La revolución en Egipto parece haber fortalecido el discurso de Estados Unidos contra Irán.
Tras las masivas protestas que terminaron por derrocar el viernes pasado al régimen de Hosni Mubarak, el presidente Barack Obama y la secretaria de Estado (canciller), Hillary Rodham Clinton, redoblaron sus críticas al régimen en Teherán.
Mientras, Voice of America (VOA), el servicio oficial de radio y televisión internacional estadounidense, contrató a un experto en diplomacia para dirigir sus transmisiones a territorio iraní.
Karim Sadjadpour, experto en Irán de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, opinó que Obama no había sido más enérgico en sus declaraciones de 2009 —cuando hubo protestas en Teherán contra los resultados de las elecciones presidenciales— porque "todavía tenía la esperanza de un acuerdo nuclear con Irán".
"Creo que hoy la Casa Blanca ha llegado a la conclusión de que no puede alcanzar un modus viviendi con el régimen", añadió.
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Dos rondas de conversaciones entre Irán, Estados Unidos y otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas más Alemania terminaron el mes pasado sin progresos.
Las protestas populares que estallaron en Túnez se propagaron a Egipto, distrayendo la atención mundial antes más enfocada en el programa de desarrollo nuclear iraní.
Oficialmente, la política de Estados Unidos hacia Irán no es de un "cambio de régimen", sino de un "cambio en la política del régimen". Sin embargo, ha habido una clara modificación en el discurso los últimos días.
En una serie de entrevistas el lunes, mientras manifestantes iraníes volvían a salir a las calles a protestar, Clinton llamó "hipócrita" al régimen en Teherán por elogiar las revueltas árabes mientras reprimía las que se producían en su territorio.
"Comparemos lo que ocurrió en Egipto con lo que sucede ahora en Irán, donde una vez más el gobierno está reprimiendo, usando la violencia contra el pueblo que está expresando los mismos deseos que escuchamos en Egipto", dijo Clinton a la cadena panárabe Al Jazeera.
"Me parece muy paradójico que Irán esté intentando dar lecciones en democracia a cualquiera", dijo a Al Hurra, un canal satelital árabe apoyado por Washington.
"Los manifestantes intentan que sus voces sean oídas y son brutalmente reprimidos por las fuerzas de seguridad. No creo que nadie en Medio Oriente, o francamente nadie en el mundo, mire a Irán como un ejemplo", añadió.
El martes, en un discurso sobre libertad en Internet, Clinton calificó de "pésimo" al gobierno iraní, y señaló que "rutinariamente violaba los derechos de su pueblo".
Además, anunció que el Departamento de Estado invertiría unos 25 millones de dólares este año en proyectos para incrementar el acceso a Internet en Irán y en otras partes.
"Me parece paradójico que el régimen iraní celebre lo que ocurrió en Egipto cuando, de hecho, actuó de la forma opuesta disparando y golpeando a la gente que intentaba expresarse en forma pacífica", dijo Obama en conferencia de prensa el martes.
Los medios de prensa iraníes, que inicialmente celebraron los levantamientos en Túnez y Egipto, fueron cambiaron de tono cuando se hizo evidente que las manifestaciones no eran lideradas por islámicos sino por un amplio espectro de grupos, y que podrían expandirse a otros países, incluyendo Irán.
El periódico iraní Kayhan publicó un editorial el lunes señalando que el ejército egipcio, que asumió el control de ese país tras la renuncia de Mubarak, "montó un precisa escena cuyo dramaturgo era Estados Unidos El ejército fue instruido a secuestrar la revolución popular y obstruir la soberanía, la libertad y el islamismo".
La administración de Obama se ha esforzado por encontrar vías para comunicar su apoyo a los manifestantes iraníes sin darle argumentos a Teherán para atribuir las protestas a interferencia extranjera.
Las transmisiones de la Red Persa de Noticias (PNN), el servicio en ese idioma de VOA, son un componente de esa estrategia.
El lunes, Ramin Asgard, diplomático iraní-estadounidense ex asesor del Comando Central de las Fuerzas Armadas, se hizo cargo de la PNN. Directivos de VOA dijeron que es la primera vez desde la Guerra Fría que un funcionario no periodista asume un puesto tan importante en ese medio de prensa financiado por el gobierno.
La administración de VOA tuvo dificultades para encontrar a la persona correcta que dirigiera el servicio. Miembros del Congreso legislativo, así como iraníes disidentes, se han quejado de que la PNN es demasiado crítica de la política exterior estadounidense y de que se acomoda a la postura de Teherán.
Asgard, que hasta ahora dirigía una oficina de seguimiento de Irán en Emiratos Árabes Unidos, no se postuló al cargo, sino que éste le fue ofrecido luego de que varios otros lo rechazaran, informó una fuente cercana al proceso de elección.