En los tres meses que lleva como presidente de Haití, Michel J. Martelly ya fracasó dos veces en su intención de designar primer ministro. El parlamento rechazó a Bernard Gousse, por su pasado como funcionario de la dictadura de Gérard Latortue, y al empresario Daniel Rouzier.
Gousse recibió el voto negativo de 16 senadores, debido a sus pésimos antecedentes en materia de derechos humanos cuando fue ministro de Justicia de Latortue (2004-2006), y Rouzier fue objetado por la cámara baja por cuestiones técnicas.
Mientras Gousse fue ministro, las cárceles se llenaron de presos políticos, la mayoría de barrios pobres donde el derrocado presidente Jean-Betrand Aristide tenía muchos adeptos.
El país no tiene primer ministro que lleve a cabo el programa del nuevo presidente. Un capítulo es la gratuidad de la enseñanza primaria para niñas y niños, que la ciudadanía espera se cumpla a partir de septiembre, cuando las escuelas reabran sus puertas.
Martelly debe lograr que el parlamento le apruebe un primer ministro, un enorme desafío al no tener mayoría propia. La Constitución prevé para estos casos que el jefe de Estado consulte a los presidentes de ambas cámaras.
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Algunos analistas responsabilizan de la situación al jefe de Estado Mayor, Thierry Mayard Paul, y a otros a los asesores de Martelly.
Los parlamentarios debieron recordar varias veces al presidente que en marzo fue elegido sólo por 700.000 votos, de las 4,5 millones de personas habilitadas para sufragar.
"Necesitamos un primer ministro que pueda reconciliar a la nación", indicó Sassine. "No nos detendremos hasta que se ratifique un nuevo primer ministro", subrayó.
La iniciativa es parecida a una lanzada por Aristide durante su segundo gobierno (2000-2004), llamada "Caravane Espoire" (caravana esperanza), que terminó con el golpe de Estado de ese año.
Algunos partidarios de Martelly le pidieron que disolviera el parlamento. Pero la cuestión que plantea la situación actual es cuál es el verdadero objetivo de la 'Operasyon Gran moun Pa Jwe'.
Entre los asesores de Martelly está Nicolas Duvalier, de 29 años. El hijo del exdictador Jean Claude Duvalier que regresó hace poco al país y afronta cargos penales.
Aristide también recibió amenazas que, según se rumorea, fueron financiadas con ocho millones de euros (11 millones de dólares) volcados por el gobierno francés al Ministerio de Justicia de Haití. Gousse hubiera emprendido el proyecto con entusiasmo.
El gobierno de Martelly le sacó el automóvil a Aristide, pero se lo devolvió tras la protesta de sus partidarios.
El senador Moïse Jean Charle, uno de los partidarios de Aristide del grupo de 16 senadores, criticó el comportamiento del presidente de tratar de imponer un primer ministro de su preferencia.
Charle fue elegido alcalde de Commune Milot y estuvo entre los que se opusieron al golpe de Estado de 2004 en el norte del país.
La gente se interroga sobre el rumbo que Martelly quiere dar al país y cada vez se preguntan más si no es un títere de su jefe de Estado Mayor.
"Thierry es la mano derecha de Martelly e influye en el proceso de decisión del presidente, pero no puede ser el próximo primer ministro. No lo logrará", señaló un hombre allegado a Paul que pidió reserva de su identidad.
La división dentro del equipo de Martelly empeoró su situación.
La conductora de radio Nancy Rock señaló el sábado 6 que alguien del equipo de Martelly había socavado la opción del presidente, teniendo a Gousse como invitado.
"Esa persona también trabajó contra Rouzier y Gousse", añadió.
"Gousse y Rock reconocieron que había divisiones entre los partidarios del presidente y que obedecían a intereses económicos, no a un problema de color o de pobres y ricos como mucha gente puede creer", añadió.
Rock recomendó a Martelly de tomar los pasos necesarios para deshacerse de esa persona.
"El presidente debe deshacerse de ese hombre", señaló. "No voy a dar nombres, pero la gente saber quién es esa persona", añadió. Sin embargo, Martelly parece incapaz de unir a su gente para elegir al próximo primer ministro.
"Se mencionaron nombres de dos asesores presidenciales Daniel Supplice y Wilson Laleau", indicó el senador Edwin Zenny.
La Agencia Haitiana de Prensa informó el miércoles 17 de este mes que el nombre del jefe de Estado Mayor de Martelly estaba en la mesa.
El grupo de 16 senadores se habría reunido el viernes 19 para planear una estrategia llegado el caso que Martelly designe de forma unilateral otra controvertida persona para el cargo de primer ministro.