El gobierno de la noroccidental ciudad hondureña de San Pedro Sula conformó una comisión especial para investigar la deforestación de la cordillera El Merendón, el principal pulmón ambiental del Valle de Sula. Además, se prevé una reforestación de 100.000 árboles en los próximos dos años que incluya caobas, acacias, cedros, laureles y otros.
El alcalde municipal Juan Carlos Zúniga estima que la deforestación afecta a 35 por ciento de las 39.000 hectáreas de la cordillera. Si bien “se han controlado los incendios forestales, parar esta tala ilegal es nuestra otra prioridad”.
Zúniga dijo a Tierramérica que con cinco instituciones privadas y de la sociedad civil, se busca más apoyo económico y de recursos humanos para preservar la cordillera que abastece de agua a San Pedro Sula, la segunda ciudad del país y que concentra la producción industrial.
El Merendón cuenta apenas con 13 efectivos militares para su protección.