EL MEDIO ORIENTE NECESITA UN PLAN MARSHALL

Los últimos acontecimientos en el Mediterráneo y en el Medio Oriente reclaman respuestas adecuadas a la necesidad de lograr la estabilidad regional, económica y política, el desarrollo y la creación de empleo, así como una solución a las cuestiones migratorias.

Tales respuestas deberían optimizar el potencial, las sinergias, la coordinación y el apoyo mutuo en las iniciativas ya en curso y en otras nuevas a llevar a cabo, en lo que sería esencialmente una suerte de Plan Marshall coherente y sobre bases amplias capaz de de reunir a todos los actores internacionales clave para abordar las dimensiones políticas, económicas, culturales y sociales (migraciones) de la “Primavera árabe”.

Italia ha sido desde hace algunos años el principal socio comercial europeo de la región, está comprometida en un considerable flujo de inversiones hacia y de la región y tiene allí cruciales intereses en materia de energía.

En un esfuerzo por cooperar con el crecimiento económico y social lanzamos recientemente una iniciativa para establecer el “Fondo Asociativo Mediterráneo” (MPF) con el objetivo de financiar aquellos proyectos considerados más significativos a través de fuentes públicas, privadas, soberanas e incluso extra regionales. Un fondo fiduciario capaz de actuar como un catalizador, principalmente en el desarrollo de micro, pequeñas y medianas empresas que incrementen y estabilicen los niveles de empleo. El MPF fue introducido en un taller internacional en Palermo el 20 de mayo último y el 23 y 24 de junio pasado la asamblea anual de la Unión de Bancos Árabes (UAB) le dedicó una sesión de trabajo en la que se confirmó el interés de los bancos árabes y de la Sociedad Italiana para las Empresas en el Exterior (SIMEST) en la iniciativa.

A su vez, la Unión Europea (UE) ha estado desarrollando durante décadas una política mediterránea basada esencialmente en relaciones comerciales privilegiadas y en protocolos financieros a través de una red de acuerdos de asociación y del diálogo euro-mediterráneo. A pesar de recientes revisiones la Política Europea de Vecindad tiene claramente la necesidad de ser reforzada si quiere lograr un modelo fundado en derechos y responsabilidades recíprocos, así como en una adecuada redistribución de recursos.

A este respecto, Italia ha expresado su postura en una petición para el refuerzo de las asignaciones financieras para los países de la región, particularmente a través del Banco Europeo de Inversión y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (ERBD), y una razonable y equilibrada buena disposición para liberalizar ulteriormente las importaciones, especialmente en el sector agrícola. También pedimos políticas europeas de inmigración efectivas.

Además, pese a sus actuales dificultades, la Unión para el Mediterráneo (UfM) ha conducido hacia oportunidades para incentivar la integración económica euro-mediterránea a través del desarrollo de proyectos de interés común con los países de la región, particularmente en infraestructura (el proyecto “Anillo Mediterráneo”) y en redes de energía ya provistas de su propio plan financiero (el “Imframed Project”, creado por inversores bancarios de Italia, Francia, Egipto y Marruecos).

Estamos, por lo tanto siguiendo de cerca el posible fortalecimiento del componente de planificación de la UfM con vistas a la cooperación basada en las acciones concretas ya en marcha o bajo consideración, así como a las potenciales nuevas sinergias de acuerdo con la Asociación de Deauville y con las recomendaciones del G-8 sobre el MENA (los países del Medio Oriente y del Norte de África), así como con la iniciativa italiana del MPF y con lo que prevemos será la ampliación de las operaciones del ERBD para incluir a los países de la región MENA, además del reforzamiento del FEMIP, la iniciativa para promover las invesiones y la cooperación euro-meditarránea y los mecanismos del Banco Europeo de Inversión.

En el horizonte del futuro próximo se destaca el contenido estratégico de la “Cooperación Euro-Mediterránea en Micro, Pequeñas y Medianas Empresas”, proyecto dirigido por PROMOS, una empresa especializada de la Cámara de Comercio de Milán, para que está por comenzar la fase previa a su puesta en marcha y cuenta con mi total apoyo y estímulo. Asimismo, el “Plan Solar del Mediterráneo”, está captando el interés de los principales actores italianos en las esferas de la energía y del ambiente. (FIN/COPYRIGHT IPS)

(*) Franco Frattini es el ministro de relaciones exteriores de Italia.

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