es de esperanza", declaró Mora, de Cáritas. También destacó el nuevo fenómeno de los "trabajadores pobres", personas que trabajan a jornada completa pero que no pueden sacar a sus familias adelante debido a los bajos salarios.

Convocadas por los sindicatos, decenas de miles de personas salieron a la calle en decenas de ciudades españolas, los domingos 4 y 11, para protestar contra la reforma laboral, como parte de las movilizaciones previas a la huelga general convocada para el 29 de marzo.

"España es el país de la Unión Europea en el que hay más paro y esto se debe a la actual regulación del mercado laboral", aseguró Rajoy, al defender su reforma laboral, sobre la que se puede dialogar pero no negociar, según subrayó el gobierno a los sindicatos.

Los empresarios aplauden la reforma porque abarata el despido, flexibiliza los contratos e incluye otras disposiciones como la limitación de los convenios colectivos, que los patronos españoles demandaban hace años.

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, reitera estos días que su partido se opone "radicalmente a esta reforma laboral", ahora y en el futuro, mientras que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, reafirma que el gobierno seguirá con sus reformas para sacar al país de la crisis.

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe