NEPAL: Salud materna se gana de puerta en puerta

Durante los últimos 17 años, Keshari Maharjan se dedicó a ir casa por casa en las afueras de la capital nepalí para explicar a la gente cómo prevenir ciertas enfermedades e infomarla de los servicios que prestan los centros de salud de sus comunidades.

Una paciente es atendida por una enfermera en el Centro de Salud de Satungal. Crédito: Damakant Jayshi/IPS
Una paciente es atendida por una enfermera en el Centro de Salud de Satungal. Crédito: Damakant Jayshi/IPS
No siempre fue fácil para Maharjan y otros voluntarios de salud comunitarios. De hecho, "fueron muy difíciles los días en que las personas sospechaban que teníamos malas intenciones", confesó.

Sin embargo, su tarea no fue en vano. Maharjan asegura que ha mejorado la conciencia entre la población sobre la higiene, las enfermedades y los servicios en los centros de salud.

"Junto a los incentivos e iniciativas del gobierno y de varios donantes, su abnegada contribución (la de los voluntarios) es la más importante para alcanzar la meta de reducir las tasas de mortalidad materna e infantil", destacó el director del Centro de Salud de Satungal, Manik Ratna Shakya.

Sin duda, no es un logro menor, ya que significa que este empobrecido país del Himalaya probablemente alcance el quinto de los Objetivos de Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas para el Milenio (ODM), referido a la lucha contra la mortalidad materna.
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De hecho, en septiembre, Nepal fue seleccionado por el Comité de Premios ODM y por la Oficina de las Naciones Unidas para las Asociaciones de Colaboración entre los 49 Países Menos Adelantados que dieron grandes pasos hacia las Metas del Milenio.

Nepal fue elogiado por su sobresaliente liderazgo nacional, su compromiso y su progreso en salud materna.

Los ODM son una serie de ocho objetivos que gobiernos del mundo se comprometieron en 2000 alcanzar para 2015, y van desde erradicar la pobreza hasta mejorar la salud materna e infantil, lograr la educación primaria universal y garantizar un desarrollo sostenible.

Nepal tiene especial énfasis en la meta de reducir su tasa de mortalidad materna a 213 fallecimientos cada 100.000 nacidos vivos para 2015.

Pero el país he tenido tan buen desempeño en este campo que su Plan Nacional de Maternidad Segura para el periodo 2002-2017 ha establecido la meta más ambiciosa de reducir la tasa a 134 por cada 100.000 nacidos vivos.

En 1990, la tasa de mortalidad materna era de 850 por cada 100.000 nacidos vivos, y sólo siete por ciento de los partos eran atendidos por personal capacitado. Pero, para 2000, la tasa cayó a 415 cada 100.000 nacidos vivos, y bajó a 229 este año. Hoy, 30 por ciento de los partos son atendidos por personal médico.

Sharad Kumar Sharma, demógrafo en el Departamento de Servicios Sanitarios del Ministerio de Salud, explicó el papel clave de los voluntarios para el éxito de esta historia.

"Han dado un invalorable apoyo creando conciencia, persuadiendo a mujeres (y hombres) de que visiten los centros de salud y hospitales y tomen medidas preventivas para reducir la prevalencia de las enfermedades y las complicaciones que llevan a las muertes".

Otros expertos de salud destacan que la simple toma de conciencia es fundamental para situaciones de vida o muerte.

Un estudio elaborado en 2009 por la Campaña del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas, por ejemplo, comparó dos casos: en uno, el conocimiento sobre los servicios disponibles permitió el parto seguro de un bebé, mientras que en el otro, la falta de información fue el factor que llevó a la muerte de una madre.

El informe cuenta que Kancchi Maya Tamang vivía en una aldea cercana a Katmandú en la que había varios trabajadores de la salud capacitados. Su hogar también se encontraba cerca del centro de salud de la aldea, y el hospital estaba a apenas 30 minutos. Y, sin embargo, esa mujer de 38 años perdió la vida al dar a luz a su sexto hijo en su casa debido a que perdió mucha sangre.

La tía de Tamang, que ahora cuida a su sobrino, recordó: "Fue su sexto parto, y por tanto no estaba preocupada. El proceso de dar a luz era sencillo. Sin embargo, comenzó a sangrar antes de que alguien pudiera hacer algo, y murió".

Por otro lado, Jarsikala Kami, residente de una aislada aldea en el distrito de Jumla, a unos 900 kilómetros de Katmandú, no tuvo problemas en parir a su segundo hijo.

Esta mujer de 20 años, de la casta dalit, la más marginada en la sociedad nepalí, se sometió regularmente a chequeos médicos durante su embarazo. Y cuando llegó el momento de dar a luz, se trasladó a un centro médico en su aldea, donde fue atendida por personal capacitado.

Ha sido fundamental la iniciativa del gobierno para establecer servicios médicos de 24 horas en los 75 distritos de Nepal.

Sharma también destacó el Programa de Incentivos para un Parto Seguro, gracias al cual las mujeres que dan a luz en un centro de salud reciben un apoyo monetario para cubrir sus costos de transporte, el equivalente en rupias a unos 21 dólares para las que habitan en las montañas y siete para las que viven en las planicies.

La atención en los centros de salud es gratuita. El gobierno también provee subsidios a algunos sanatorios privados para que puedan ofrecer servicios libres de costo. Los trabajadores de la salud que atienden partos a domicilio reciben un incentivo equivalente a cuatro dólares.

Pero Maharjan todavía está preocupada porque falta información en algunas áreas. Un estudio preparado este año por la Comisión Nacional de Planeamiento y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo concluyó que los esfuerzos para mejorar la salud materna en este país asiático todavía afronta desafíos.

"Las tres demoras –en buscar, alcanzar y recibir atención—son… causas importantes de la mala situación de la salud materna en Nepal", señaló el informe.

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