La mayor predisposición al diálogo del gobierno de Colombia y la liberación de rehenes por parte de organizaciones guerrilleras de ese país conforman un clima propicio para avanzar en una salida política al conflicto armado de más de 50 años y que aún desangra al país.
Así lo señalaron dirigentes políticos latinoamericanos y europeos, académicos y activistas por la paz reunidos este lunes 21 en Buenos Aires, en el foro Haciendo la Paz en Colombia, convocado por la exsenadora de ese país, Piedad Córdoba.
En diálogo con IPS, Córdoba, destituida en primera instancia como senadora en septiembre de 2010, bajo la acusación de colaboración con la guerrilla, remarcó que "lo más importante" de la nueva coyuntura es "el asomo de disposición del gobierno para lograr la paz".
El presidente conservador Juan Manuel Santos asumió en agosto 2010 tras dos cuatrienios consecutivos de su antecesor, el derechista Álvaro Uribe, que promovió una política de seguridad que agudizó el conflicto y sus graves consecuencias sociales y económicas.
Santos tiene una actitud "más conciliadora", según destacó el expresidente liberal Ernesto Samper (1994-1998), quien participó en el encuentro mediante una video-conferencia en la que también agradeció la mayor solidaridad internacional con el conflicto colombiano.
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"Es algo que hay que aprovechar", subrayó Córdoba, directora del colectivo Colombianas y Colombianos por la Paz, que organizó el encuentro de tres días en la capital argentina para discutir las vías para avanzar en un proceso de paz en su país.
En la inauguración del foro se dio a conocer un documento en el cual los organizadores advierten que el conflicto militar en Colombia "amenaza con desbordarse" y que "emplaza a la conciencia ética de toda la humanidad".
El informe exige la humanización del conflicto y la construcción de la paz con justicia, superando intentos fracasados del pasado y aprovechando la mayor apertura del gobierno y las organizaciones insurgentes para un fin superior.
En la sesión de apertura participaron también el español Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Fundación Cultura de Paz, y el Premio Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, entre otros dirigentes.
La propuesta del foro es discutir sobre las razones para hacer la paz, el papel de la comunidad internacional, las experiencias en la solución de otros conflictos armados y el derecho humanitario.
Para Córdoba el anhelo es la finalización del conflicto armado, pero mientras eso no llega debe prevalecer "la ética de la humanización". Es decir, acotó, el trato humanitario a heridos y prisioneros y el respeto a los derechos humanos en general.
De la coyuntura, los participantes destacaron como gestos positivos la liberación de rehenes por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional, las guerrillas izquierdistas activas.
El politólogo argentino Atilio Borón, invitado a exponer sobre el papel de la comunidad internacional en el proceso de paz, sostuvo que las FARC "tuvieron un gesto muy destacado al liberar unilateralmente a un número importante de rehenes".
"(Santos) debería reconocer este hecho sentándose a una mesa para encontrar una solución negociada. Lamentablemente hasta ahora no ocurrió, pero instamos desde este foro internacional a que lo haga como lo hizo Irlanda, Guatemala o El Salvador", planteó.
Entre las lecciones aprendidas en procesos de paz, se presentó el caso del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador, representado por Nidia Diaz, una dirigente histórica del ahora partido de gobierno en la nación centroamericana.
Diaz declaró a IPS que en Colombia resultan claves la actitud del gobierno, la solidaridad internacional y la humanización del conflicto. "Hasta ahora hubo liberaciones de rehenes, pero la otra parte también debe mostrar voluntad", dijo.
La integrante del Consejo Nacional del FMLN recordó que en su país el conflicto armado duró 12 años (1980-1992) y el diálogo llevó ocho años, de los cuales dos fueron de negociación.
"No fue fácil pero primó la sensatez. La salida militar traía solo destrucción y pérdida de vidas humanas y casi ningún progreso para el país", subrayó. "Se requiere un acuerdo político que ponga fin a las causas que originan el conflicto", recomendó.
Los participantes insistieron en avanzar en medidas de respeto a los derechos humanos, la atención a heridos y los presos, entre otros aspectos que están más allá del núcleo duro del enfrentamiento militar pero podrían allanar la vía de un acuerdo.
También coincidieron en que se está ante una coyuntura regional favorable, muy proclive en todos los países a respaldar un eventual proceso de paz en Colombia a través de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), conformada por ese país y las otras 10 naciones del área.
Pérez Esquivel desafió al bloque a "tener un rol destacado para alcanzar la paz en Colombia", como lo tuvo para resistir la instalación de bases militares de Estados Unidos en territorio de ese país.
Consideró además que Estados Unidos "es uno de los grandes responsables" de la guerra interna en Colombia y exhortó al gobierno de ese país a cambiar su política hacia la región, y principalmente hacia Bogotá.
Córdoba también sostuvo que Washington tiene un papel que jugar. "Habrá que esperar, pero al menos han tomado decisiones para disminuir el apoyo a la guerra. Sea por las circunstancias que sea, a nosotros nos parece importante", dijo.
Mayor Zaragoza, quien también preside el Consejo Directivo de la agencia informativa internacional Inter Press Service (IPS), consideró que la administración estadounidense de Barak Obama "debe formar parte de este clamor mundial de Colombianas y Colombianos por la Paz".
Mayor dijo a IPS que del presidente Obama "cabe esperar mucho más que la continuidad de una acción de fuerza que es lo que se mantenía hasta ahora" y exhortó a ese país a patrocinar una cita en la que se debata sobre el narcotráfico. "Santos mostró un cambio considerable, hay también disposición de parte de las FARC y el ELN. Por eso creemos que es el momento de secundar con fuerza el trabajo de Colombianas y Colombianos por la Paz", concluyó.