Cuando las dificultades económicas amenazaron la existencia de la emisora comunitaria Radio Bush, de Sudáfrica, expresiones de solidaridad se propagaron por redes sociales como Twitter y Facebook. Sin embargo, su futuro permanece incierto.
"Difundí un mensaje sobre la situación de la radio que llegó a las autoridades. Como lo tuvieron frente a sus ojos todo el tiempo, aparecieron ofrecimientos de ayuda", relató Adrian Louw, de Radio Bush, la más antigua de su tipo en África.
El surgimiento de las redes sociales abrió nuevas oportunidades para las emisoras comunitarias de esta occidental ciudad sudafricana. Les permiten interactuar con la audiencia y, además, hacerlo de forma gratuita.
Radio Bush tiene por lo menos 260.000 oyentes, en especial en la zona pobre de la planicie de Ciudad del Cabo, un área en la que se confinó a la población negra durante el apartheid.
La emisora desempeñó un papel importante en la lucha contra el apartheid, el régimen de segregación racial impuesto por una minoría blanca en Sudáfrica en detrimento de la mayoría negra, que rigió de 1948 hasta comienzos de los años 90.
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Entonces transmitía de forma ilegal, pues las solicitudes de licencia le fueron denegadas. La programación se ajustó a los nuevos tiempos tras conseguir el permiso en 1994.
"Las redes sociales fueron importantes para nosotros porque nos permitieron hacer cosas sin necesidad de incorporar a un diseñador que conozca nuestros protocolos de Internet", señaló Louw. Mediante Facebook, Twitter, YouTube y un blog, se logró mantener una fuerte presencia en la comunidad.
"Por qué tendríamos que pagar miles de rands (moneda sudafricana) a un diseñador para tener un sitio de Internet bonito con noticias si el blog da resultado y el CMS (siglas en inglés de sistema de gestión de contenidos) es gratuito", preguntó Louw.
La programación de Radio Bush se concentra en asuntos de interés para su audiencia, entre ellas, VIH/sida, drogas, pobreza y delincuencia. Tratar estos temas a través de las redes sociales tiene varias ventajas.
"Lo bueno es que realmente ayudan a los medios comunitarios aumentando la audiencia y haciéndola sentir dueña porque pueden comunicarse rápidamente con nosotros", explicó Louw.
"Aun si no te interesa algo, recibes un alerta como no olvides que en (el programa) Sakhisizwe se hablará de VIH/sida a las 12 horas. Así se logra la interacción de un público especializado", añadió.
Radio Bush también capacitó a jóvenes en las funciones radiales. Las redes sociales también permiten difundir mensajes con rapidez. "Por ejemplo, estuvimos buscando voluntarios y, en tres días, recibimos más de 60 solicitudes".
Además, complementan debilidades de la radio, como su inmediatez y su naturaleza fugaz. Se pueden difundir mensajes importantes que tengan presencia en Internet.
"Creemos seriamente que la tecnología puede servir para mejorar la vida de la gente", indicó Louw.
En el mayor distrito segregado de Sudáfrica, Khayelitsha, está Radio Zibonele que tiene muchas cosas en común con Radio Bush. Su audiencia aumentó con el crecimiento meteórico de la emisora desde sus inicios en 1993 en un camión portacontenedores.
Con unos 220.000 oyentes, las llamadas telefónicas aumentaron y saturaron la única línea del estudio. Para Radio Zibonele, las redes sociales también significaron una herramienta para su desarrollo.
Como la mayoría de las emisoras comunitarias, Radio Zibonele interactúa con su audiencia a través de programas realizados en lugares públicos y de otras actividades que cuentan con patrocinios especiales.
Pero en los últimos tiempos, los menguantes recursos han sido un obstáculo para la comunicación con su audiencia.
Las redes sociales ayudan a llenar el vacío y facilitan la conexión con la comunidad, indicó Ntebaleng Shete, responsable de programación de la emisora.
Radio Zibonele transmite principalmente en la lengua local isixhosa. Su programa más importante, que trata sobre varios problemas sociales, registra un pico de audiencia en sus dos horas de duración.
La gran penetración de teléfonos celulares con conexión a Internet también contribuyó a multiplicar los oyentes que también se conectan a redes sociales. Según las últimas cifras del portal Cellular Online, Sudáfrica tiene una creciente base de subscriptores de cerca de 20 millones de usuarios.
"Creo que el público aumenta con la tecnología, mucha gente quiere tener Facebook y Twitter", indicó Shete.
Pero Chris Kabwato, director de Highway Africa, un programa panafricano de la Universidad de Rhodes dedicado a investigación, medios y tecnologías digitales, señaló que a los medios comunitarios les queda mucho camino por recorrer en la utilización de redes sociales.
"Existen los eternos problemas de conexión a Internet y la falta general de conocimiento técnico sobre el uso de nuevos medios de comunicación en teléfonos móviles, así como de aplicaciones sociales en Internet", indicó Kabwato, refiriéndose a los factores que dificultan la generalización del uso de los medios sociales.
Sin embargo, él cree que existen muchas oportunidades para crear más programas interactivos y obtener ingresos con esos mismos medios sociales.
* Este artículo fue producido con apoyo de Unesco (http://www.unesco.org/new/es/unesco/).