EEUU: El sur también existe

El movimiento de indignados y perjudicados por la crisis financiera se propaga por Estados Unidos y el mundo. Los desafíos que los activistas afrontan en el sur de este país son únicos.

Manifestantes acampando en el parque Robert W. Woodruff. Crédito: Danger Productions/Donald Watkins/flickr.
Manifestantes acampando en el parque Robert W. Woodruff. Crédito: Danger Productions/Donald Watkins/flickr.
Los manifestantes se expresaron su malestar en varias ciudades del sur de Estados Unidos, entre ellas Atlanta y Augusta, en el estado de Georgia, Columbia, en Carolina del Sur, Fort Lauderdale, Orlando y Miami, en Florida, y Nueva Orleáns, en Louisiana.

En Altanta, donde nació el histórico Movimiento por los Derechos Civiles, las autoridades no saben qué hacer con los manifestantes que, literalmente, se asentaron con carpas en el parque Robert W. Woodruff, en el centro de la ciudad, y no tiene pensado marcharse por ahora.

El alcalde de la ciudad, Kasim Reed, amplió el lunes el plazo para que los manifestantes pudieran quedarse tres semanas más ocupando el parque.

"La desobediencia civil es una forma válida de expresión, mientras sea pacífica, no violenta y conforme a la ley", reza un comunicado de Reed.
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"Los manifestantes de Occupy Atlanta (Ocupemos Atlanta) siguen reunidos en paz y sin violencia. Amplié el decreto para que pudieran permanecer en el parque después de su cierre, hasta la próxima reunión de la alcaldía del 7 de noviembre", indicó.

En cambio, en otras ciudades como Boston, Massachusetts y Nueva York hubo detenciones masivas.

Pero la solución temporal encontrada en Altanta no fue fácil de concretar.

Occupy Atlanta, que se instaló en el parque el viernes 7, está integrado por varios cientos de activistas, la mayoría jóvenes, desencantados y sin experiencia en política.

Esto último se hizo evidente cuando el legislador del gobernante Partido Demócrata John Lewis, héroe del Movimiento por los Derechos Civiles, concurrió al parque y los jóvenes no lo dejaron dirigirse a la multitud, tras deliberar unos 10 minutos.

El rechazo no cayó bien entre activistas veteranos, quienes consideran que no los están consultando de forma adecuada.

"Estamos en el sur y hacemos las cosas de otra manera", escribió uno de los manifestantes en Blog for Democracy (blog para la democracia). "Pregúntenle a cualquier organización sin fines de lucro de Atlanta cuantas veces funcionó un ‘modelo nacional’ aquí, probablemente solo cinco por ciento. ¿Por qué?", preguntó.

"Porque hacemos las cosas de forma diferente", respondió.

"Primero, somos una comunidad, les guste, o no. Si quieren esté con ustedes, entonces tienen que demostrar algún tipo de liderazgo. Eso no quiere decir que tiene que haber un líder, sino que debe ser alguien que conozcamos y que haya liderado una causa o un movimiento por más de cinco minutos", explicó.

"No los seguirán si nadie sabe quién los conduce", añadió.

Las autoridades hicieron acto de presencia el lunes 10 alrededor de las once de la noche. El comisario de parques, George Dusenbery, distribuyó un folleto con varias secciones del Código de Ordenanzas de Atlanta, que explicita que el lugar se cierra de noche y que no se permite dañar el césped.

IPS hizo algunas preguntas a Dusenbury sobre la lo que ocurría en el parque, pero no obtuvo respuesta.

A medianoche, la policía rodeó a unos 400 manifestantes y les dijo que si no querían ser detenidos que se fueran del parque. Algunos lo hicieron de forma temporal y otros 40 se sentaron en el césped, agarrados de los brazos y listos para ser detenidos.

Entre ellos estaba Amy Barnes, de 34 años. "Hace un año que no tengo trabajo. Tenía que estar acá. Tengo que elegir entre alimentar a mis hijos o pagar la electricidad", señaló llorando.

En vez de detener a las personas que formaron el círculo, la policía se fue y los activistas regresaron al parque.

"Están tan mal las cosas en este país y en el mundo. Nuestras necesidades son distintas y vinculadas. Nuestros movimientos también deben ser así para crear soluciones. Siento como que es el principio de una revolución", señaló Misty Novitch, de 24 años.

Occupy Atlanta ha realizado diversas marchas y manifestaciones.

IPS también concurrió a la movilización de Occupy Augusta, la pintoresca ciudad del sur del estado de Georgia, donde unos 20 manifestantes se reúnen a diario en un parque del centro desde el jueves 13 de este mes.

Los manifestantes obtuvieron un permiso para permanecer en el parque de cinco a nueve de la noche los días de semana y de tres a seis los fines de semana. Todavía no se han planteado ocuparlo durante la noche.

"Tratamos de adaptar y apoyar Occupy en nuestra comunidad", dijo Maple Dynan, de 22 años, a IPS. "No tenemos una población numerosa ni apoyo de movimientos de bases", apuntó.

Yoni James, de 23 años, señaló que se acercó al lugar para "fomentar la solidaridad y el sentimiento de unidad. Asuntos delicados nos mantienen polarizados. No es lo que necesitamos. Debemos estar unidos", indicó.

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