El movimiento opositor ruso, que creció en protagonismo desde las elecciones parlamentarias del 4 de diciembre, no ha dicho aún su última palabra, aseguró Sergey Udaltsov, una de sus figuras más visibles.
Líder de la alianza política Frente de Izquierda y del pequeño grupo socialista Vanguardia de la Juventud Roja, Udaltsov, de 35 años, ganó relieve en la oposición rusa el año pasado, cuando fue arbitrariamente detenido en varias ocasiones.
Las calles de las principales ciudades rusas, especialmente en Moscú, fueron el escenario de masivas manifestaciones que acusaban a las autoridades de haber fraguado los comicios legislativos.
Luego de una gran marcha en la capital del país, el 24 de diciembre, en la que habrían participado unas 80.000 personas, las movilizaciones masivas menguaron, aunque continuaron acciones más pequeñas.
Muchos de los manifestantes expresaban su indignación por la forma en que Udaltsov había sido acosado por las autoridades.
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"No tengo duda de que ninguno de mis arrestos tenía base legal", dijo el dirigente opositor en entrevista telefónica con IPS desde Moscú, luego de haber sido liberado.
"Los casos en mi contra fueron fabricados. Fui acusado de cosas ridículas, como de haber intentado cruzar la calle en el lugar equivocado, aunque yo me encontraba en otra parte de la ciudad en ese momento. También fui falsamente imputado de resistirme al arresto", añadió.
Vídeos que circulan por Internet muestran a Udaltsov siendo detenido sin oponer resistencia.
IPS: ¿Qué busca el Frente de Izquierda?
SERGEY UDALTSOV: El Frente de Izquierda es un movimiento ideológico que aboga por la justicia social y la justa distribución de los recursos entre toda la población.
Rusia está gobernada por un clan en torno al presidente (Dmitry Medvedev) y el primer ministro (Vladimir Putin), y tenemos una situación en la que las elites que representan a 10 por ciento de la población controlan 90 por ciento de los recursos, mientras que la vasta mayoría vive en la pobreza. Este es el problema crítico de la Rusia contemporánea.
Lo que queremos es ver una más amplia participación pública en la administración de los recursos naturales, en el transporte, la industria y otros campos estratégicos.
Queremos una democracia directa, en la que las personas puedan expresarse a través de referendos justos y transparentes, en los que podamos interactuar con las autoridades en el uso de Internet, donde podamos expresarnos en materia de reformas sociales.
No tenemos nostalgia de la Unión Soviética, no llamamos al retorno de una economía centralmente planificada en la que se vea sofocada la iniciativa social, sino que queremos preservar lo que estaba bien de aquel sistema, a la vez de adoptar nuevos caminos de desarrollo. Queremos ver el desarrollo sociodemocrático de Rusia.
IPS: Lo que usted dice suena como una visión bastante moderada. ¿Por qué entonces el Frente de Izquierda es descrito por los medios de comunicación como un movimiento "extremo" o "radical"?
SU: Los principales medios masivos en Rusia son usados para propaganda. Muchos canales de televisión, estaciones de radio y sitios de noticias en Internet están controlados por las autoridades.
Por estos medios, nuestra imagen está empañada con el descrédito. Ciudadanos con poca educación política no son capaces de distinguir la verdad, así que terminan creyendo que queremos una guerra civil o el renacimiento del régimen estalinista.
Pero puedes leer los materiales en nuestro sitio web para conocer nuestra verdadera posición: siempre llamamos a protestas pacíficas y simplemente queremos potenciar a la gente y permitirle solucionar sus problemas.
Se nos interpreta muy mal en los medios, pero creo que esto va a cambiar pronto porque Internet trae más transparencia y hace que cada vez menos personas sean susceptibles a la propaganda.
IPS: Usted usa el lema del "99 por ciento", que emplean los llamados indignados en muchos países occidentales para aludir a la gran mayoría de la humanidad perjudicada por el "uno por ciento más rico" del planeta. ¿Hay similitudes entre ese movimiento y la oposición rusa?
SU: Hay paralelos. La lucha por la igualdad social, no solo dentro del país sino a nivel mundial, está en el aire. La globalización imperialista es criticada en todo el planeta, tanto en el Primer Mundo como en el Tercer Mundo, lo que nos hace también pensar en que queremos extendernos.
Pero Rusia es un país cerrado y por tanto es difícil cooperar con movimientos del exterior. La especificidad del movimiento ruso es la demanda por una real competencia política, por elecciones justas, por un diálogo entre el poder y el pueblo.
IPS: ¿Cómo piensa que evolucionará el movimiento de oposición ruso en los próximos meses?
SU: El pueblo exige reformas y, a menos que los políticos las concreten, deben abandonar sus puestos de poder. Si la represión continúa, al final estallará una revuelta.
Creo que mucho dependerá de si el régimen dialoga con la oposición y con la sociedad civil. La oposición se ha vuelto algo difícil de ignorar. Son las más grandes protestas en los últimos años.
Las elecciones parlamentarias de diciembre deben ser declaradas nulas y se deben organizar nuevos comicios para fines de este año. Necesitamos elecciones libres. El nuevo parlamento tiene que reflejar mejor las relaciones de poder entre los partidos políticos. Debe haber una más fuerte representación de la oposición.
Pero si el régimen insiste en hacer presidente a Putin, se niega al diálogo, rechaza nuestros pedidos y sigue fraguando elecciones, entonces las protestas se intensificarán y derivarán en una revolución. Una revolución pacífica.