«Se siente feo ver que se honra a personas que son criminales», dijo Dorila Márquez, una de las sobrevivientes de la masacre de El Mozote, perpetrada por fuerzas de elite del ejército salvadoreño en diciembre de 1981.
Márquez contó a IPS que perdió a muchos de sus familiares en la serie de matanzas de alrededor de 1.000 lugareños de El Mozote y otros cantones cercanos en la región norteña del oriental departamento de Morazán, en pleno enfrentamiento armado entre las fuerzas del Estados y el entonces guerrillero Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN).
El presidente Mauricio Funes, elegido en 2009 como candidato del izquierdista FMLN, anunció la creación de una comisión militar que analice y reevalúe, por primera vez, la historia del ejército, con el fin de identificar a los oficiales y efectivos involucrados en violaciones a los derechos humanos durante los 12 años de guerra civil.
El ejército y los estamentos más conservadores de la sociedad consideran héroes a los oficiales que combatieron al FMLN, convertido en partido legal tras los acuerdos de paz de 1992.
La conformación de la comisión fue dada a conocer por Funes, quien el 16 de enero, en el marco del 20 aniversario de la firma de los acuerdos, pidió perdón en nombre del Estado por la masacre de El Mozote y otros crímenes contra la humanidad cometidos por los militares.
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"Fue una satisfacción para las víctimas de esas violaciones y para organizaciones como la nuestra haber escuchado el anuncio del presidente", dijo a IPS el activista Miguel Montenegro, de la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES).
Por años, añadió, se ha tratado de ocultar esos hechos sangrientos cometidos contra la población civil por parte de los militares.
Los analistas y académicos dudan, empero, que la iniciativa del presidente rinda frutos, al menos a corto plazo.
"Nadie va a evitar que los militares los sigan viendo cómo héroes. Por decreto no se puede hacer esa reinterpretación", dijo a IPS el director del Instituto de Estudios Históricos, Antropológicos y Arqueológicos de la Universidad de El Salvador, Jorge Juárez.
Uno de esos "héroes" es el ya fallecido teniente coronel Domingo Monterrosa, comandante del batallón Atlacatl.
Monterrosa fue quien comandó el operativo que terminó en la masacre de El Mozote, aseguró la Comisión de la Verdad, creada en los acuerdos y que, con el auspicio de la Organización de las Naciones Unidas, investigó los asesinatos políticos y todo tipo de violaciones a los derechos humanos cometidos en la guerra, que dejó unas 70.000 personas muertas y 8.000 desaparecidas.
Monterrosa y varios de sus oficiales murieron en octubre de 1984, cuando el FMLN, en una de las operaciones guerrilleras más audaces de su accionar, hizo explotar en pleno vuelo el helicóptero que transportaba a los militares.
El jefe militar creía que bajo su asiento en el aparato llevaba como trofeo el transmisor de la guerrillera Radio Venceremos, aparentemente capturado por sus tropas, pero en realidad era una bomba que fue accionada por control remoto.
Tras su muerte, la Asamblea Legislativa de entonces lo nombró "Héroe de Joateca" (lugar donde murió), y la Tercera Brigada de Infantería, con sede en San Miguel, al oriente del país, lleva su nombre. Los militares también le han compuesto canciones y han creado una página en Internet llamada "Monterrosa Vive".
"No entiendo cómo se puede considerar héroe a alguien que causó tantas muertes", dijo Márquez.
Hay una devoción en el ejército actual hacia el papel que tuvieron los militares en la guerra civil: ellos están convencidos de que vencieron al comunismo y salvaron al país, agregó Juárez.
El académico no ve muy provechoso que sean los mismos militares quienes evalúen la historia de la fuerza. Habría una grave falta de objetividad si el trabajo de la Comisión se ve sólo desde el ángulo de las Fuerzas Armadas.
Por su parte, Carlos Cañas Dinarte, miembro de la Academia de la Historia Militar de El Salvador, calificó de exabrupto la iniciativa presidencial, pues Funes está dando por hecho la participación de militares en violaciones a derechos humanos, pero que ellos no han sido vencidos en juicio.
El anuncio de Funes "no aporta nada en una sociedad donde la presunción de inocencia no opera y se condena a las personas de entrada", defendió Cañas Dinarte en entrevista con IPS.
"Las Fuerzas Armadas estaban en campaña (guerra) contra el comunismo internacional, y sus acciones de campo y tácticas eran vistas como operaciones de legítima defensa del territorio nacional", añadió.
Ambos historiadores concordaron en que es importante que haya más participación ciudadana en la comisión militar anunciada por el presidente. Sin embargo, destacaron que, aunque haya más apertura a que historiadores y otros académicos participen, el esfuerzo no tendría mucho efecto si no hay una decisión oficial para que el ejército abra los archivos de sus operativos durante la guerra.
Los archivos tienen que abrirse para tener acceso a la documentación fehaciente que respalde los trabajos de los académicos, dijo Cañas Dinarte.
Por su parte, Miguel Montenegro, de la CDHES, sostuvo que la sociedad civil debe estar pendiente del trabajo que haga la Comisión en cuestión, así como de establecer los mecanismos para que, con la participación civil, se realice una labor lo más objetiva posible.
En El Mozote, alejados del debate de académicos y políticos, los habitantes no han olvidado aquellos momentos sangrientos, pero están dispuestos a perdonar a los que cometieron la masacre.
"Si yo pudiera conversar con quienes asesinaron a mis familiares, los perdonaría, pero antes sería bueno que aceptaran su participación", afirmó Márquez.
"Ojalá que la Comisión dé sus frutos, porque nosotros siempre habíamos cuestionado que se siga diciendo que quienes mataron a nuestros familiares son héroes", puntualizó.