MUJERES-IRAQ: El regreso a la lucha por los derechos

La mujer subió a un taxi en la capital iraquí para ir a Nasiriyah, distante 300 kilómetros hacia el sur, pero no pudo llegar a destino. El conductor de 20 años la violó a mitad del camino. Consciente de que podría repetir el crimen, la agredida empezó una batalla en busca de justicia.

Esta violación "no es un caso aislado", remarcó Hanaa Edwar, directora de la Asociación Al-Amal de defensa de los derechos femeninos creada en Bagdad tras la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003.

La víctima del taxista pertenece a una "familia con recursos económico, tiene un empleo profesional y les dijo a todos que había sido violada. La policía detuvo al conductor", relató Edwar. "Luego nos pidió ayuda legal. Nos dijo: ‘Quiero que me devuelvan mis derechos. Lo que él me hizo se lo puede hacer a otras. Quiero que sea castigado’", añadió.

Pero el juez falló en su contra. "Tiene mentalidad masculina. Creen que no debes hacer un escándalo y debes quedarte callada. El magistrado hizo preguntas tendenciosas al acusado: ‘lo hizo cuando estaba borracho, ¿no es así?’. Es su forma de intimidar", sostuvo Edwar. Pero "apelamos el dictamen", apuntó.

La Asociación Al-Amal es una de las tantas organizaciones que luchan por la equidad en el matrimonio y en el divorcio y se oponen al Código Penal draconiano que beneficia a los responsables de violencia doméstica y asesinatos por honor dentro de los hogares.
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Una de cada cinco mujeres de entre 15 y 49 años sufrió violencia física a manos de su marido, según estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas.

"Las cifras reales probablemente sean más altas", informó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). "Suelen haber pocas denuncias de violencia de género, pues las mujeres temen la estigmatización social y no confían en que las autoridades investiguen", añadió.

"La situación de la seguridad fortaleció las costumbres tribales y el extremismo político conjugado con la religión, lo que atentó contra los derechos de la mujer tanto dentro como fuera del hogar", señala un informe de Human Rights Watch (HRW), con sede en Nueva York, publicado este año.

"El Código Penal iraquí considera que un ‘motivo de honor’ es un atenuante de delitos, incluido el asesinato. Además concede al marido el derecho legal de disciplinar a su esposa", añade el documento.

"Para las iraquíes, que gozaban de ciertos derechos y tenían una gran participación social antes de 1991, los acontecimientos de los últimos años las golpearon", recuerda HRW.

La ley sobre el estatus personal no equitativo de 1959, que rige el matrimonio, el divorcio, la custodia de los hijos y la herencia, beneficia a los hombres, aunque las disputadas reformas posteriores mejoraron bastante los derechos femeninos.

Pero dadas las consecuencias de las guerras y de las sanciones internacionales que devastaron la infraestructura del país, el régimen de Saddam Hussein (1979-2003) cortejó a grupos religiosos para mantener el poder y atentó contra numerosos derechos femeninos que tanto había costado conseguir.

Tras la caída de Saddam Hussein, organizaciones femeninas luchan contra el intento de las autoridades religiosas que tratan de reemplazar la norma de 1959 por la shariá (ley islámica). Incluso, el artículo 41 de la Constitución somete la norma de familia a la interpretación religiosa.

"Hay muchos matrimonio y divorcios que se realizan fuera de las instituciones laicas", indicó Edwar.

"La ley estipula que la edad mínima para que varones y muchachas contraigan matrimonio con el consentimiento de sus padres y de un juez es de 15 años. Los casamientos de menores son ilegales. Pero las autoridades religiosas cobran 200 dólares por autorizar la unión", explicó.

"La guerra institucionalizó la violencia", señaló Sundus Hasan, directora del Instituto de Liderazgo de Mujeres. "La guerra siempre tiene una expresión en las personas y las familias", señaló.

"Antes de 2003, las familias mandaban a sus hijos a la escuela", recordó. "Ahora todo el mundo tiene que asegurar la protección de las niñas. A veces es muy caro. El matrimonio precoz es un fenómeno nuevo en Iraq que afecta a menores de 10 y 12 años. La edad para contraer matrimonio legal es 18, pero nadie la respeta", añadió.

Hasan, quien recibió amenazas por su trabajo, perdió a una buena amiga que fue secuestrada y violada.

"Cuando su familia pagó el rescate, regresó a su casa, me llamó y me dijo: ‘me estoy muriendo’. Le respondí que durmiera, que todo estaría bien. Pero al otro día la encontraron muerta en su habitación, se había matado. Estoy segura que vio la tristeza en los ojos de su marido y otros familiares y que se vio con la misma luz", aseguró.

El Instituto de Liderazgo de Mujeres trata de incorporar a la legislación iraquí tratados como la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación, de la que Iraq es signatario, para dotarse de una ley contra la violencia de género.

Un aspecto positivo es la cuota de 25 por ciento prevista en el parlamento para ellas. Pero el Ministerio de Asuntos de Mujeres es muy débil y sólo hay dos ministras en el gabinete, se lamentó Hasan. "Antes habían seis, luego cuatro y, ahora, dos. La situación empeora", remarcó.

"Aunque se logré la paz y una mayor estabilidad en Iraq, el grado de violencia contra la mujer seguirá alto si las autoridades siguen permitiendo que los hombres maten y mutilen mujeres con impunidad y si la segregación y discriminación de género se consolida", alertó Amnistía Internacional, con sede en Londres.

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